Capítulo 47 Día de paga Parte 4

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Salir a la superficie y exponernos a los disparos es suicidio, por fortuna contamos con cierto blindado capaz de contrarrestar el fuego enemigo, nunca espere ver uno tan de cerca, ni mucho menos esperaba subirme en uno, aunque no es la primera vez que tengo este tipo de sensación de que hago algo que de haber llevado una vida normal no hubiera sido posible, supongo que a estas alturas ya no debería sorprenderme de todo por lo que tengo que pasar.

Los tipos con los que me encontré son realmente peculiares.

El sujeto de traje se llama James Tendou, a pesar de su físico prominente y robusto, es más inteligente de lo que parece, después de todo piensa con la cabeza cuando la situación lo requiere, pero no siempre es capaz de dejar las bromas de lado, me recuerda a Raúl, bastante de hecho, a veces me hace pensar que es carmeliano, no he estado con él ni por una hora y ya ha soltado varios modismos muy característicos de esa región, pero no se le nota el acento, a lo mejor ha realizado varios encargos o pasó una buena parte de su vida en Carmely, sea como fuere, es un tipo muy excéntrico, al igual que su sombrero.

Graham Fisher Dhell, además de su calvicie no destaca físicamente en nada, es bueno con las armas de fuego, en especial con las escopetas, comienzo a entender por qué eligió convertirse en un mercenario, es víctima de constantes abusos verbales por parte de Tendou, el cual no deja de burlarse de su virginidad, si bien se muestra bastante molesto cuando se lo recuerdan en el fondo parece no importarle, eso o ya está acostumbrado.

Maverick parece ser el cerebro del equipo, tengo entendido que el fabricó al autómata, además de que parece ser una persona con recursos considerables, desconozco que lo motivo a adentrarse en el bajo mundo, pero por algo será.

No es que estemos precisamente en confianza, simplemente tenemos un objetivo en común, cuando ese asunto haya concluido lo que ocurra después puede terminar con un apretón de manos o con una bala en la nuca, solo espero que no lleguemos a tales extremos, y hablando de extremos...

- ¡Seeeeeeeeeeee! – Rugía Tendou, quien parecía ser el más emocionado de todos dentro del blindado - ¡Llego el que la tiene grande! ¡Gruesa! ¡Y DURA, PERRAS! – Vociferó antes de disparar el cañón y reducir una barricada a escombros.

Llevamos unos minutos desde que subimos a la superficie por una compuerta cercana a los muelles, el tanque en el que nos encontramos es realmente extraño, no se parece en nada a los tanques imperiales de los Borgía, para empezar este vehículo cuenta con un cañón más alargado pero dispara municiones de menor calibre, solo cuenta con una ametralladora inferior, blindaje ligero y otra cosa he de destacar es su velocidad, es absurdamente veloz, no perece hecho para contrarrestar a la infantería (Como es el caso del modelo imperial), sino que pareciera que lo diseñaron con la intención de enfrentarse contra otros tanques.

- Tendou, cállate, concéntrate en el objetivo.

- Cállate, Fisher, es mi momento. ¡Seeeeeeeeeee!

- Ugh...

- Fisher, fija el curso al muelle, no estamos lejos.

- Eso hago, eso hago.

Maverick tenía el puesto de observador y era el que daba las órdenes, Tendou es el artillero, no hace falta recalcar que en serio ama su puesto, Raúl está encargado de cargar el cañón, su fuerza era ideal para hacerlo a la menor velocidad posible, Fisher fungía como el conductor, tiene muchos problemas para operar el blindado pero hace lo mejor que puede, en cuanto a mí, bueno, soy el tipo que ostenta la posición de ametrallador, la cual, a juzgar por el óxido que cubre el arma, la escasa munición, el sobrecalentamiento recurrente y aunado a ello, esta es la parte del tanque que cuenta con el blindaje más vulnerable, en pocas palabras, me dieron el peor puesto que había disponible.

El Lamento de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora