Kunhang esperaba con ansias a su pareja, había preparado su comida favorita y se había arreglado más de lo normal.
Estuvo esperándolo por al menos tres horas.
Era tan estúpido, él sabía dónde estaba y con quién.
Hacía meses que había encontrado aquel segundo teléfono con un contacto llamado YangYang.
No quiso decir nada aunque sabía que lo estaba engañando, él realmente quería a Dejun y estaba dispuesto a perdonarlo si veía que eso terminaba.
Pero justo en ese momento se encontraba preparando mentalmente un discurso de ruptura.
Estaba decidido, terminaría con él de una buena vez.
Su madre tenía razón, no debería de haber salido con él, era malo para su persona.
La puerta fue abierta, Kunhang estaba muy enojado.
ㅡQue bueno que llegas.– dijo con voz seria. ㅡTenemos que hablar, esto ya no-
El mayor lo besó sin esperar a que terminara.
Y Kunhang lo odiaba tanto, porque era débil, todo respecto a Dejun lo ponía como un tonto, no reaccionaba correctamente y es por eso que sus planes dieron un giro.
En lugar de terminar con él se concentró en besarlo con necesidad.
ㅡTe ves hermoso.– habló dulcemente el pelinegro con una sonrisa.
Su sonrisa, esa perfecta sonrisa que lograba descolocarlo.
ㅡTe necesito.– las palabras que salieron de su boca contradijeron todo sentimiento que permanecía con insistencia en su pecho cada que el mayor llegaba tarde.
En silencio Dejun lo tomó por los muslos, cargandolo, para llevarlo a la habitación.
Lo recostó con delicadeza sobre la cama, Kunhang lo vió a los ojos desde su lugar.
Aquellos oscuros y profundos ojos que lo hacían perderse por un instante.
Entonces Dejun se quitó la camiseta, el menor sólo podía observarlo sin decir nada, se sentía hechizado.
Su cuerpo era una maravilla.
No lo quería con él, pero tampoco quería que fueran sólo amigos. Era tan malditamente contradictorio y difícil que lo hacía sentirse enfermo.
Soltó un sollozo de la frustración y excitación que sentía en ese momento.
¿Por qué tenía que existir alguien tan hermoso pero desagradable como él?
Jamás podía tener suficiente de su amor.
Dejun le hacía querer maldecirlo en todos los idiomas posibles mientras saltaba sobre su pene.
Las grandes manos de el mayor y sus labios lo trajeron de vuelta a la realidad, lo besaba con gran lentitud mientras acariciaba todo lo que podía del cuerpo contrario.
Kunhang siempre se sintió seguro en los brazos del otro chico.
ㅡPor favor…– pidió con tono lastimero que lo hizo sentir más miserable.
Sin decir nada más, el pelinegro lo desvistió sin prisa, después de deshacerse de sus propias prendas decidió romper el silencio.
ㅡ¿Estás listo o…?– el castaño evitó rodar los ojos.
ㅡSólo hazlo.– del cajón en el buró sacó un sobrecito hermético con lubricante.
Lubricó su erección, Kunhang dió la vuelta quedando de espaldas a él pues sabía que si lo veía a los ojos por mucho tiempo se desarmaría.
Dejun acarició la curva de su espalda, el castaño cerró los ojos ante el contacto, la mano bajó hasta su trasero donde apretujó y luego palmeó con algo de fuerza.
Kunhang soltó un gemido de sorpresa, sabía lo que le gustaba, lo conocía mejor que a nadie.
Una vez que el mayor se dejó de juegos y comenzó a empujarse dentro de él el menor comenzó a llorar sin emitir ningún sonido.
El dolor físico y mental que sentía en esos momentos provocó que la llave de sus lágrimas fuera abierta.
¿Por qué si estaba tan mal se sentía tan bien?
Sus lágrimas de dolor se fusionaron con algunas de placer cuando su pareja se movió lenta pero profundamente.
El calor en la habitación aumentó al igual que el ruido.
Sus cuerpos creaban una sensual pero triste melodía, los gemidos y jadeos que dejaban salir era la letra de aquella canción.
El calor era demasiado abrasador, se sentía tan sofocante.
Kunhang sabía que estaba tocando fondo.
Quería salir de aquel hoyo en el que se había ido meter, pero había algo que no se lo permitía y el sentimiento de desesperación no lo dejaba pensar con claridad para saber qué era eso que le impedía dejar a Dejun de una vez por todas.
Las embestidas se tornaron cada vez más erráticas y forzadas, Dejun se encontraba a milímetros de el orgasmo.
ㅡAsí…– le ordenó con los ojos cerrados cuando el menor movió las caderas en sentido contrario a él.
La mano en su cadera ejerció fuerza, sabía que dejaría una marca, le fue imposible no preguntarse si a él también le dejaría marcas.
ㅡJunnie…– sollozó con los ojos llorosos sintiendo su estómago contraerse.
Una vez más había caído ante él, se había puesto a sus pies sin rechistar.
Xiao lo atrajo consigo cuando se recostó en la cama.
Te odio, te odio tanto, pensó al sentir sus manos sobre su cintura.
ㅡDejun, yo- – estaba decidido a decirlo. ㅡTe amo tanto.– comenzó a llorar de nuevo cuando se dió cuenta de que su mente no estaba de su parte de nuevo.
ㅡYo también te amo, Kunnie.– besó sus cabellos un poco húmedos por el sudor.
ㅡSólo quiero saber…
ㅡ¿Sí?
ㅡ¿Él es mejor que yo?– preguntó haciendo contacto visual con la mirada un poco borrosa gracias a las lágrimas.
🍒
alguien q haga un xiaoyangdery, ah 😔✊
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F.U ; XIAODERY
Short Story"Dejun llegará tarde a casa otra vez". 🥢one shot. 🥢pain; lemon. 🥢xiaojun x hendery. 🥢mención de xiaojun x yangyang. 🥢inspirado en la canción "F.U" de Little Mix. 🥢NO BUSCO ROMANTIZAR NINGUNA PRÁCTICA MOSTRADA AQUÍ, ES ENTRETENIMIENTO. 🥢no co...