CAPITULO 27

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Luego de un rato de pensarlo mientras los demás jugaban, salí de la habitación y fui a buscar a Jungkook. Creo que se molestó, aunque no sé porqué, igual debería disculparme por si acaso, el me gusta mucho pero, ¿yo le gustaré a él?

Bajé hasta el primer piso con la esperanza de que esté en el patio o en la recepción con Yhonni, ya que en su cuarto no estaba; efectivamente, lo vi debajo de un árbol del patio. Corría un fuerte viento y hacía frío, pero al ver su camisa transparente y su cabello soltando pequeñas gotas no me importó y corrí hacia él.

Cuando advirtió mi presencia y levantó la cabeza, sus ojos y nariz rojos me hicieron saber que había estado llorando por un buen rato...

-¿Tae? -me dijo en un susurro-

-Jungkook mira como estás, toda tu ropa esta mojada

Tomé a Jungkook del brazo pero este se negaba a pararse, así que me senté junto a él y compartimos mi chaqueta. Parecía perdido en sus pensamientos y pasaron largos minutos hasta que decidió hablar

-¿puedo confesarte algo? -Jungkook decía una palabra cada dos segundos-

-claro, Jeoncito, te escucho

-ese... fue mi primer beso

-¿de verdad? el mío también -sonreí al notar que no era el único inexperto y Jungkook me volteó a ver-

-¿en serio? pero has estado con muchas chicas y...

-yo nunca salí con ninguna, Jungkook, ¿me has visto elegir una chica antes que a ti? fuiste tú y siempre serás tú

-¿qué dices?

-que recién ahora me di cuenta de lo que siento por ti; eso no era amistad, era amor, Jungkook

-¿entonces ese era tu primer beso?

-si, y creo que ya sé en quién gastar el segundo

-¿en serio? en... -pero no lo dejé terminar-

.

Ni si quiera pude terminar de decir la palabra, podía sentir en un mini segundo sus labios rozar con los míos y, posteriormente, sumergidos en mí; de dos principiantes que no tenían ni un poco de experiencia pero si mucha amistad y más que eso, amor

-Jeoncito, no sabes cuánto estoy de contento de que correspondas mis sentimientos

-gracias por siempre cuidarme, Tae, desde la secundaria siempre estuviste protegiéndome y acompañandome

La lluvia había terminado hace rato, el aroma vintage de Tae combinaba muy bien con el fresco olor del pasto y cuando me miraba podía ver pequeñas estrellas blancas en sus ojos

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Quién diría que con sólo hablar podía tener la felicidad en mis manos.

Jungkook y yo entrelazamos los dedos mientras recordábamos viejos tiempos en la primaria y secundaria, de las veces en las que compartimos la cama y las comidas nocturnas

Sonreímos cómplices al pensar en la reacción de nuestros felices padres. Esta tranquilidad no la cambiaría por nada en el mundo, no dejaré ir a Jungkook por nada del mundo.






El Diario de Suga - Yoonmin- [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora