P6: Enemigo mental.

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—¿Podemos hablar?—cuestionó Joel.

Daniela dio un respingo y se quedó quieta observando los lomos de los libros que tenía dentro de su locker aunque la sonrisa radiante de Timothée Chamalet no le ayudaba en absolutamente nada.

Cerró lentamente la puerta de metal y dejó sus ojos fijos en los de Joel que la observaban con una mueca de confusión.—¿De qué quieres hablar conmigo...?

—Tengo la sensación de que has estado ignorándome todo el día...—comentó.—Has estado evitándome...

—No he estado evitándote. Sólo tenía muchas cosas que hacer.—mintió porque en realidad sí que lo estaba tratando de evitar.

La idea de saber que ella había tenido que ver con el cambio tan radical de Joel le daba pánico. Y Ghalia lo sabía; por eso había estado haciéndola de su verdugo todo el día. Era como era la voz de su conciencia que la torturaba día y noche.

—Y bien...

—¿Y bien qué...?—cuestionó en voz baja. Joel se echó a reír y negó un poco.

—¿Vamos a estudiar hoy?—preguntó el muchacho sin dejar de contemplarla con fijeza. Lo que él no sabía realmente era que con cada segundo que pasaba y sus ojos seguían fijos en los de Daniela: el corazón de la chica no dejaba de latir tan descontroladamente que estaba casi segura que en cualquier momento se iba a desmayar.

—Es que yo...

—Dani...—la voz de Eliud la hizo callarse. Se quedó quieta un momento y llevó sus ojos hasta Joel.—por favor, Daniela...

—No quiero hablar contigo.—decidió sonando tan fría de repente. Eliud la observó en completo silencio; ese tipo de silencio que hacía estremecer la piel mientras tratabas de adivinar qué nuevo plan siniestro se estaba desarrollando en la cabeza de la otra persona. Por lo menos eso era lo que Daniela Uccello creía.

Dentro de la cabeza de Eliud no podía desarrollarse cualquier otro plan que no fuese siniestro.—Dani...

—Joel y yo iremos a estudiar a casa así que no podemos perder el tiempo contigo.—resopló con fastidio.—Vamos, Joel...—añadió entrelazando su mano con la del rizado.

Joel no respondió, simplemente dejó que ella lo guiara. Lo menos que necesitaba era cualquier problema; mucho menos si ese problema incluía a Eliud Páez.

Daniela no soltó la mano de Joel en todo el camino al auto. Las miradas curiosas de inmediato se posaron en ellos pero aquello era la menor de sus preocupaciones. Cierto que primero había tratando de huir de Joel pues su enemigo mental no dejaba de torturarla con la idea del cambio de imagen del muchacho y que ella tenía algo que ver con eso. Y de un momento a otro gracias a Eliud –para su buena o mala suerte- había terminado huyendo con él. ¿Qué era lo que le pasaba que no dejaba de sentirse culpable?

"Te estás equivocando, Dani. Estás haciendo todo mal". Le dijo una vocecilla; fue entonces que se dio cuenta que seguía de la mano con él, lo soltó de inmediato y se quedó observándose a sí misma junto a Joel en el reflejo que le ofrecía el cristal de la ventanilla del auto.

—¿Estás bien?—preguntó finalmente el muchacho. Ella se giró sobre sus talones, le ofreció una pequeña sonrisa y asintió lentamente.

—Estoy bien.

—Pareces un poco...

—Ver a Eliud de alguna manera me pone de mal humor.—admitió.

—Por eso huimos...—adivinó el muchacho. Daniela inspiró profundamente y negó un poco.

SE BUSCA NERD ¡URGENTE! (SSB #4)|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora