EL EXNOVIO DE MI HIJA

Hola, mi nombre es Giuliana tengo 37 años y todo comenzó hace 3 años. Yo soy una mujer pequeña de 1.59 de altura y un cuerpo trabajado porque voy al gym. Soy casada, la verdad que mi esposo llega cansado a casa siempre, porque es taxista. Mi vida fue muy aburrida por muchos años y si he tenido uno que otro amante pero nada especial, son ordinarios y egoistas, so buscan satisfacerse ellos primero y dejar que uno tenga que venirse sola. Siempre me he tocado sola e incluso tengo u consolador medio marroncito color de un p*ne de un hombre medio moreno. Mi historia por esta locura comienza cuando mi hija cumplió 16 años y trajo a casa a un chico. Él es alto, 1.75 de altura aprox, pero era un poco gordito y muy tierno por eso. Cuando nos presentó todo bien, un chico muy respetuoso y galan, me hecha unos piropos muy hermosos y me decía que era muy joven, que si era la hermana de mi hija, me hacía reír el muchacho. Estuvo con mi hija un año y medio. Siempre muy galante, hasta que me enteré que termino con mi hija. Hable con él y charlabamos mucho a pesar que ya no estaba con mi hija. Yo le molestaba diciendo que si ya ahora usaba Manuela porque no tenía a mi hija y se reía. No se me paso por mi cabeza fijarme en él. Un tiempo dejamos de hablar y ya no supe nada de él; hasta que me lo encontré en un gym. Wow, me quede boca abierta. Estaba él con un cuerpo de infarto, unos hombros muy marcados y sus piernas ni que decir, parecían dos troncos grandes, andaba con un short muy pegado y obvio, tenía unas nalgotas jajaja. Es gracioso pero a mí me gusta un hombre que sea nalgoncito. Ya no tenía nada de tierno, era todo un hombre y muy guapo, dejo de ser ese gordito que era. Ya tenía 21 años obviamente que cambio. Olvide contarles un pequeño detalle, les dije que estaba con un short muy pegado, le vi la parte de su entre pierna y se notaba que estaba de lado. Me sonroje porque dije que haces mirando Giuliana. Era inevitable no ver que se le marque su v*rga. Por un momento dije que estoy loca, era su ex de mi hija. 

En fin, en ese momento se acercó y me saludo, wow tenía un perfume de maravillas. Le dije, Hola Roberto, ¿cómo estás? que tal cambio, que te motivo a ello. Simplemente sonrío y me dijo, nada solo un cambio de vida. Empezamos a conversar de que estaba haciendo pero yo no dejaba de ver su entre pierna (obvio sin que se dé cuenta). Al final le dije en bromas si me entrenaría, sonrío y atino a decir que sí, porque no hacerlo si no había nada de malo.
Ese día llegue a casa muy pensativa y algo avergonzada porque estaba fijando en el ex de mi hija. Me acosté en mi cuarto porque andaba cansado pero a la vez pensando en su entre pierna de Roberto. La verdad, nunca vi algo así pensé que estaba erecto pero no, estaba de lado y se notaba mucho. En ese momento saque mi consolador y me empecé a tocar sola, no supe porque ni si debí hacerlo, al fin de al cabo nadie sabía lo que me estaba ocurriendo, me vine hasta 5 veces, escurrí mis jugos hasta mis nalgas, moje toda la toalla que había tendido en mi cama, pasado eso me bañé. Esperé con ansias al día siguiente que iba ser el primer día que me iba a entrar Roberto. Fui muy mojada jijiji, no me juzguen por favor. Ese día fui con un leggins blanco y una tanga media blanquita, como para seducirlo, yo ya sabía lo que quería en verdad pero sabía que no iba ser fácil porque él a pesar de haber terminado con mi hija seguía tratándome muy amablemente y muy galante. Lo vi y nos saludos hasta que empezamos los ejercicios...

Comenzaba el primer día entrenando con Eduardo, la verdad que me sentía muy emocionada y algo excitada. Él me decía que era su primera vez entrenando a una mujer y eso me prendió, me hizo pensar que era su primera vez (aunque no dudo que lo hizo con mi hija)
En ese momento hicimos piernas y justo me dijo haz sentadillas, me hice a la loca que no sabía y me dijo así no se hace, te ayudaré. Efectivamente, me tomo de la cadera para yo poder hacer bien las sentadillas. Él no tenía la menor idea de lo que yo quería sentir, él muy amable como siempre e inocente. Hicimos 4 series y 15 repeticiones, todo un profesional él. Hubo un momento donde me quebre mas hacia él, sentí la cabeza de su pene, era una cabeza muy grande, me gusto y me moje, tuve que ir al baño (creo que se dio cuenta, no sé) volví y él estaba muy rojo, avergonzado por lo que había pasado creo yo. Acabamos de entrenar y fuimos a la juguería, conversamos de que era su vida y todo, me dijo que ya estaba soltero un año y solo se dedicaba a estudiar y entrenar. Le pregunté en broma que si seguía usando a manuela y me dijo sonriendo que si, no tenia de otra. En ese momento me excite demasiado, sentí entre mis piernas como salia mis jugos poco a poco, llegara a mis nalgäs, decía en mi mente. Así me despedí de él, con su perfume en mi ropa y su sudor al despedirme impregnados en mi ropa. Llegue a mi casa y no había nadie, tenía ganas de masturbarme así que lo hice, saque mi vibrador, lo lubriqué un poco y abrí mis piernas, imagine en su cabeza rozando mis nalgas. Me toque, me introduje una y otra vez. Al momento que estaba a punto de acabar, llega mi esposo. Joder me arruinó toda la imaginación y momento, simplemente me cambie.
Así fue pasando una y otra semana.
Hasta que llego el gran día, el momento con Roberto, no se imaginaran que paso.