[Episodio 39]

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Jeon Jungkook.

—¡Porque no fuimos en el carro! —se quejaba a cada rato. Como mi padre quería que le ayudara, estábabamos en camino, si estábamos, porque Mia no dejo que me vaya solo, pero no quería ir en carro, y sabía que Mia odia tanto caminar, y quize molestarle.

—Quiero caminar. —respondí, y luego la mire, que tenía una sonrisa, y pero estaba muy roja, demasiado diría yo. Vestía con unos jean azules rotos, unos vans grises, y un buso negro, con una gorra, demasiado hermosa. —Andale que te dejo. —dije y di pasos más rápidos dejando a Mia atrás.

—¡Jungkoooook! —gritó, y corrió hacia mi, colocando sus brazos en mi espalda, para caminar juntitos. —Cargame. —dijo con una voz tierna, que no podía decirle que no. Encogi mis piernas, para que subiera en mi espalda, y así lo hizo.

Mientras caminaba, las manos de ella rodearon mi cuello, y pude notar qué sus cabellos caían en mi cara. Y tenía un olor agradable. —¿Ya llegamos? —preguntó.

—Ya mismo princesa. —rápido sentí las mariposas en mi estómago que entraban y salían. —Parezco una bebé.

—Lo eres. —reí—Corrijo, eres mi bebé.

¿Y tu eres el mio? —preguntó.

—Depende. —sonreí—¿Me tratarás como uno?

—¡Siempre lo hago! Somos tan complicados.

—Pero estamos enamorados.

Me imagine la sonrisa de Mia, y solo al pensarlo, también se formó una en mi cara. Después de varios kilómetros de caminar, al fin llegué a la calle donde la empresa de mi padre estaba. —Llegamos. —rápido Mia se bajó de mi espalda, y empezó a caminar a lado mío, viendo a muchas de las chicas que estaban cerca de nosotros, ellas eran elegantes, con vestidos, tacones, y muchos accesorios, ella las veía como si se sintiera opacada.

You are more beautiful. —susurre en su oído, y sus mejillas se tornaron como siempre, rojas, muy rojas.

—¡Te amo! —gritó, cautivando la atención de todos/as que estaban cerca de nosotros. —Te amo mucho más, tontita. —bese su frente.

(.....)

Mia quedó afuera, no quizo entrar porque según ella, “estaba mal vestida” entre a los primeros pisos de la empresa, todos estaban viéndome como si fuera un bicho raro, o algo así. Tuve que vestirme formal, para venir acá, como un verdadero Jeon, aunque de hecho me sentía así. Estába caminando hacia la recepción, para ver las facturas que mi padre me había encargado.

—Muy buenas tardes, joven Jeon. —una chica muy elegante me saludo, no conocía su cara, pero ella si la mía. —Buenas. —di una leve reverencia.

—¡Oh por Dios! ¿Jungkook? —una señora hablo, automáticamente regrese a ver, y era una amiga de mi padre, la conozco de años, y tiempo que no le he visto. —Buenas tardes. —sonreí y di una leve reverencia.

Seguí caminando, para llegar a donde quiero, pero todos me saludaban, y querían hablar conmigo, pero, no tengo que perder tiempo, mi novia me esta esperando afuera, y no quiero hacerle esperar.

.

—¡Pero yo soy el hijo! —golpeé demasiado fuerte el escritorio de un chico que tenía casi mi misma edad, llevo repitiendo a cada rato que soy el hijo del dueño de esta empresa. —No te conozco. —dijo el, con una voz firme y poderosa. —Espera, tu cara se me hace familiar. —frunció el ceño. —Tu eres ese chico con la novia bonita. —logré ver su nombre en su uniforme de trabajo que decía “S. Daniel”

¿Novia? Dijo novia, se refería a Mia, y le dijo "bonita" mire su cara, detenidamente, e intente procesar su cara, y de repente recordé. Ese chico es de la tienda, el que le coqueteaba a “mi novia”

—Si, soy yo. —mire con odio a Daniel. —Lástima que, ella, no te hará caso. —sonreí malévolo.

—Quiero trabajar. —dijo el chico, Daniel me hecho de su oficina para disque "trabajar"

Estaba enojado, y peor aún si dijo que “mi novia es bonita” y en la forma en la que le decía, e imagine que la había recordado, porque cuando dijo "novia bonita” sonrió, sonrió como si recordará a un ángel, y ¡Assssh! Porque, porque, porque debes ser tan hermosa, Kang Mia.

¡Pooorque!

..

Camine todo el primer paso, nadie se acercaba a mi, pues por lo visto mi enojo se notaba a leguas, estaba furioso, a parte de que no me creyó que soy hijo del dueño, llama bonita a mi novia, estúpido.

—¡Saludame a la hermosa! —gritó desde la esquina, Daniel tenía una sonrisa de oreja a oreja, abrí los ojos como plato, y mi furia creció más. Salí de la empresa, y camine sin rumbo alguno, estaba enojado, y los celos invaden mi cuerpo, y no dejaba pensar en los piropos que ese imbécil le dijo a mi novia. Estaba ya muy lejos de la empresa. —¡Porque eres así Mia! —grité a los cuatro vientos.

—¡Ahora que hice! —gritó ella, no me había dado cuenta que ella estaba aquí conmigo, y frunció el ceño por lo que grité, no deje de verla, y mire cada detalle de su cara, totalmente perfecta, y ¿Daniel es guapo? ¡Asssh! Pero y ¿si a ella le parece guapo, más que yo? —¿Que te pasa? –tenía mi cara toda llena de muecas, y todo.

—Nada, nada. —mire por todos lados, para no verle directamente a los ojos. —¿Porqué no me miras? —se paro de puntillas, y con sus manos, puso mi cabeza recta para verle. —¡Qué te hice idiota! —gritó ya muy enojada.

—¡Sí! digo ¡No!

— Desde que saliste estas raro, que pasa mi amor. —trague duro, y tuve el valor de sacar la cobardía de mi interior, para verle a los ojos. —Enamorarme como un estúpido, eso hiciste. —me desespere horrible, y la tomé del cuello, para besarla.

La bese tan fuerte, que sentí que si no la tenia en mis brazos, ella se podía haber caído, mis labios tenían la necesidad de besarle, de besarle como nunca, sus cabellos se despeinaron, y su cuerpo se volvió frágil. Pase mi lengua, y ella dio paso para encontrarse con la suya.—Te amo tanto, y por favor, nunca te aburras de mi. —la respiración de Mia era muy agitada, y poco a poco, volvía a su normalidad.

—¡Casi me matas! —gritó. No me esperaba que ella dijera algo romántico, pero de una forma me sentí bien.

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora