Capítulo 3

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Al llegar, la preceptora nos avisó que la profesora de la primera hora no venía ¿Por qué nos avisan justo ahora? Aunque podría aprovechar para ir a la biblioteca a continuar con mi lectura.

La biblioteca estaba casi vacía y tan silenciosa como un velorio; era el ambiente perfecto.

Fui al rincón de siempre creyendo que estaría sola, pero luego de unos minutos me percaté de un chico que buscaba un libro en una selección un poco cercana a mí. Sabía que de quien se trataba. Su nombre es Arturo Novicov, una persona que no se relacionaba con nadie, más por odio a la humanidad que por timidez; tenía una actitud individualista porque creía que era mejor que los demás, y nadie se animaba a reprochárselo porque en cierto punto, era verdad. Tenía el primer lugar en todo lo que hacía; tampoco nadie se animaba a meterse con él, ya que con su oralidad y cinismo podría dejar en vergüenza a cualquiera.

- ¿Es mejor ser temido o amado? - preguntó sin apartar la vista de su búsqueda. Su pregunta era una clara alusión a un capítulo que estaba leyendo de "El Príncipe" ¿Cómo pudo darse cuenta de eso en pocos segundos y casi sin mirar en mi dirección?

- Creo que cualquier líder amado recibirá un respeto superior al que es temido.

- ¿Y no es esa benevolencia que le permite ser amado, una venda decadente que no permite a los civiles ver la mano blanda con los criminales? ¿Una suerte de síndrome de Estocolmo colectivo quizás?

- Se precisa ser severo con los criminales. 

- Y a eso se refiere Maquiavelo con ser temido: una mano dura con los criminales para la seguridad de los civiles alienta un cierto temor- dijo volteándose en mi dirección.

- Eso dice, pero creo que eso lo haría amado y admirable. El pueblo quiere justicia.

- Es una admiración que surge como consecuencia de una determinada severidad... a menos que hablemos de civiles progresistas.

- Es un buen punto – dije riéndome. Siempre creí que las personas de ciencia aborrecían la política.

- Es un hecho ¿Qué opinas de la "Razón de Estado"?

- No creo que los civiles deban pagar los errores de los gobernantes.

- ¿Y crees que los esos gobernantes aparecieron de la nada? Alguien los tuvo que haber votado.

- Sí, a base de engaños y retóricas políticas. Pero en ese caso, son las mismas personas las que tienen la responsabilidad de informarse. Tal como decía Sócrates: <<El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres>>.

- Pero seguimos viviendo en una sociedad que se empeña en ser apolítica y que a la hora de la verdad se guían por el rastro de un humo sentimentalista. Y ya que citaste a Sócrates ¿Sabes cuál era su postura con respecto a la democracia?

- En contra. Según la República de Platón.

- ¿Qué opinas de su postura? Teniendo en cuenta la analogía del navío, claramente.

- Creo que entiendo por qué pensaba así, Platón también lo hacía, pero para llevar a cabo su ideología postuló la teoría de las tres almas del ser: el alma racional, que tendría que ser la clase gobernante; el alma irascible, que sería la clase guerrera y el alma concupiscible que tomaría el papel de la clase productiva. Esta división de por sí, es tediosa, porque ¿Quién y en qué momento decide tus capacidades? Y como si fuera poco, creía que los niños no debían ser educados por los padres, sino por el Estado; además de estar en contra de la propiedad privada. 

Años después, muchas de esas características se incorporaron en países comunistas, y cuando el matemático Bernal Russell fue a conocer la Unión Soviética, exclamó aterrorizado...

- ... Se ha implementado la República de Platón – dijimos esta última frase al unísono.

- Se nota que te gusta mucho la historia

- Más específicamente la Filosofía – dije - ¿Qué piensas tú de sus perspectivas?

- Creo que tanto Sócrates como Platón se olvidaron de la diferencia entre democracia intelectual y democracia por derecho de cuna.

- ¿Y sobre la "Razón de Estado"?

- Que en un sistema liberal no habría Estado al que proteger ni que tuviera que anteponerse a los derechos colectivos o individuales. Además de ser un concepto que a menudo se utiliza para justificar el terrorismo.

- Concepto sugerido en la antigua Italia, cuyo sistema se basaba en las monarquías ¿Se basan esos Estados en una monarquía disfrazada?

- Tal vez – dijo con una sonrisa.

- Soy Angélica- dije extendiendo mi mano a modo de iniciar un saludo formal.

- Arturo Novicov – dijo estrechando mi mano – Bien, ya encontré mi ejemplar, – dijo tomando un libro de Física del estante – Nos vemos.

- Adiós.

En El Nombre Del PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora