El invierno había llegado al pueblo de Idris, el viento soplaba muy fuerte en las oscuras calles de Polvaredas, y allí se encontraba un hombre alto, de cuerpo robusto, recostado de un poste de luz al cual le fallaba el bombillo, vestido completamente de negro con la capucha puesta, entre sus dedos sostenía una copa color bronce, de la cual bebía una sustancia color carmesí oscuro, mientras miraba a unos veinte pasos de él aquel cuerpo que yacía en el suelo, era una mujer de cabello negro con un vestido blanco que llegaba hasta sus rodillas, estaba tirada en la nieve desangrándose por un costado de su cabeza.
El hombre con un aura de tranquilidad absoluta continuaba bebiendo de aquel liquido en su copa, mientras gente llegaba y rodeaba el cuerpo de aquella chica, aproximadamente de unos 20 años... los rumores y las preguntas rondaban pero sin llegar a tener respuesta alguna. Todos creyeron que se trataba de un suicidio ya que al lado se encontraba la torre de Polvaredas, una torre que según los ancianos del lugar fue creada hace generaciones por sus antepasados, la leyenda dice que desde ahí vigilaban si algún mal venia acechar el pueblo; perfectamente pudo haber saltado de allí ¿o no?
La policía del pueblo llego a la escena, seguido de una ambulancia que se llevó el cuerpo de la chica. Después de horas de interrogatorios hechos a todas las personas que se encontraban en el lugar, y cientos de preguntas sin responder, la policía entro a la torre, la cual no contaba con habitaciones o salas, tan solo subieron a la cima a inspeccionar pero no hallaron nada, ni una nota o indicios de que alguien la haya empujado; así que ¿fue un suicidio impulsivo o accidental? (Si es que no fue un falso suicido) la policía cerró el caso como: un suicidio consumado.
Luego de estar rato presentes ante la escena, las personas y la policía se retiraron del lugar dejando el charco de sangre en la nieve. Por alguna extraña razón no pudieron ver a aquel hombre que se encontraba debajo del poste, ya que se salvó del interrogatorio, seguramente era porque su bombillo estaba dañado... cuando la gente se estaba retirando del lugar, una niña de aproximadamente ocho años de edad, ojos verdes y cabellos rubios se acercaba a aquel hombre, quedándose de pie a unos cuantos pasos de él, su madre la tomo del brazo llevándosela del lugar y diciendo «Alicia, ¿qué hacías mirando aquel poste?, llegaremos tarde a cenar» pero no antes de mirar atrás y esbozar una gran sonrisa, pero no una sonrisa linda, era una sonrisa maligna que denotaba maldad pura e inmoralidad.
El hombre al ver aquella sonrisa, desapareció entre la sombras de los árboles, tirando la copa de bronce en la nieve y dejando la luz encendida del poste, aquel que se encontraba en las calles de Polvaredas.
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En las calles de Polvaredas
Mystery / ThrillerEntrada para participar en el concurso "La Hora del Misterio 2: Juego Mortal" @MisterioES