Caminos

capitulo 18

Veo a Lucas sentado en la barra de restaurante bar, camino un poco agitada hasta donde está el y me siento en un banco que hay a su lado, dejo el bolso, el maletín y el abrigo sobre la mesa.

-hola, perdón por el retraso, ha sido una mañana muy agitada- y todo ha sido por culpa de tu hermano, pienso para mis adentros.

-hola, no hay problema ¿te cogió la tarde?- dice ladeando la cabeza de una forma peculiar.

-sí, anoche me desvele un poco y hoy casi que no me levanto.

-¿vamos a una de las mesas?- dice, sin esperar una respuesta coge mi maletín, yo cojo el bolso y mi abrigo. Lo sigo hasta el fondo del local.

-eso es poco propio de ti- dice volviendo a la conversación.

-sí, bueno, necesitaba meditar sobre algunas cosas, así que me preparé un baño de agua caliente, abrí una botella de vino y puse música para relajarme, pero poco me sirvió eso para poder pensar con claridad.

En eso se acerca una mesera, cada pedimos un hamburguesa con doble queso y papas fritas, para tomar una cerveza bien fría para cada uno.

-y bien ¿para qué me citaste aquí? Pudimos haber hablado en el almuerzo de mañana.

-no creo que quieras hablar de esto delante de todos.

-¿esto?- digo sin saber aun de que quiere hablar conmigo. Ayer en la tarde recibí un mensaje de Lucas que decía que quería almorzar hoy conmigo para hablar de algo muy importante, pensé que Melissa también estaría presente.

-espera a que lleguen con las cervezas, necesitaremos un poco de alcohol para tener esta conversación.

-vale, ya me estoy asustando un poco ¿tiene que ver con Melissa? ¿le ha pasado algo?

-no, todo está bien con ella. Es sobre otra cosa de la que quiero hablarte ¿no te imaginas que puede ser?- pensé por un momento sobre qué es lo que podría querer hablar conmigo, pero no se me ocurre nada.

-no, no tengo ni idea. Si no es sobre Melissa ni la boda no se me ocurre de que quieres hablar conmigo a solas.

La camarera deja nuestras ordenes sobre la mesa y se aleja con un prudente silencio.

-Lucas dejémonos de rodeos y ve directo al grano ¿de qué quieres hablar conmigo?

-¿Por qué nunca me dijiste que Andrew es mi sobrino, mi sobrino de verdad?- fue directo, sin anestesia, y el golpe fue brutal. Me quede mirándolo fijante mientras mi cerebro procesa lo que acaba de decir. Tomo un trago largo de mi cerveza necesitando refrescar mi garganta la cual de repente se encontraba ceca, además necesito el valor que el alcohol me puede brindar- y ¿bien?- dice al ver que me tardo en responder.

-al principio no lo sabía- comienzo optando por ser lo más sincera posible- no me entere hasta el día que me lo presentaste como tu hermano. Sabía que tenía un hermano, pero como tú, él no hablaba mucho de él, solo lo menciono un par de veces, pero nunca me dijo su nombre. Nunca me imaginé que ustedes fueran hermanos, además no comparten el mismo apellido.

-Charly prefirió usar el apellido de su madre- eso explica algunas cosas- ¿Por qué no me lo dijiste cuando te enteraste?

-quería hacerlo, pero no estaba dispuesta a correr el riesgo de que Charly supiera de Andrew.

-y ¿ahora si?- pregunta enarcando una ceja, lo odie un poquito por eso, aun no entiendo como es capaz de hacerlo.

-no, pero ya no tengo opción, el ya vio a Andrew, aún no sabe que es su hijo, pero estoy segura que lo sospecha, además ya sabes la verdad y estoy segura que no te quedaras callado.

-¿ya lo vio? ¿Cuándo?

-fuera de la guardería, incluso ya lo acompaño a uno de sus entrenamientos, Andrew lo invito.

-vaya eso sí que es inesperado- frunce el ceño y mira su hamburguesa a medio comer por unos segundos- él nunca me ha invitado a uno de sus entrenamientos- dice cabizbajo.

-puedes llevarlo al de hoy si quieres, estoy segura que Andrew estará encantado con la idea.

-no, no cuenta si eres tú quien me invita, tiene que ser él- ¿estoy hablando con un adulto o con un niño?

-como quieras- le doy un mordisco a mi hamburguesa.

-en cuanto a que no me voy a quedar callado, tienes razón, sin embargo, seré amable contigo y te daré la opción de que seas tu quien se lo diga.

-ya había pensado hacerlo, solo debo encontrar el valor y el momento adecuado para decírselo.

-también tendrás que hablar con el niño y explicarle las cosas.

-lo sé, y eso va ser lo más difícil de todo.

-¿quieres que te ayude con eso?

-gracias, pero creo que eso le corresponde más a Charly que a ti.

-tienes razón. Solo espero que se lo digas antes de navidad, quiero presumir a mi sobrino en la fiesta navideña de la oficina- aunque lo dijo en un tono alegre y despreocupado advertí su menaza, tenía hasta navidad para hablar con Charly y mi hijo y si no lo hacía yo, lo hará él.

De repente la hamburguesa es demasiado insípida y la cerveza demasiado amarga, ya no tenía hambre, el nudo en mi estomago me impedía probar otro bocado.