Perdido en ti *soukoku*

Parte única

Siempre me he preguntado ¿por qué cada vez que debo unirme a Dazai, por alguna misión, termino cubierto de sangre y abandonado a mi suerte? 

¿Por qué Mori y Fukuzawa insisten en unirnos cada vez que hay un problema que no se puede solucionar simplemente atacando al enemigo, sino que debo usar corrupción para terminar con él?

Se perfectamente que la auténtica forma de mi habilidad implica y necesita a la habilidad de Dazai para que yo no muera. ¡PERO ESTOY MALDITAMENTE HARTO DE ESTO!

Ir salvar todo el maldito mundo, para quedar solo en medio de la nada, sangrando, malherido y sin mi teléfono, porque al maldito desperdicio de vendajes se le ha ocurrido, en innumerables ocasiones, que es gracioso que deba volver a casa caminando con el cuerpo destruido. 

Es por esto que hoy he decidido dejar la Port Mafia. 

Escaparé de toda esta mierda e intentaré una vida normal. Se que he jurado lealtad a Kouyou y a Mori, sobre todo a mis subordinados. Pero nadie ve, la forma en la que termino luego de corrupción. 

Sé perfectamente que escapar no será fácil. Se que mi habilidad es parte importante de la Port Mafia, pero ya tienen a Akutagawa, y él será siempre un fiel perro de todo esto. 

Ya no soy un crío para estar aquí, supongo que cuando te vuelves mayor, ves todo mas claro, y de una forma mas sensata. 

¿Alguien recuerda de todo el daño del que hemos venido? 

Tomé mi teléfono, pensaba en despedirme... pero, no sabía de quién. Y como el idiota que soy, simplemente marqué el número de Dazai. 

Tres tonos fueron suficientes para que me contestara con esa voz idiota e irritante. 

- ¿Chuuya? - preguntó sorprendido - si es realmente Chuuya, supongo que este es un hecho sin precedentes... pero si no es Chuuya supongo que... 

- Si soy yo, maldita sea, ¿no te callas nunca? - respondí alterado

- Oh... Chuu-Chuu... ¿a qué debo la hermosa llamada de un alto ejecutivo de la Port Mafia? ¿entiendes ALTO ejecutivo?  - Bromeo

- Siempre es un error comunicarse contigo, Dazai - dije colgando la llamada, no necesitaba que el maldito se burlara de mi en un momento como este, donde estaba decidiendo el futuro de mi vida, y necesitaba un poco de consuelo, de cariño... pero no de bromas... 

¿Acaso este idiota jamás podría entregarme ni una sola parte de su corazón?

Pero esta vez, y por primera vez en muchísimos años, Dazai devolvió la llamada, temblé ante la anticipación, la duda y miedo...  Cuando contesté, pretendía insultarlo pero...

- Lo siento, Chuuya - dijo antes de que pudiese decir todo lo que pensaba de él - usualmente respondes a mis bromas irritado e insultándome con todo lo que tienes, pero no fue así esta vez, respondiste calmado y cortaste, así que puedo asumir, que esta llamada es realmente importante... ¿Quieres que nos veamos?

- Ven a mi apartamento- dije cortando antes de que me arrepintiera de lo que acababa de decir. 

Ni siquiera abrí una botella de vino para darme fuerzas por lo que iba a hacer. Tampoco cambié mi ropa, estaba simplemente vestido con un pantalón deportivo gris y una camiseta blanca, incluso la coleta de mi cabello estaba deshecha. 

No pasaron mas de 15 minutos y Dazai ya estaba abriendo la puerta de mi departamento con una de esas malditas pinzas de cabello. 

- ¿Nadie te enseñó a tocar la puerta antes de entrar? - pregunté de manera tranquila manteniéndome sentado en el sillón de cuero negro de la sala.