Capítulo 23

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Sesshomaru miraba atónito como el cuerpo de su hermano caía inconsciente al piso, aferró el cuerpo de Kagome más al suyo, la mujer se giró para verlo sonriente ¿Acaso esa mujer tomaba todo a burla?

Seisui: ¿La amas?

Sesshomaru: Daría mi vida misma por ella *Seguro de sí mismo*

Seisui: *Suspira* Esa mujer que tienes en tus brazos es poseedora de un poder extraordinario... un poder que es capaz de eliminar este mundo *Sesshomaru miró el rostro pacifico de Kagome* pero mientras tú estés con ella no habrá nada que temer.

Sesshomaru: ¿Quiénes son ustedes? *Sin acabar de entender*

Seisui: Ya lo dije antes... yo soy Seisui, la Diosa del tiempo y ese que está ahí *Señal con el dedo al hombre que se encontraba a espaldas de él* es Inuyasha *Sesshomaru se quedó boquiabierto* un Inuyasha que viene de otro mundo... No te daré muchos detalles de lo que sucede, pero este Inuyasha cambió la historia en el mundo principal que es donde venimos, las repercusiones en los demás mundos también sufrirán el mismo cambio y puede suceder de diferentes maneras...

Sesshomaru: Pe... pe... *Balbuceando*

Aquel Inuyasha lo veía con una impotencia en su rostro que a Sesshomaru le dio lástima, era como si en su mirada se reflejara un profundo pesar, algo había en ese Inuyasha que contaminaba sus ojos ámbar de tristeza...

Sesshomaru: ¿Por qué no me borras la memoria igual que a mi hermano?

Seisui: Eres inteligente, dudo mucho que andes pregonando lo que acabas de ver, lo único que te pido es que la cuides, recuerda que eres el sello de sus poderes y no es necesario que te mencione que no lo debe de saber nunca.

Seisui dio media vuelta seguida por aquel Inuyasha, en un instante un portal de colores se abrió frente a ellos dejando escapar una ventisca de aire por todo el lugar, Seisui entro para perderse dentro, pero antes de que el otro Inuyasha entrara para desaparecer lo volteó a ver, lo miro con tristeza, sabía que esta era una de las consecuencias de sus actos en otro mundo... Aún no podía aceptar en su interior que la mujer había decidió estar con Sesshomaru... Se acercó de nuevo ignorando las palabras de Seisui, le tocó delicadamente el rostro a Kagome aunque Sesshomaru la tuviera aún en brazos, él lo miro con desconfianza e intento apartarla.

Inuyasha: Yo no soy como ese mafioso... *Dudoso* Sea lo que sea que es un mafioso en este mundo, Seisui no me lo quiso explicar bien... Pero cuídala... Y perdóname... Todo esto es mi culpa...

Miro a Kagome con tristeza de nuevo y le dio un beso en la frente, no le había dado tiempo de reaccionar a Sesshomaru porque aún estaba confundido y no entendía nada...

Inuyasha camino al portal y hecho un último vistazo <<Es idéntica...>> luego se metió y el portal se cerró dejando una pequeña brisa en el lugar.

Entre abrió los ojos, aún tenía ganas de vomitar pero con mucho esfuerzo pudo hacer que se esfumaran, se colocó boca abajo en el suelo para poder levantarse, fue entonces cuando vio a esa mujer, sus ojos se abrieron como platos y retrocedió arrastrándose por el piso de espaldas hasta topar a la pared.

Inuyasha: Ahora veo muertos... ¡No puede ser! *Se tapa la cara*

¿?: No estoy muerta Inuyasha... Nunca lo estuve.

Inuyasha: *Aparta sus manos* En verdad... ¿Eres tu Kikyo?...

Ella estaba sentada en un montón de escombros, resultado de los vientos creados por Kagome cuando despertó como dama de la oscuridad, se bajó y caminó hasta Inuyasha que aún la veía con miedo, pero también estaba estupefacto, no imaginaba que ella siguiera con vida, ella se detuvo frente a él y se agachó hasta quedar a su nivel, reconoció su mirada, ahora más fría que nunca.

Cuando el hilo rojo se rompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora