Capítulo 26

975 33 2
                                    

Marco y yo ya estamos en Madrid, volvimos hace tres días de Sevilla y de Mikonos cinco. Marco ahora mismo está preparando la maleta para la pretemporada, me va a dejar sola un mes. Menos mal que luego se pasa rápido una vez que empiezan con los partidos pero aún así sigue siendo un mes.

- ¡Claudia!
- ¡¿Qué?!
- ¡Sube! - a ver que quiere ahora este chico.
- Que te pasa - digo entrando por la puerta de la habitación.
- ¿Sabes dónde están los mandos que no uso de la play?
- ¿Te vas a llevar la play?
- No, me voy a llevar los mandos.
- Marco, vas a jugar al fútbol no a jugar a la play.
- Ya, pero y el tiempo libre que tenemos en el hotel qué. Tendremos que matar el tiempo, ¿no crees?
- Mira en la habitación de las cosas, supongo que estarán ahí.
- Que buen nombre le has puesto a la habitación cariño.
- Has visto, soy buenisima para los nombres.
- Espero que no seas igual eligiendo los nombres de nuestros hijos.
- Eduardo se va a llamar nuestro hijo.
- Lo que te digo, buenisima para los nombres.
- Que no tonto, como lo voy a llamar Eduardo a mi hijo. Le voy a llamar Antonio.
- Podrías ponerle un nombre más juvenil, ¿no crees? Más tipo como Marco, por ejemplo.
- Marco es muy feo.
- ¡Eh! Que es mi nombre y me le puso mi madre.
- Que es broma, Marco si que me gusta.
- Muy bien, ya tenemos el nombre, ahora solo falta el niño. Cuando quieres le hagamos.
- Fabricarle es lo mejor ¿no? Es lo que te ha faltado decirme.
- Pues si, es lo mejor, ¿me lo vas a negar?
- Para nada cariño. Anda voy a por tus mandos de la play a la habitación de las cosas - digo remarcando el nombre de la habitación.
- Cariño - me llama antes de que salga por la puerta.
- Que te pasa precioso.
- Que te voy a echar de menos - dice viniendo hacia mi para darme un abrazo y un beso en el cuello.
- Yo si que te voy a echar de menos, la que se queda aquí sola soy yo, tu te vas a rodearte de amigos y yo aquí sola, con Rome.
- Si quieres las puedes decir a Sara, Pao y Sof que vengan un día.
- Te voy a seguir echando de menos eh.
- Ya lo se yo, es normal.
- Que ego tienes - digo yéndome de la habitación.

Si, nos hemos venido a vivir juntos, me lo pidió en las vacaciones. No le podía que no a vivir con él, me vino diciendo que habíamos pasado un mes separados y que no podía aguantar más sin estar sin mi, que ese tiempo se le había pasado muy lento y que no podía aguantar más asique he dejado a Paola sola, aunque no tan sola se ha venido Bertto con ella.

- ¿Vas a venir al aeropuerto a despedirte?
- ¿Yo? ¿A despedirme de ti? Si me voy a quedar muy agusto sin ti para que me voy a despedir.
- Pues hace un rato me estabas diciendo que me ibas a echar de menos.
- Eso era por cumplir, en realidad no te voy a echar de menos.
- Pues ahora no vas a venir por lista.
- Que si voy tonto, como no voy a ir a despedirme de lo más bonito del mundo.
- Gracias, ya lo sabía.
- Lo único que no voy a echar de menos va a ser a tu ego, que agusto voy a estar sin tu ego.
- Va a ser al que más eches de menos, ya verás.
- Vamos a dejar a un lado tu ego ¿vale? Para un rato que te queda aquí conmigo no vamos a hablar de ego ¿no? - digo metiéndole mis manos por dentro de la camiseta.
- ¿Quieres mimos? Yo si que quiero. Y si quieres uno rapidito que no tengo mucho tiempo.
- ¿Ya estamos con el rapidito?
- Claro, sino no sería persona.
- Pues te vas a quedar sin el rapidito.
- ¿Me lo estas diciendo enserio?
- Es que quiero mimos.
- Y que mejores mimos que en uno rapidito. Estamos perdiendo el tiempo para las dos cosas. Hay tiempo para las dos eh. Para mí deseo y para el tuyo.

- ¡Marco! ¡Que llegas tarde! - digo desde abajo.
- Si no me hubieses entretenido.
- Pero tendrás cara, si has sido tu el que se ha entretenido. Más bien has sido tu el que quería el rapidito y por eso ahora llevas tarde.
- Venga, dímelo, que se que lo estás deseando.
- ¿El qué? - digo poniendo cara de no saber de que me está hablando.
- Si me hubieses hecho caso... - dice imitando mi voz.
- Yo no hablo así listillo.
- Yi ni hibli isí listilli.
- ¡Vamos! Que son menos diez y tenías que estar a en punto, vas a llegar tarde.
- Que no, ahora le piso bien al acelerador y ya está.
- Marco - digo poniendome seria y viendo mi cara ya sabe lo que hay.
- Vale, vale, voy bien. Pero le piso un poco. Es que sino llego tarde.
- Pues dices que hay tráfico.
- Ya, y los demás que viven en la misma zona no han pillado tráfico ¿no?
- Claro - digo riendo.
- Pues entonces les diré mira llego tarde porque me he entretenido follando con mi novia, eso mejor ¿no?
- Como se te ocurra decir eso cuando vuelvas duermes un mes en el sofá.
- No lo iba a decir cariño, creo.
- Anda, tira, tira para el coche ya.

Lo mejor que ha pasado ~ Marco Asensio ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora