Capítulo 21: Se Acerca

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Una semana desde que Lucy y James dejaron de salir y nadie podía estar más contento.

Lucy había tenido tres citas con tres chicos distintos, mientras que James seguía frecuentando las visitas de Rose, cada vez más seguidas.

Aunque se juraban que no estaban saliendo, James y Rose cada vez pasaban más tiempo juntos. Todavía no iban en público juntos, pero a veces se miraban coquetos en Pociones o se dedicaban sonrisas desde los extremos del Gran Comedor.

James alzó la mirada de la edición de El Profeta para conectar con Rose, quien lo observaba por sobre su libro con una sonrisa.

La semana había sido espléndida; realmente espléndida. El chico nunca pensó que estar con alguien de esta forma iba a ser tan bueno. Se sentía bien consigo mismo, libre.

Además, Rose realmente alborotaba todos sus nervios. Ella lo entendía.

—¡James! —le grita su primo, despertándolo de sus pensamientos—. Te hice una pregunta.

—Lo siento, lo siento —repitió arrepentido el chico, acomodándose los lentes deslizándolos por el puente

Dan rodó los ojos, volviendo a señalarle el artículo de El Profeta que le estaba mostrando antes.

—Hubieron tres robos en Godric's Hollow —leyó en voz alta James, curioso—. Por las barbas de Merlín... en Londres hubo un asalto con varita en mano cerca de la entrada a Diagon Alley.

—¿Crees que tenga que ver con Zárifo?

James se encogió de hombros, aunque fue interrumpido por una profesora particular.

—Profesora Bella —llamó inmediato al verla observándolos. La rubia esbozó una sonrisa, dedicándole una mirada a cada uno—. ¿Q-Que está haciendo aquí?

La profesora Bella sonrió, buscó algo en su bolso y le pasó una cantidad de hojas a James.

—Son guías de Aritmancia, quería ver si podías lograrlo. —La profesora Bella se voltea hacia Dan con una sonrisa—. Necesito que saques a tu mamá de aquí.

Dan mira hacia atrás un segundo, antes de darse cuenta de que la profesora Bella está hablando con él.

—¿Mi mamá? ¿Por qué?

—Bueno, ayer se dignó a limpiar y acomodar la sala común. Luego, cambió todos nuestros horarios, nuestros planes de clase e incluso, hizo mi café. No me gusta el café. Nadie toma café aquí, solo ella. Quiero a Potter de vuelta.

—No es la única, profesora Bella —habla esta vez Lucy, esbozando una sonrisa—. Se nota mucho la ausencia del profesor Potter en los pasillos. Es como si un poco del alma de Hogwarts se haya ido con él.

James hojea las guías que le pasó la profesora Bella antes de volver a mirarla.

—Gracias por los ejercicios, profesora Bella.

—Oh, no hay de qué, Potter. Los veo en clase.

Así es como la rubia bruja se retira, guardando su varita y sentándose en la mesa de profesores.

—Ahora, volviendo a lo que estábamos hablando: ¿creen que los ataques tengan que ver con Zárifo? Digo, no tenemos ni idea de donde está.

—Puede ser —le da la razón James, volviendo a leer el periódico—. Aunque Zárifo no me preocupa mucho ahora. Me preocupa más esto.

James baja el periódico, mostrándoles el artículo que Rita Skeeter había hecho acerca de ellos tres.

—¿Por qué siempre su foco de atención tiene que ser nosotros? —reclama Lucy, viendo la foto de ellos tres.

James Potter y la Perla Encantada #JP4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora