Una chica de unos 24 años se encuentra recargada en las barandales de un mirador a las orillas del mar, con una mirada al vacío.
El viento rozando su rostro, su cabello que sale de su capucha revoloteando; su mirada contemplando el bello atardecer, aunque unas grandes nubes negras tapan su vista.
La mente de esa chica está llena de muchos pensamientos no muy agradables que digamos, son unos pensamientos un tantos suicidas como ideas estúpidas.
Las gotas de agua empezaron a caer, lo que hizo que la chica volviera en sí; al percatarse de la lluvia la chica caminó rumbo a un lugar donde resguardarse.
En poco tiempo encontró una cafetería y entró.
Un "Bienvenida" se escuchó al entrar.
-Pase porfavor y tome esta toalla para secarse -la empleada estira sus manos para darle la toalla.
-Gracias -toma la toalla y se dirige a una mesa.
Mientras se secaba una mesera fue a atenderla.
-Disculpe señorita, ¿Que va a ordenar? -pregunta la mesera.
-Amm... Un café con leche porfavor -contesta con un tono frío.
-Como ordene, con permiso -toma nota y se retira.
La chica se recargó en la mesa y cerró los ojos, estaba muy cansada, no había podido dormir mucho, siempre tenía pesadillas. Mientras la chica descansaba un poco una voz la llamaba, la voz de un hombre, era una voz gruesa y de un tono engreída; en un instante apareció en otro lugar, ya no estaba en la cafetería era un lugar oscuro pero había un pequeño camino, la chica lo siguió hasta toparse con una enorme casa que repentinamente se llenó de fuego.
La chica al mirar aquella escena se alteró muchísimo, sus ojos se abrieron de par en par se veía en su rostro el temor que tenía, ella calló al suelo, empezó a llorar a cántaros y a gritar con una voz desgarradora.
-¡¡NOOO!!! ¡¡¿PORQUÉ?!! HAAA!!!!
Sus lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, ella temblaba, su corazón estaba muy acelerado que parecía que de iba a desmayar en cualquier momento.
-¿Por qué lloras?- una voz extraña se escucha proveniente de donde estaban las llamas.
La chica solo sintió un enorme y doloroso escalofrío recorrer su cuerpo, ella lentamente levantó la mirada y observó a la persona que estaba en frente de ella.
Era un pequeño niño de unos 8 años, la chica solo temblaba y lo observaba.
-Lo siento... lo siento tanto... Perdoname...- dice ella entre lágrimas y jadeos.
-¿Porqué? ¿Porqué debería perdonarte? !!!SI TÚ TUVISTE LA CULPA!!!- Grita el niño con una terrorífica voz que hizo que ella se asustara más.
Detrás de ella aparecieron otras tres personas más, una mujer y un hombre adultos y una chica joven de unos 17 años.
-!! TÚ TUVISTE LA CULPA!!!- Gritaron los 4 al mismo tiempo haciendo que la chica estallara de desesperación.
Señorita....
Señorita..!
-Señorita!!
La chica despertó de golpe muy exaltada y con una respiración demasiado acelerada lo que hizo que la mesera se preocupara.
-Señorita ¿Está bien?! está muy exaltada y estaba llorando- pregunta la mesera muy preocupada.
-¿Qué? Estoy bien, no se preocupe- contesta ella con una sonrisa forzada.
-¿Segura?- la mesera insistía.
-Si- ella reprocha.
-Bien... Aquí está su café- le acerca el café.
-Gracias...
