Un viaje inesperado.

Capítulo 19:Paradero descubierto

Conseguí salir de aquella infernal playa lo más rápido que pude,junto a mi sorprendentemente poco dañada bicicleta,mientras de fondo se oían las constantes sirenas de los coches de policía y ambulancias que seguramente estaban ya esparcidos a lo largo de los lugares en los que todo había ocurrido esa noche.Y tampoco descartaba que media policía estuviese patrullando por toda  Torrevieja buscando a el posible o los posibles culpables o demás investigados por todo lo ocurrido.Mientras,yo,agotado,subía por una calle a duras penas con mi fiel bicicleta que por suerte no había sufrido graves daños aquella noche,había sobrevivido a una persecución a toda velocidad y a una explosión cercana¿que otra bicicleta podía hacer eso?Por desgracia,los mapas de la ciudad que llevaba conmigo se me habían caído,probablemente en mitad de la persecución o se habrían quemado con la explosión,que sabe.Ahora me las tenía que apañar yo mismo pqra llegar a casa sin ningún tipo de orientación,mientras caminaba tan solo con una "pesada"bicicleta en una mano,una pierna que había perdido mucha sangre,un montón de policías a mis espaldas que debía esquivar y alguna que otra persona ajena debía esquivar para evitar que tuvieran pruebas o referencias mías allí.No podía más.Había sobrevivido a la mismisima muerte,me había zafado de ella,la había esquivado con un simple mechero y una bicicleta vieja que encontré detrás de la pared de el piso del tío.Por suerte el resto de cosas no había sufrido daños graves,mi cartera y todo su contenido de dentro estaban en perfecto estado,había salido un poco mal parado mi móvil,al que se le había roto la pantalla por un extremo,y lo que perdí definitivamente fueron los mapas.Seguía caminando con desgana y dolor y deseaba que se infierno se acabase.Aquellos neonazis ya sabían quién era yo,probablemente me estaban buscando para matarme,aunque por otro lado la policía les estaría buscando a ellos pero tarde o temprano seguramente sabrían quién era yo y que había hecho exactamente o que relación tenía con una tal Laila.Solo deseaba que todo esto se olvidase,se acabase,pudiera encontrar a Laila y besarla y abrazarla con mis propias manos,las mismas con las que ya había matado al menos a un chaval de edad similar que yo.No creía que iba a llegar a todo esto,yo nunca fui así,y me empecé a replantear si este viaje me estaba cambiando la forma de ser,mis sentimientos,y todo en general.Pero fue por defensa,ellos son los que habían secuestrado a una chica inocente violentamente.Ellos empezarón antes todo este lío.Yo tenía que defenderme de ellos,si no ya estaría muerto.Necesitaba encontrar a Laila cuanto antes,pero también recordaba que había bastantes probabilidades de que la encontrará sin vida.Y era casi imposible ya que nadie se enterara de todo esto.Seguro que está noche ya estaría llamando la atención la noticia en toda España.Seguía perdido,aunque empecé a pensar que solo no estaba.Los objetos que cogí de la casa del tío,realmente no los necesitaba,pero los cogí.Sentí que era Laila la que me guiaba en mis decisiones,estara dónde estara,me guiaba sobre qué coger,que hacer,todo aquello lo había decidido Laila desde mi corazón.Ella también se quería encontrar conmigo cuanto antes,y eso me  hacía pensar que seguía viva en alguna parte,pero tenía que averiguar dónde.Ella me acompañaba a todas partes,así que tenía su seguridad,de todas formas ella fue la que me salvó la vida guiandome hacia ese simple mechero,o haciendo que yo encontrara esa bicicleta,sus decisiones influían en mí,me guiaba hasta ella de alguna forma.Cuando oí nervioso que la sirena de una patrulla de polícia se acercaba hacia la calle en la que yo estaba andando,me paré,nervioso.No sabía que hacer,y mi única reacción fue quedarme quieto.De repente,una mano me agarró del brazo derecho y tiró de mí fuertemente hacia un callejón cercano,mientras que yo agarraba fuertemente la bicicleta y conseguí arrastrarla conmigo.Quise gritar,pero el tipo al que no veía me tapó la boca,haciendome imposible gritar.Ambos miramos hacía la salida del callejón y el coche de policía pasó,librandome del peligro.Después aquella persona que me arrastró hacia el callejón,quitó su mano de mi boca,se movió hacia atrás y dijo:
-Parece que has sobrevivido,no muy
intacto que digamos pero has sobrevivido por lo menos.
¡ERA ÉL!El hombre de negro que le dió una paliza a 6 neonazis en el callejón!         
-No te asustes,no te voy a hacer daño.
Mientras decía eso,se quitó el sombrero.¡No me podía creer lo que estaban contemplando mis propios ojos!¡EL PADRE DE LAILA!Me quedé un buen rato observandolo sorprendido,esta vez no llevaba puestas sus correspondientes gafas que llevó puestas en el viaje en el que llegamos a Torrevieja y dónde conocí a su preciosa hija.Entonces más preguntas se sumaron a mi lista de preguntas por responder,así que decidí preguntar "lo más obvio":
-¿Fuistes tú quién le dió la paliza a aquellos neonazis en aquel callejón?
-Pensaba que eso no lo sabías...-Me miró con cara sorprendida él también.
-Lo ví escondido detrás de un cubo de basura.
