-y cuéntame, ¿Cómo vas con tu cachorrito? -
-bien... todo chido, últimamente viene y se queda en mi casa a pasar la noche-
- ¿ya llevan mucho tiempo juntos no? -
-ya casi un año-
El tigre asentía lentamente recargándose en la barra del bar y a diferencia de otras veces el tigre se mantenía serio sin molestar al Toro
- ¡¿ya tan rápido?! ¿enserio ya van para el año? -
-si, por estas fechas fue que lo conocimos y dentro de un par de meses fue que lo invite a salir-
-aja... ¿y ya te le vas a declarar? -
El toro lo miro seriamente mientras estaba recargado en la barra
-no pongas esa cara de menso, ya te lo echaste, te quedaste en su casa, lo convenciste de que se quedara en la tuya, llevas ya prácticamente un año saliendo, no te hagas pendejo, no hay día que no estés suspirando por el o agüitado por el-
Rudo dio un largo suspiro negando con la cabeza
-no se wey... al chile quiero decirle que sea mío, pero se la pasa en su teléfono hablando con quien sabe quién... seguro que tiene otros votos haciendo fila, si va estar así ni para que meterme...-
-primero querías meterte con él y ahora por tus pinches miedos ¿ya no quieres nada? -
- ¡si quiero!, pero quiero que sea solo para mí, que no haya nadie más-
-wey, por tus pinches celos siempre te va mal, con la anterior igualmente pensabas que tenía otro, se la hiciste de tos y otra cosa... ¿él quiere algo serio? -
El toro agacho las orejas mirando la barra desanimado
-no se wey... la verdad no tengo idea-
-pus ya sabes, solo hay una forma de saberlo, dos frías para el valor, te lo echas y luego se lo sueltas, como las otras veces, o tu qué piensas-
-a lo mejor, le llevo unas tortas, cenamos y se lo suelto-
-pero lo haces, si regresas y me dices que no le dijiste nada te saco de los huevos y te llevo con él, ya estuvo bueno de que vengas a estar llorando aquí-
-gracias wey... que bueno que somos cuates...-
-pus no mames, ya estas grandecito para ponerte así y no hagas nada-
Memo le dio otra cerveza y rudo la tomaba y se la empinaba dándole un gran trago, dejaba caer la botella de manera un poco sonora sacando una exhalación de satisfacción
- ¿y cuando se lo dirás? -
-no sé, tengo que planearlo-
-nah, a ti planear no se te da, cuando lo veas tienes que soltárselo así al chile-
El teléfono de Rudo comenzó a vibrar un par de veces, lo saco de su pantalón y desbloqueándolo reviso los mensajes que le habían llegado
-es mi chaparro-
Sonrió al ver el nombre en el mensaje de WhatsApp, memo se rio cantando una vieja canción romántica cursi de esas que ponen las madres para limpiar la casa, leyó los mensajes que le había mandado poniendo una cara seria
- ¿Qué te dice tu zorro? -
-su abuela tuvo un accidente...y su papa saldrá a verla-
- ¿él se ira a verla también? -
-no... quiere que me quede con él los días que su jefe no esté en casa-
Estaba ligeramente sonrojado, estar con su querido zorro alrededor de tres días más o menos sin dejarnos de vernos puede que lo haya emocionado y puesto de buen humor, igualmente yo estaba feliz de que mi papa se fuera, a ver a mi abuelita, tener la casa para mí y poder meter a Rudo sin miedo a que el este de metiche es más liberador, me sentía mal por mi abuela pero ya estaría mejor con mi papa y el nido de víboras venenosas que llamo tíos y primos, Rudo se quedó con el teléfono en la mano pensando en que podría contestar, que podría decir
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Toma la vida por los cuernos
RomanceUna historia de como se conocen mi Fursona y su novio, y los momentos que les esperan en la vida