-Mick, ¿en serio?-por fin pude hablar mirándolo directamente a los ojos.
-Tú te fuiste con Brian, te parece más interesante y seguro que ya lo has hecho con él.No pude evitar darle un bofetón.
-¡Que seas un mentiroso no quiere decir que yo lo sea, creí en ti!-rompí a llorar-¡Me das asco, no vuelvas a acercarte a mí en tu vida!
-¡No somos nada, Samala!
-¿Y por qué empezaste con tus cuentos de que pagarías cada segundo por estar conmigo y toda esa palabrería?
-Vamos, Sami.-el rubio tocó mi espalda.
-Te odio.-susurre sollozando.
-No...-habló mientras salía de la habitación con el brazo de Brian sobre mi hombro-Samala, no me puedes hacer esto.-nos siguió ya con unos boxers puestos-¡Espera!Entramos a nuestra habitación y pude escucharlo al otro lado de la puerta.
-¡Pues muy bien, genial! ¡Que sepas que no te necesito, puedo conseguir a la chica que quiera cuando quiera! ¿Me oyes? ¡Ni siquiera te quise de verdad, nadie lo haría!
-¡Mick!-escuché la voz de Ron y miré a Brian con los ojos muy abiertos-¡Vete a tu habitación y cállate porque no eres el más indicado para hablar mal de ella!
-¿Y si no qué?Abrí la puerta justo a tiempo de ver a Andrew salir de su cuarto.
-¡Déjense de peleas que ya son adultos, por el amor de Dios! ¡Todos a sus dormitorios o cancelo la gira y nos vamos directos a casa!-me miró-¿Qué ha pasado, Samala?
Miré a Ron, que negó con la cabeza.
-No lo sé, salí porque escuché gritos.-mentí y sonrió.
-Bueno, vamos a dejarlo así.-suspiró el representante-No los quiero volver a oir hasta la cena.Cerré la puerta y me acosté al lado de Brian con los ojos fijos en el techo.
Algo parecido a la chica del gif es como me imagino a Sami.