-Pues sí,fuí yo quién lo hizo,pero por razones que ya sabras.Sé lo que le pasó a mi hija y sé que no fue culpa tuya en absoluto.Lo sé todo.
Sentí un alivio al saber que no me llevaría una bronca del propio padre de Laila que había estado desaparecido desde aquella despedida en la estación,sabiendo que no me echaba la culpa de todos los sucesos que en menos de una semana habían ocurrido.
-Estas sangrando-miró hacia mi pierna,la cuál seguía sangrando,aunque menos que antes eso sí.
-No es nada,ya casi ni siento el dolor,no te preocupes,estoy bien.
-Eres muy valiente en hacer todo lo que has hecho y estas haciendo por mi hija,estoy muy agradecido,te has librado por los pelos de esos locos,menos mal que no han tenido oportunidad de hacerte algo más que esto.
-Lo hago por amor,señor-dije con educación.
-Eso es muy bonito,no todo el mundo se lanzaría a esta locura,y menos tú,un chico de tu edad-dijo con tono orgulloso-Pero bueno,voy a ir a lo que más importa ahora,la localización de Laila,sé dónde está.
-¡¿Ah,si!?-dije sorprendido y de repente empecé a preguntar todo lo que se me vino a la mente que aún no había resuelto-¿está bien?,¿la han hecho daño?,¿dónde está?...
-Solo sé dónde está,he visto la furgoneta blanca en la que se la llevaron el día del secuestro,la tienen secuestrada en una zona industrial,cerca de las salinas de Torrevieja,al noroeste.Confío en que esté bien aunque la hayan puesto una mano encima,aunque no lo sé,la situación es grave y habrá que actuar rápidamente,si saben que vas tras su pista y no han conseguido matarte o atraparte pienso que lo pagarán con Laila de cualquier forma,no tengo ni idea de que son capaces de hacer con ella esos maniacos,pero creo que no está muerta,he visto que cerca de donde está la furgoneta hay neonazis vigilando los alrededores cerca de una fábrica abandonada.Es algo muy peligroso-acabó la explicación sacandose un pañuelo de uno de los bolsillos superiores y secandose el sudor que le caía de la frente con el mismo.
-Pero,¿por qué un grupito de neonazis querría secuestrar a una chica cualquiera,y más a Laila?-pregunté yo por la duda que me estaba matando desde hacía tiempo
-No lo sé,hijo,no lo sé.Lo peor es que creo que para ellos no es una chica cualquiera,algo tiene que les interesa a ellos pero no sé el qué.
-¿Que haremos entonces?
-Te refieres a qué harás tú entonces.Tú eres el único que puedes detener a esos salvajes y salvar a Laila de sus garras,y terminar esto como si nada hubiera sucedido.Tendras muchos peligros que sortear,y a tus espaldas tienes a la policía incluida,es muy peligroso,lo sé,pero con los objetos indicados y con las tacticas necesarias,saldras de allí con tú querida chica y podras volver a casa sano y "salvo"-dijo como si fuera un sargento instruyendo a un soldado.
-Pero,pero...Yo no puedo hacer esto solo¡casi me matan ahí fuera!,¿por qué no vienes a ayudarme?,es tú hija,tú también deberías ayudarla.Además,le distes una paliza a 6 de ellos,¡casi todos armados!,¡y salistes sin ningún rasguño!
-Lo sé,tan solo les pillé desprevenidos,lo único que hice fue desplazarme estrategicamente por las sombras,y además me acompañó la suerte,a todos nos acompaña.Ya estoy muy mayor para estas cosas,y no me metería en estos líos.Sin embargo,tú te lanzas a ellos,los buscas,eres capaz de librarte de ellos al borde de la muerte...Tú eres el elegido para esto-y me puso su sombrero negro en la cabeza,como si de una escena de Indiana Jones se tratara-Tú eres el escogido para salvar a mi querida hija,y no lo olvides,la suerte siempre está contigo,nunca estas solo,y yo siempre te acompaño-me dijo colocandome una mano a la altura del corazón-Seguro que Laila sabe que la estas buscando desesperadamente,y que lo estas dando todo por ella,tu vida entera-dijo con tono orgulloso de nuevo-Ahora,ten,toma esto-y me enseñó un maletín forrado con piél,de color marrón-son las cosas que necesitas para salvarla.Todo está dentro.Muchas gracias por hacer todo lo que estas haciendo por mi hija,estaré eternamente agradecido,te deseo toda la suerte del mundo para que salgas de allí vivo,sano y salvo,y ella también,de una pieza...Tengo esperanzas aún,dales lo que se merecen a esos cobardes.
Yo meneé la cabeza para hacer un gesto afirmativo y lo hice decidido,él me miró y apoyó su brazo unos segundos sobre mi hombro,con señal de cariño,como si yo fuera un hijo suyo.Después de esto,se acomodó su abrigo y se fue caminando hacia el final de el callejón,volviendo a desaparecer así entre las sombras de la noches.Yo me quedé mirando fijamanete el maletín,curioso por saber que habría dentro que me sería tan útil para poder salvar a Laila(si es que estaba viva todavía),después alcé la vista hacia el cielo y ví que estaba comenzando a llover,las nubes cubrieron la gran luna que hacía unos segundos iluminaba todo con su brillante luz blanca.Cogí el maletín,la bicicleta,me sostuve el sombrero que me acababan de dar,y marché hacia casa.