Nunca me han gustado los cuentos de hadas, se me hacen absurdos e irreales, ¿amor verdadero? ¿Hechizos que se rompen con besos? ¿Qué clase de persona en su sano juicio creería en algo parecido? Mi única fantasía era ir a París, y gracias a mi trabajo, fondos monetarios, y mis ganas de ver a Daft Punk en vivo, estaba a tres días de irme, respecto a los cuentos… bueno, digamos que no son lo mejor que puede existir en mi vida.
…
Las calles eran preciosas, era una ciudad mágica y romántica, de eso no había duda, mi cara era un poema cuando me topé con lo alto de la Torre Eiffel. París era todo lo que había esperado conocer en mi vida, ¿por qué limitarse a creer que un príncipe llegará a hacer mis sueños realidad, si los puedo cumplir yo sola con un poco de esfuerzo extra?
Después de haber ido a donde mis pies me llevaran todo el día, tomando fotos de todo lo que me encontraba y probando comida por todas partes, llegué al hotel un poco más que “cansada”. Mis pies punzaban de dolor con cada paso que daba, y ahí estaba él, obstruyendo el paso de mi puerta con cara de cinismo, como si yo fuera la intrusa.
-Compermiso- le dije al castaño rizado de ojos verdosos frente a mí; éste sólo me dedicó una sonrisa sarcástica pero no se movió ni un centímetro. -¡Ey! ¿Qué estás sordo?
-Calla, no seas escandalosa.
-¿Perdón? Muévete si no quieres salir lastimado.
-Mira como tiemblo- me dijo sin verme a los ojos ¿quién diablos era?
-Oye, hablo en serio, quiero pasar a mi habitación.
-¿Tuya? ¿Así que eres tú quien me ha robado mi reservación?
-¿Reservación?- pregunté sorprendida, seguramente mi madre había influido en esto. -Lo lamento, no fui yo, esta es mi habitación.
-Bueno morenita, tendrás que compartirla.
-¿Qué? ¿Contigo? ¡Ni hablar! Debe de haber otra solución.
-Créeme, si la hubiera, la habría tomado. No eres lo que esperaba- ¿qué diablos estaba insinuando?
-Ni creas que te voy a dejar pasar a mí habitación-. Afirmo y él suelta una carcajada.
-Morenita, a como yo veo las cosas, la que no puede pasar a ninguna parte aquí, eres tú-. Pongo los ojos en blanco de mera irritación, éste tipo creía que yo iba a dejarlo pasar cuando ni siquiera sabía su nombre. No. Jamás pasaría.
…
-Lo siento señorita White, creo que no hay ninguna otra solución, a menos que alguno de ustedes dos decida ir a otro hotel-. ¡No! Mi orgullo no me permitía moverme de mi posición, Anita, la chica de la recepción insistía en que no había ninguna habitación disponible, y se lo creía, eran vacaciones de diciembre, y Daft Punk estaba a dos días de su concierto, estaba claro que todo estaba a tope.
-Bien, lo arreglaré con el señor… ¿cómo dices que se llama?
-Adam. ¿Es lindo cierto?- me preguntó Anita con un brillo emocionado en sus ojos.
-¡Uy! ¡No tienes idea Anita!.
Dirigí mis pasos con decisión hasta donde el castaño se había quedado para asegurarse de que yo no le jugara una buena trampa.
-¿Qué pasó, morenita?- me preguntó con todo el sarcasmo posible en su voz.
-No hay otra opción, o te vas tú, o me voy yo.
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Un Beso en París
RomanceHabía una vez… #1 “Había una vez, hace mucho tiempo, un reino en el que acababa de nacer la hija del rey, el pueblo entero había sido invitado a la presentación de la pequeña, Aurora, era su nombre. Sus hadas madrinas le concedieron tres dones disti...