Dieciséis

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Ha pasado una semana, y Madison decidió no hablar con nadie que entrara a aquel sótano, ella pensaba que el único culpable era aquel joven rizado que entraba de vez en cuando y se le acercaba, en ese tiempo él no la a lastimado, pero ella no confía en él, y esta claro, pues el fue su secuestrador.

En cambio, Joel ya no reconocía a Erick, ya no era el mismo, metido en drogas. mas violento, no hablaba, se encerraba en su habitación y por las noches salia a beber alcohol. Ya no era ese chico dulce, atento y cariñoso de hace años.

Erick: Regreso en la noche.-avisa con voz baja entrando a la habitación de su hermano.

Joel: Aja.-asiente sin apartar la vista de su celular mirando lo que las autoridades están haciendo por encontrar a Madison.

Últimamente han estado distanciados, casi no hablan o están en desacuerdo con cualquier cosa, cada uno hace lo que cree conveniente.

Joel: No creo que sea buena idea.-comenta apartando la vista de su celular y poniéndose de pie a un costado de la cama.-Los acabas de conocer, no me dan buena espi....

Erick: Es mi vida.-lo interrumpe abruptamente.--Y es mi tiempo, prefiero estar con ellos, que estar aquí  discutiendo contigo.--busca sus ojos, .-Ya no te entiendo.-se acerca.-Decias que eras mi hermano, que podía contar contigo, pero parece que no, te comportas diferente, no te comportas como tal.-da un paso al frente y el rizado se pone de pie quedando a centímetros del ojiverde.

JoelEso no es verdad.-intenta tocarlo, pero el ojiverde se aleja.-Me preocupas Er, solo quiero lo mejor para ti, este no es el camino correcto, aun estas a tiem....

Erick: No.-levanta las manos a la altura de su pecho.-No, esto es lo que yo decidí, el camino que elegí... Para mi, no hay vuelta atrás.-dice por último para caminar al puerta y salir cerrándola con un fuerte golpe. Aunque no quiera admitirlo por las noches todos eso recuerdo de cuando era feliz junto a Madison se hacen presentes, extraña besarla o abrazarla, solo ella podía hacer entrar en razón.

El rizado se sentía mal, no soportaba ver a Madison llorar cada noche susurrando el nombre de su hermano, ni mucho menos verla sufrir, para él, ella se merecía más que una simple prisión, se merecía libertad, ser libre, ser amaba...

Aveces, hay ocasiones en las que por mas que nos duela admitir algo o elegir el camino correcto debemos hacerlo.

El rizado le dolía profundamente lo que estaba por hacer, temía las consecuencias, pero no podía seguir con esto, él no era como su hermano, era diferente, pero a la vez tenia tanto en común. Desde pequeños compartieron gustos, recuerdos, risas incluso pensaban igual o daban el mismo punto de vista, pero un simple día todo cambio.

El ojiverde llegó tarde a su casa, golpeo a su hermano sin razón alguna dejándolo inconsciente, se encerró en su habitación y tiro todo a su paso, por la noche se oía que lloraba y se lamentaba, incluso llegó a tomarse una botella de vino completa. Nadie de su familia supo la razón de su actitud, y por mas que se quisieron acercar a él no podía, él no se los permitía, no hablaba con nadie, no mostraba interés en nada. Desde aquel día algo en ellos cambio, su vida dio un giro inesperado y se volvieron polos opuestos, personalidades completamente diferentes.

Joel: Hola.--habló casi en susurro abriendo cuidadosamente la puerta de madera que daba al sótano.-Eh ho-hola.-se adentro a la pequeña habitación.-¡Angel no!.-grito al ver a Madison en esas condiciones, él ya no soportaba más.

✔️sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ ||E. B. C|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora