Prólogo

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Me gustaría decir que soy una chica normal, que sale cada fin de semana a los boliches y ama emborracharse, tiene miles de amistades y también me gustaría decir que soy la típica rarita que se la pasa leyendo, ama las novelas románticas y cuando va a la cocina fantasea con ver a Harry Styles mientras que tu hermanastro te dice "hola estupida" y yo lloro porque lo quiero y me trata mal.

Pero la verdad es que no tengo mucho que contar, tengo 16 años, no toco instrumentos, tampoco leo mucho, no dibujo lindo, de en serio lo digo, la profesora de Artes me dijo que si continuaba haciendo los trabajos de esta manera me desaprobaría. No hago deporte, no tengo notas altas o bajas, tampoco tengo un coche que me regalaron mis padres o me llevan ellos todos los días en su Ford o Toyota. Tampoco tengo hermanos o primos que vivan conmigo. No soy buena en matemáticas o cualquier cosa de exactas. Ni siquiera entiendo ese chiste que siempre se encuentra en Twitter de "esta es la vieja confiable" o "la que nunca te abandona" y ponen un b+-nosecuantos. Mis padres no están constantemente de viaje y la verdad tampoco tengo que averiguar qué estudiaré porque haré medicina y no, no es por Grey's o Dr. House.

Solo estoy aquí porque tengo que contar una historia, algo que empezó a sucederme hace un tiempo y necesito descargarme porque llevo meses guardandome esto en mi corazón y ya no aguanto, si sigo así voy a desbordar.

Esto comenzó en la calle. Esa mañana me había peleado con mi madre, no sé por qué, sólo sé que estaba muy fastidiada y ya no quería estar en casa, así que me fui antes. Aunque a pesar de irme antes, casi llego tarde. Estaba caminando hacia el colegio, tengo 7 cuadras antes de llegar así que estaba yendo bastante rápido. Ahí casi le tiro la mochila. Estaba sentado en la vereda, con la mochila en las piernas, me miró y me dio un escalofrío, aunque continué mi camino luego de disculparme, que llegaba tarde.

Recuerdo entrar, buscar a alguien con quien hablar, sin éxito, igual que siempre e irme al salón, mientras eso tocó el timbre y continuaba sin encontrarme a alguien.

Estabamos a principios de mayo y creí que ya nadie entraría al curso, la mayoría entran a principio de año o antes de mitad de abril. Sin embargo, ahí estaba, la profesora de biología lo presentó, en ese momento no le presté atención siquiera al nombre, aunque me hubiese gustado. Ni siquiera sé a dónde se fue a sentar, pero me miraba fijo. Seguía sintiendo escalofríos constantemente.

Luego vino una amiga y le pedí que se quedara del lado del pasillo, así me tapaba el campo visual con él o no me podría concentrar. Me había preguntado si estaba bien.

-Sí, estoy bien, solo el chico nuevo me da escalofríos y se me hace incómodo. Con que me tapes está bien, no te preocupes.

Oh, cuánto me equivocaba al creer eso. ¿Será que algún día podré volver atrás o hacer que mis palabras valgan más que la línea del tiempo? Espero que sí, porque realmente extraño como era mi antigua vida, cuando no era nadie, cuando pasaba desapercibida, cuando no tenía problemas. No hace falta asustarse, no es algo grave, aunque para mí si lo ha sido.

Ese día no volví a sentir su mirada y lo agradezco bastante. Era extraño. Tampoco habló con nadie de la clase, ni parecía interesado en las lecciones aunque escribía, me imagino que habrá sido solo para pasar el tiempo, nunca le he preguntado por qué se comportaba así a comienzo de clase, lo sentí como algo común, ya saben, lo típico que pasa cuando sos el nuevo.

Recuerdo que ese día hablamos con mi grupo de amigas sobre él, por pura curiosidad, queríamos saber si todas creíamos lo mismo.

-No lo sé.-dijo Katherine con asco.-Se me hace extraño, me da desconfianza.

-Si, además... ¿No parece el típico badboy?-le continuó Belén.

-Ugh, eso se le nota de acá a la China. De todos modos no deberíamos prestarle atención, hay cosas más importantes que el nuevo.-agregó Milena con aires de superioridad. Nosotras solo nos limitamos a asentir.

De todos modos, coincidíamos, en todo lo que percibimos. De cierta manera acordamos no volver a hablar de él, de forma silenciosa. Ninguna metía el tema ya sea por no querer o por seguir aquel "pacto silencioso". Aunque algo de él me llamaba e intentaba comentarlo, no me salía. Tampoco entendía que era lo que me atraía o porqué de repente me encontraba mirándolo nuevamente.

Ese día terminó como los demás, salimos del colegio, fuimos caminando hasta el último punto en el que coincidíamos y nos fuimos a nuestras paradas a tomar el colectivo. En el camino me lo volví a cruzar, le evité la mirada aunque él me sonrió de una manera... extraña. Volví a sentir escalofríos y empecé a hablarles a mis amigas por el grupo de WhatsApp, así tendría una excusa de qué hacer y de paso sabrían donde estaba.

De camino a casa solo me quedé escuchando música mientras pensaba en lo que había sucedido, se me hizo extraño, pero era el chico nuevo. Quizá solo quería hablar conmigo ¿Cierto? Aún así, no podría haber algo más, debe estar buscando nuevas amistades ¿No? A pesar de que sea extraño, los escalofríos, que no me dejaba de mirar, su indiferencia con todos excepto conmigo, el que esté de cierta manera siempre cerca mío...

Me hubiera gustado que alguien me advirtiera que era un terreno que no debía pisar.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2020 ⏰

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