Ah, que sueño...
¿Qué hora es? Mmm... A ver... Según el cucú de la pared son... Las 8:15 a.m...
Ni tarde ni temprano, pero es mejor que tener que madrugar para ir a la academia...
Ah, la academia... Intento recordar buenos tiempos cada tanto, antes podía hacerlo con normalidad, pero desde que empezamos a devolver las placas de identificación de mis compañeros a sus respectivas familias... Lo único que me llega a la mente son imágenes de aquella masacre en el Fuerte Díaz.
Y no solo eso, también lo que ocurrió en Stone Know, me estaba recuperando de eso, pero esos recuerdos me persiguen, supongo que mantener esa amarga rutina me está afectando, después de todo es lo que hemos estado haciendo durante la última semana, estar encerrado aquí tampoco ayuda, muy bien, decidido, hay que estirar las piernas.
Me siento al borde de la cama, estiro los brazos hacia arriba y me pongo de pie.
No hay rastro alguno de las chicas, sus camas están perfectamente ordenadas y vacías, probablemente estén abajo, tampoco hay señales de Raúl, eso sí es extraño, no suele levantarse temprano, aunque su cama esta toda desordenada, típico de él, bueno, hora de ir al baño y...
La puerta de nuestro baño se abre, liberando un poco de vapor en el proceso, y entonces... La vi... Hoshigawa recién salida de la ducha...
Algunas gotas de agua caían suavemente sobre su rosada y tersa piel, no me canso de verla con cabello suelto, solo lleva un bóxer de color negro una toalla y en el cuello cuyos extremos esconden ligeramente sus...
- Ah... Hace mucho que no tenía una buena ducha... - Dijo para sí misma, probablemente creyendo que se encontraba sola en la habitación, la cara que puso cuando me vio fue cuando menos... Encantadora...
No pude evitar ruborizarme al verla, ella tampoco fue ajena al sentimiento, se quedó congelada durante un par de segundos antes tartamudear.
- ¡L-L-Lo siento! – Gritó antes de esconderse en el baño de un portazo – ¡Me descuide! ¡No sabía que alguien se había quedado aquí! ¡De verdad lo siento!
- ¡N-N-No! ¡Yo... Yo...! Ugh... - ¡Se me traba la lengua! – Yo... Ya me voy... Lo siento...
Vaya forma de empezar el día, he de ir a lavarme a los baños de abajo, pero, ya que estamos... No, no, eso podría empeorar las cosas... Pero si no lo hago puede que... Ok, se va a enojar, pero aquí voy...
Gire cuidadosamente la perilla de la puerta, todavía puedo sentir a Hoshigawa en la puerta del baño, ahora o nunca...
- ¿Sabes? – Le dije conteniendo la respiración, hice presión tanto en mis puños como en mis pies como si eso fuera a darme valor – Te ves bien con el cabello suelto...
Acto seguido, cerré la puerta y salí caminando con las manos en los bolsillos al baño público con el corazón a mil por hora, en fin, si se molesta conmigo por supuesto que lo entenderé.
Luego de asearme no sabía si volver a subir arriba o no, el comedor de la posada está a tope, hay mucha gente inmersa en sus propias conversaciones, por lo que el bullicio es fuerte, así que fui con mi desayuno hasta la puerta de nuestra habitación y me senté en el suelo a esperar a fuera de esta.
No ha pasado mucho desde que nos hospedamos aquí, ni que decir lo de la base del Dominio, conseguimos lo que queríamos, ahora la gente no les teme tanto como antes, pero se olvidaran de eso en unos días más, al menos logramos detener las ejecuciones, algo es algo, aunque Hoshigawa nos regañó durante casi una hora por lo imprudentes e impulsivos que habíamos sido, creo que ya se le pasó.
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El Lamento de los Héroes
Science FictionUn héroe yace tendido en el suelo a punto de exhalar su último aliento, frente a él su archienemigo saborea su victoria y se deleita con el sufrimiento de su rival. Antes de morir, nuestro héroe vera pasar su vida frente a sus ojos de principio a fi...