Una vida junto a R5 [TERMINADA]

Capítulo 8

NARRA JUDIT*

Ratliff: ¿Qué te gusta?

Judit: me gusta la música y el chocolate. ¿Y a ti? Ratliff: A mí me gusta hacer el tonto y estar con amigos.

Judit: Bien…

No sé porque he hecho ese comentario.

Ratliff: ¿y ahora qué?

Judit: ¿ahora qué de qué?

Ratliff: ¿Qué quieres hacer?

Judit: Podemos ir al parque…

Ratliff: Me parece bien.

Pedimos un taxi y fuimos al parque. Nos sentamos en los columpios y seguimos hablando. Al cabo de un buen rato, miro el reloj.

Judit: Vaya, ya es tarde, debería volver a casa… Ratliff: Te acompaño.

Llegamos a casa, me acompaña hasta la puerta y me da su número de teléfono.

Ratliff: Para que puedas llamarme cuando quieras volver a verme.

Miro el número, levanto la cabeza y Ratliff me regala un beso en la mejilla. Se va sonriendo. Pero de pronto vuelve y me dice:

Ratliff: Me voy con Ross.

Judit: Em.… bien, entremos a buscarlo.

*NARRA MARTA*

Después de una cena llena de preguntas, respuestas y risas decidimos ir a la piscina.

Ross: ¿no tendrás una manguera?

Marta: Em.… si. Pero, ¿para que la necesitas?

Ross: Bueno, es que tengo un problema con mi pelo y antes de bañarme tengo que pasarme agua para que, bueno, no se me ponga verde…

Marta: ¿verde? Jaja

Ross: Es verdad…

Marta: Vale, vale. Esta allí, ¿la ves?

Ross: Si, ahora vengo.

Me quito la ropa y me quedo en bañador, bajo las escaleras y entro en la piscina. El agua está templada, como a mí me gusta. Me doy un chapuzón y saco la cabeza, me froto los ojos para sacarme el agua, los abro y veo a Ross a punto de tirarse.

Ross: ¡allá voy!

Marta: ¡No!

Pero no me hace caso y se tira salpicándome. Marta: ¡Ross!

Pero él ignora mi enfado y se acerca hacia donde me encuentro. Me coge por la cintura y me dice: Ross: ¿Sabes que eres muy hermosa? Aún más vista de cerca.

Marta: Ross…

No me da tiempo a terminar la frase, Ross va acercando sus labios a los míos. ¡O dios! ¿Y ahora qué hago? Quiero que me bese, pero me da miedo… nunca antes he besado a un chico, ¿y si no le gusta? Por suerte o por desgracia no me da tiempo de comprobarlo, pues oigo la voz de Judit. Judit: Marta, ya estoy en casa. ¿Dónde estáis? Ratliff está esperando a Ross para marcharse. Salimos de la piscina, nos secamos un poco y nos vestimos. Vamos hacia el interior de la casa. Allí se encuentran Judit y Ratliff esperándonos.

Ratliff: ¿Nos vamos Ross?

Ross: Voy.

Ross me mira, saca un papel del bolsillo, apunta algo y me lo da.

Ross: Para que podamos seguir en contacto. Entonces me besa en la mejilla. Se despide y se va con Ratliff. Yo lo único que hago es mirarlo, sonrojada, sin decir nada.

*NARRA IRINA*

El cine está lleno. Riker me ha dejado sola mientras va a comprar las entradas. No sé qué película vamos a ver. Según Riker es una sorpresa. Me quedo mirando los posters de las películas intentando adivinar cual vamos a ver. Pero hoy solo hay dos opciones: la primera película es una de terror, como las odio… y la segunda una romántica, que tampoco es que me guste mucho pero se soporta. No tarda demasiado en comprar las entradas, pues, de pronto, me pone una mano en el hombro y me dice:

Riker: Ya tengo las entradas, ¿entramos?

Irina: ¿Qué película vamos a ver?

Riker: Esta – dice señalando a la película romántica.

Irina: Bueno…

Riker: ¿No te gusta?

Irina: Bueno, mirando lo que dan es la que prefiero.

Riker: Bien, entonces, ¿entramos?

Irina: Si.

No compramos palomitas ni nada por el estilo, simplemente, no nos apetece. Nos sentamos en un sitio, por el centro de la sala y pronto, el cine se llena de gente.

Riker: ¿Quieres pañuelos?

Irina: Por favor, como si los necesitara.

Pero después de que haya pasado una parte de la película, me arrepiento de decir eso. Se me ve a mí, llorando, a más no poder y Riker, como no, mirándome sonriendo con esa sonrisa que me pone tan nerviosa. Me da un pañuelo, me limpio los ojos y vuelvo a prestar atención a la película. De pronto, noto algo en uno de mis hombros, algo que se mueve lentamente, me giro hacia allí y me encuentro con una mano, la de Riker. Me giro a mirarlo, él me mira. Aparto la vista y vuelvo a mirar su mano. Suspiro. Cojo su mano y quito todo su brazo de alrededor de mi cuello. Lo miro. Irina: No te pases.

Él me mira riendo de la misma manera que antes. Me doy cuenta de que me sonrojo, y me arrepiento de lo que he hecho, deseando que su brazo siguiera estando alrededor de mi cuello. Terminamos de ver la película sin que ocurra nada especial. Salimos a la calle.

Riker: ¿Quieres que te lleve a un sitio?

Irina: ¿A dónde?

Riker: Sorpresa.

Nos dirigimos hacia la moto, subimos y nos vamos hacia la playa. Detiene la moto en un parque, un trozo de césped con un banco, cerca del mar. Bajamos de la moto, me coge de la mano y me lleva hasta el banco. Nos sentamos. Me quedo mirando el mar. Noto una mano que coge la mía. Me giro. Miro los ojos de Riker. Él también me mira. Se va acercando cada vez más a mí. Yo me acerco también, no puedo evitarlo. Sus labios se juntan con los míos. Noto unos escalofríos en la barriga. Cierro los ojos y disfruto del beso. Nos separamos. Nos quedamos mirándonos, hasta que me despierto del trance. Me levanto del banco. Irina: Lo siento, ha sido un error…

Me voy corriendo y solo consigo oír:

Riker: ¡Espera! ¡Irina!

Pido un taxi y regreso a casa.