El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)

Capitulo 40: Confianza

Doy un paso en frente de Seungkwan, listo para protegerlo con mi vida si se necesitaba.

—¿Qué es? —pregunta Seungkwan, notando la forma en que cambia mi cara.

Doy un paso hacia adelante donde siento el jalón, manteniendo a Seungkwan cerca detrás de mí. Entonces lo veo. Un destello de rubio. 

Cuando me doy cuenta que es Jeonghan  y no el coleccionista que me sigue de cerca, me relajo. Aun así, no puedo hablar con él con Seungkwan aquí.

Miro a Seungkwan y envuelvo mis manos alrededor de su mandíbula. 

—¿Puedes hacer algo por mí? ¿Puedes esperar por mí arriba en la casa?

—Hansol, estás asustándome.

—No, no te asustes, cariño. —Lo beso ligeramente en la punta de su nariz, entonces otra vez en su frente. —Estaré justo detrás de ti. Ve ahora, ¿de acuerdo?

Él echa un vistazo hacia el bosque donde sabe que justo estaba mirando y asiente. Sobre su hombro, me observa mientras hace su camino hacia la vereda. 

Cuando ya no puedo verlo, me dirijo hacia Jeonghan.

—Sal —digo— sé que estás aquí.

Jeonghan sale desde atrás de un árbol como un asesino en masa y se pavonea presuntuoso. Su cara se frunce con asco mientras sus pies se clavan en el barro y en las hojas secas.

—¿Qué estás haciendo aquí afuera? —pregunta él.

—Hablando.

—Mentiroso.

—Tú sabes qué estamos haciendo aquí afuera; has estado esperando como un acosador —digo—. ¿Entonces qué pasa? ¿Qué tienes que decir?

Jeonghan alisa su cabello hacia atrás, entonces posa sus garras en sus caderas. 

—Vengo a advertirte. Nosotros creemos que estás siendo seguido por uno de los tuyos. Y que puede tratar de hacerte daño, o tal vez incluso a Seungkwan.

—No me digas, Sherlock —Me recargo contra un árbol y pateo en la corteza. —¿Qué más tienes?

—Tú sabes.

—Claro que sé.

—Entonces vas a decirle.

Mis ojos se van hacia la derecha. —Estoy tratando.

Jeonghan se echa a reír. Es rápido y afilado y dice que es todo excepto gracioso. 

—Bueno me permito darte alguna motivación. Tienes hasta mañana para decirle quien eres en realidad, o yo lo haré.

Me alejo del árbol y doy un paso hacia él. 

—¿Pensé que no iban a interferir?

—Los planes han cambiado —dice Jeonghan sacando un cigarro y encendiéndolo—. Dile. Pronto. Déjalo escoger por si mismo de qué lado quiere estar.

Mi mente corre deprisa. Tengo que decirle a Seungkwan, y las posibilidades que hay después de que lo haga, es que él querrá alejarse de mí como sea posible. Tal vez él 
correrá directo hacia los brazos listos de Jeonghan. No sería lo peor en el mundo. Jeonghan trataría y lo protegería. Pero no podría hacer lo que yo haría, no iría a los mismos extremos para mantenerlo a salvo.

Él no lo ama como yo lo hago.

Pero si Seungkwan no se acercará a mí después de que le diga la verdad, Jeonghan puede ser mi única opción para asegurar que él permanezca a salvo. Aunque para que Jeonghan haga eso, tenga que decirle todo.