Capítulo 25 Una noche tranquila

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Sujeto: Vasili Ivanovich Kozlov

Edad: 20 Años

Año: 1757

Hora local: 18:15:47

Día: Lunes

Clima: Cielos despejados

Ubicación: Archy. Capital de Hoziron.

Uh...

Tengo sueño...

Las fechas festivas siempre son gratificantes para nuestras billeteras, y como es año nuevo eso significa pasar la noche en vela a tendiendo a los clientes, sé que todos esperan que algún día a suma el control del negocio familiar, pero en serio... ¿Tenían que dejarme solo atendiendo la taberna en pleno año nuevo?

Huh...

En fin, creo que lo he hecho bien, casi no he tenido incidentes, solo ese par de soldados del Dominio que bebieron demás y estuvieron a nada de protagonizar una pelea en medio del establecimiento, afortunadamente fui capaz de convencerlos para que arreglaran sus asuntos afuera, y aun así se las arreglaron para lanzar una de sus botas a la ventana, rompiéndola en el acto, menos mal que uno de sus oficiales vino a por ellos, no quiero ni imaginarme lo que les harán, pero ya no es asunto mío, me pagaron por los daños y se fueron sin más, curioso, la última vez no fueron tan educados conmigo, me alegra ver que al fin hayan puesto a alguien competente a cargo.

Mis padres dijeron que volverían al anochecer, no falta mucho para ello, solo debo aguantar un poco más, un poco más...

Con un estilo rústico que la conecta a sus raíces carmelianas pero con cierto toque que lo hace un local sofisticado, tal y como mis padres querían, a veces hay alguien tocando el piano, en ocasiones especiales claro, pero ahora mismo hay mucha clientela como para pedirle que salga a tocar, la gente frecuenta este lugar a eso de las ocho de la noche para arriba, un poco de calma antes de la tormenta se agradece en cierto modo.

Se podría decir que este lugar es una especie de bar/restaurante más que una taberna, yo me ocupo de las bebidas alcohólicas y el resto de los empleados de la cocina, puede que no sea un lugar elegante pero se defiende.

Casi al final del largo mostrador en donde sirvo a los clientes observo detenidamente a una de mis clientas frecuentes sentada en uno de los taburetes, no ha hecho más que mirar su vaso de limonada durante casi una hora, como siempre suele hacer, sin duda una joven peculiar.

De cabello blanco y recogido hacia un lado, con una gabardina negra y botas revestidas de metal, bastante joven para ser mercenaria, y ladrona, creo yo, oh, son tiempos difíciles para todos.

La primera vez que entró por la puerta fue hace como un año, estaba llorando y me pidió que le sirviera la bebida más fuerte que tuviera, petición a la cual me rehusé puesto que no era mayor de edad, nunca me dijo que fue lo que le pasó, pero ha estado bastante dolida por ello.

Tiende a ser algo traviesa, ha hecho muchas cosas a lo largo de todo este tiempo, principalmente metiéndose en líos con los soldados de la capital, no le veo el sentido a eso, pero creo que tiene que ver con aquella vez, nunca me ha cancelado la cuenta, aunque en una ocasión me pagó con una bolsa llena de monedas y se fue al instante, cuando la abrí estaba llena de botones, pero este día lo hará, yo me asegurare.

Me acerco hasta ella mientras voy limpiando los vasos con un pañuelo.

- ¿Hasta cuándo piensas quedarte observando tu bebida? No ira a ningún lado.

- Oye, voy a pagar por ella, así que relájate. – Responde sin prestarme atención.

- Sabes que no puedo hacer eso estando tú aquí.

El Lamento de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora