Después de que convencí a mis papás de quedarnos a vivir en Nueva York, muchas cosas cambiaron tanto dentro de mi familia como fuera de ella. Mamá y papá consiguieron una casa, que al principio era pequeña pero que -después de que mamá quedó embarazada de nuevo- pasó a ser una casa enorme en la que habían tantas habitaciones que sentí miedo de cuantos más hermanos pequeños querían mis papás que tuviera porque -siendo honesto- Matty y Aaron ya eran suficiente trabajo de niñero para mí.
El señor Malzieu comenzó a darme clases de violín también. Me enseñó a como tocar melodías básicas cuando su hermano accedió a devolverle su violín bajo ciertas condiciones y después de un par de semanas en recuperación le permitieron irse del hospital con una lista de medicamentos que debía tomar cada cierto tiempo. Damian se puso triste por eso, era obvio a pesar de la sonrisa que tuvo todo el tiempo en su rostro. Había intentado actuar normal mientras el hermano del señor Malzieu empacaba sus cosas en su último día dentro del hospital pero el señor Malzieu parecía conocerlo tan bien como yo pues antes de irse, se agachó frente a él y dijo:
-Pequeño Damian, ¿de verdad piensas que ésta será la última vez que nos veamos?
Sólo esas palabras fueron suficientes para hacer que la sonrisa de Damian se transformara en la mueca llorosa que se había esforzado tanto por ocultar. Él negó con la cabeza y alzó los hombros, no sabiendo que responder a lo que dijo el señor Malzieu mientras el taxista y su hermano lo esperaban impacientemente para irse.
-¡No lo es! -sonrió- Aún tienes muchas lecciones de violín por delante. -se giró hacia mí- Tú también, Harry. -yo asentí, decidido a seguir viniendo al hospital tanto por sus lecciones de violín como por Damian- Además, la señorita Allison no ha despertado aún, aún si no quisieran verme de nuevo lo seguirían haciendo.
Se despidió de nosotros con un abrazo que me preocupó hubiera sido demasiado fuerte para alguien que se estaba recuperando de una cirugía y se fue, pidiéndonos que no nos pusiéramos tristes porque lo veríamos más pronto de lo que pensábamos y así fue. El señor Malzieu comenzó a venir dos o tres veces por semana para jugar con nosotros, enseñarnos nuevas canciones y tocar el violín tanto a la señora Allison como a muchos otros pacientes del hospital que parecían sentirse más animados una vez que él llegaba a verlos.
Yo iba casi todos los días al hospital. Las personas que trabajaban ahí incluso comenzaron a reconocerme y a llamarme por mi nombre y -a pesar de que a mis papás no les gustaba la idea de que estuviera todo el tiempo en el hospital- yo estaba feliz por eso. Se sentía como si cada vez estuviera perteneciendo más y más al mundo de Damian y eso me gustó, pero el tiempo que podía pasar ahí se redujo cuando las clases en mi nueva escuela comenzaron.
Al principio me sentí mal por Matty porque estaba realmente molesto por la mudanza y por ser el chico nuevo cuando en Londres estaban todos sus amigos, pero -como no tardó demasiado en llevarse con los otros niños de su clase- dejé de preocuparme por él para preocuparme por mí mismo y por la promesa que le hice a Damian.
Me llené con la determinación de convertirme en un doctor tan rápido como pudiera para ayudarlo a salir del hospital y lograr que pudiera hacer lo que sea que quiere hacer cuando mira por la ventana cerrada y cubierta de cortinas en su habitación; y con eso me esforcé aún más con mis estudios. Saqué los mejores puntajes de mi salón e incluso me propuse a estudiar lecciones más avanzadas del grado en el que estaba y, gracias a la recomendación de mi maestro, fui capaz de saltarme un año y comencé a estudiar con chicos mayores que yo.
Me sentí orgulloso por ello. Mamá y papá se sorprendieron cuando lo hice y se pusieron tan felices por mí que incluso compraron pastel y me hicieron una pequeña fiesta pero yo no dejé que eso se me subiera a la cabeza porque sólo era un año. Había logrado acercarme a lograr mi promesa un año más pronto pero aún no estaba ahí, aún tenía que esforzarme más para ser doctor, así que seguí estudiando. Aprendí palabras y cosas que no sabía y fui descubriendo como funcionaba el mundo poco a poco.
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Not Eternal
RomanceHarrison Valeska se ha enamorado profundamente de Damian. Teniendo sus primeras experiencias en el amor con él y conociendo lo que es el significado de la felicidad gracias a Damian, Harry tendrá que enfrentarse a la realidad de haberse enamorado d...