El Lamento de los Héroes

Capítulo 49 Una visita nocturna

Sujeto: Clayre Londine Mexia

Edad: 24 años

Fecha: 23 de Enero de 1757

Día: Sábado

Hora local: 00:44:57

Clima: Cielos despejados.

Ubicación: Archy. Capital de Hoziron. Palacio de Archy.

Hace mucho que no salía en solitario, pero esta es una ocasión especial, es arriesgado y me he tenido que cobrar muchos favores para llegar hasta aquí, pero tenía que hacerlo, no podía dejar pasar esta oportunidad.

Aun no sé qué cara poner cuando la vea o que decirle, la verdad no he planeado nada, me enfoque en cómo llegar hasta aquí, ahora que lo he hecho no tengo idea de que hacer, aunque tampoco pensé que llegaría tan lejos, como dije, no tengo idea de qué hacer cuando la tenga de frente, no sé si golpearla o simplemente pedirle que hablemos primero, supongo que todo dependerá de su reacción, pero como le haya un puesto un dedo encima... En fin, aquí voy.

Camino por el tejado del palacio con mucho cuidado, al llegar a uno de los bordes lo sujeto con mis manos y doy un salto hasta las salientes de las paredes, los relieves artísticos que las adornaban son útiles para este tipo de situaciones, me recuerda un poco al palacio imperial, solo que más pequeño y mucho menos elegante, pero seguía siendo encantador.

Una vez en el balcón, abrí las ventanas con mucho cuidado, el sigilo requiere precisión a la hora de no hacer ruido, nada que unas cuantas herramientas no puedan arreglar, las cortinas bloquean mi visión a través del cristal, me estoy poniendo nerviosa, no por infiltrarme en el palacio de archy en sí, si no por a quien voy a visitar.

Con el seguro burlado y con un poco de aceite especial abro la ventana sin temer por el chirrido que haría al moverla, guardo mis herramientas en la gabardina y mis botas tocan el suelo de la habitación.

Aparto las cortinas y aun así no veo nada, la habitación está completamente a oscuras, y me da la impresión de que está vacía, no hay nadie durmiendo en la cama, a menos que...

¡PUM!

Ah, me preguntaba cuando aparecerían.

Tal parece que sabían de mí desde el principio, no esperaba menos de una amazona rutaniensa, detuve la daga que iba directo a mi cuello bloqueando el brazo de mi atacante con el mío, no tengo tiempo para jugar.

Me enfrento a dos mujeres, ambas visten el mismo uniforme de gala rojizo con botas altas, muy altas, casi hasta la altura de la cintura, van armadas con dagas y cuchillos arrojadizos.

La imagen que el mundo entero tiene de ellas es que son mujeres ridículamente hermosas, expertas en las artes del sigilo, con una maestría en el combate cuerpo a cuerpo, de movimientos rápidos, carácter fuerte, ingeniosas y ciertamente inflexibles, son supervivientes que han conseguido adaptarse a la caótica vida en las selvas de Rutany, hogar de las bestias y enfermedades más letales del mundo, tanto así que rivalizan con Carmely.

Son reconocidas en todos los países sometidos del Imperio, pues, las amazonas son letales en cualquier tipo de terreno, pero, luchar contra ellas en territorio selvático es una batalla prácticamente perdida, razón por la cual, son altamente solicitadas en las zonas de conflicto de extensa vegetación.

Estas mujeres responden al llamado de la guerra gustosamente, pues, sienten que tienen una deuda eterna con los Borgía, deuda que se remonta a los primeros días del Imperio, cuando combatían contra este, pero esa es otra historia.

Su rígido código del honor, no hace más que reforzar su lealtad para con el Imperio, cabe recalcar que son muy orgullosas y su fortaleza principal radica en la confianza que se tienen las unas con las otras, esto se debe principalmente a que sus oficiales luchan codo a codo con las reclutas, las cuales a su vez desarrollan una admiración que va más allá del deber por sus oficiales, pues la gran mayoría de ellas son cazadoras y domadoras de bestias reconocidísimas, por no mencionar que formaron parte de la unidad especial de las amazonas, Las Cazadoras, las cuales hacen honor a su nombre dando muerte sin contemplaciones tanto a bestias como a hombres.