Encrucijada (RivaMika)

Parte 3 - La mañana de operación

Qué tal a todos!! Sé que he descuidado por mucho la continuidad de la historia. Quisiera tener el tiempo para echar a volar mi imaginación, pero ahora con mi nuevo trabajo me resulta difícil tener la inspiración y el tiempo para escribir éste Fanfiction. Seguiré aprovechando mis ratos libres para avanzar con los relatos hasta llegar en el tiempo de RivaMika. Espero y les agrade el nuevo capitulo.

Después de haber escuchado anoche a Eren, tuve en mente varios pensamientos inquietantes, lo cual hizo mi apetito desaparecer y surgir el deseo para partir pronto de la fogata. El único quien se tomó el interés de acercarse a mí fue Jean, parecía estar preocupado, que tuve que jugarme bien el argumento para no darle mucha explicación, y sin tantos rodeos él fácilmente creyó a mi excusa del agotamiento.

Abro los ojos, pese a estar enrollada con la sábana, pude sentir que el alba está con un ambiente fresco. Sasha se encuentra tirada en cama aún, y la causa de ello es que la convivencia se alargó por mucho. No estuve esperando por su regreso, el conciliar el sueño con una mente preocupada fue difícil de conseguir que, cuando ella llegó yo permanecía despierta. Sé que debería estar igual que ella, pero cuando tu cuerpo se acostumbra a levantarse ya en un tiempo determinado, aun con la fatiga, no logro quedar dentro de las cobijas. Salgo de la cama con cuidado y en silencio para no despertarla, ella hasta dormida parece un ser muy anómala.

Cuando vestí algo cómodo salí de la habitación. La antesala estaba con un aspecto nebuloso, se estaba convirtiendo en un almacén de humo. Sasha olvidó cerrar las ventanas, incluso cuando no le he dicho nada, ya me la imagino pedir disculpas por corregir su descuido. Después de cerrar la entrada de humo me dirijo al cuarto de baño, ¡mi vientre está por reventar!, siendo la primera satisfacción que permito a mi cuerpo por deshacerse de algo tan banal. Si lograra deshacerme de mis preocupaciones tan fácil como lo es el defecar, estoy segura que el dolor de cabeza no sería tan frecuente.

Hanji no nos dio hora exacta para comenzar con las actividades de hoy, así que mientras no reciba indicaciones, trataré de hacer lo usual. Lo que encuentro al salir de la cabaña, es a varios soldados reunidos en torno a una fogata, seguramente son los que velaron toda la noche. Si lograra conseguir un intercambio al turno nocturno mis desvelas no quedarían en vano, además, no sé si todos ellos realmente estén cumpliendo con la vigía mientras descansamos.

Me atrevo a recorrer el sitio lo más cerca posible para analizar con la mirada al personal, no con el fin de acecharlos en algún despiste, estaba esperanzada en avistar a alguien de mi escuadrón, no obstante, parece que todos continúan dormidos.

- Mikasa. - me vuelvo de golpe. No era necesario rebuscar demasiado entre el agrupamiento, el capitán Levi estaba tan a la vista de cualquier persona, como si le resultara fácil hallar camino entre los soldados con tan sólo una palabra. Imagino que el oír llamar a unos de sus inferiores, los demás identificaron de inmediato su objetivo que abrieron brecha para no obstruir su paso. Él se acerca en dirección a mí, portando consigo dos tazas en mano. - ¿Te encuentras mejor? - extiende uno de sus brazos para entregarme una pieza. La recibo un poco confundida, pero sin expresar rasgo de asombro.

- Estoy bien. - de inmediato sorbo un poco del té, teniendo precaución por lo caliente que está.

Iba agradecerle por su acto de amabilidad, pero la sensación de extrañeza me limitó a un simple gesto. Él estaba quieto, en silencio. Creí que estaría con la comandante Hanji en la elaboración de estrategias, pero por su aparente aspecto, parece que esta mañana será su tiempo libre. Él viste un pantalón oscuro y camisa blanca, la prenda que casualmente porta cuando no toma responsabilidades.

- Lo veo muy calmado. - hablé.

Él continuaba disfrutando de su infusión, de hecho, siento el silencio extenderse por mucho. Me arrepiento por tomar en cuenta una conversación con él, debí suponer que su calma representaba un deseo de paz y silencio, por eso no se encuentra con Hanji. Probablemente ese sea el caso.