Ya era tarde y aún continuaba tirado en la cama, Freiya no había vuelto desde que desperté asi que comencé a asumir de una cacería. Todos necesitamos comer y ella no es la excepción.
Clack... Clack... Clack
Podía escuchar unos suaves pasos, mi espada estaba junto a mi y no dudé en empuñar el mando y prepararme para desenfundarla.
Se paró en frente de la puerta, aquél individuo comenzó a abrirla y las bisagras comenzaron a rechinar por el óxido. Podía divisar una silueta femenina y para mi suerte era Leicka, la elfa que me salvó del herensuge.
-Hola Leicka. ¿Te encuentras mejor?-Le muestro una pequeña sonrisa
Ella se acerca a la cama y se sienta junto a mi. Estuvimos un largo minuto en un incómodo silencio y para romper el hielo tenía que decir algo.
-Eso que hiciste en el valle... fue increible. Bloquear el ataque de una de esas bestias.... es increíble par...
No pude terminar de hablar ya que me había dejado sin habla el fuerte abrazo que me dio Leicka, una chica fuerte pero sensible.
-Pensé que estabas herido.- me lo dice con una voz chillona y lágrimas en los ojos.
-Pues... yo debería estar más preocupado por ti. Además tu eres quién me salvó de ese ataque sorpresa. ¿Y tu herida?- Le levanto la blusa un poco apra mirar si está curada. Un error mio.
Me dio una tremenda bofetada que me tiró a la cama haciendo que me recueste y quede atontado unos segundos. Es mejor tener cuidado con las mujeres.
-¡IDIOTA!- Se sonroja y se cubre la cara.
-Per.. perdón. Solo quería ver si te habías curado. Nada más. - lo menciono mientras me froto suavemente el lugar en donde me abofeteó, para ser una chica que presenta un carácter a primera vista es demasiado dulce.
-Si.. ya estoy mejor. Mi velocidad de curación es increíble solo si recibo el tratamiento adecuado...- se levanta un poco la blusa permitiéndome ver una pequeña cicatriz en su abdomen.
Me acordé de la bolsa de dinero que me dio Freiya.
-Toma!.- le lanzo la bolsa con las 5 monedas de oro.
-¿Que es esto?
-Quedamos en repartir el dinero 50/50 y es todo lo que quedó de la cacería.
-No puedo aceptarlo.
-Si puedes, hiciste casi todo el trabajo con esa bestia en el valle. Además si no fuera por ti ahorita estaría dentro de un ataúd.
- Pe.. pero.
-Solo aceptalo! No le hará daño a nadie.- Seguimos conversando un largo rato hasta que se hizo tan tarde.
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-(Freiya) ¿Crees que sea correcto dejarlo asi Frex?
-(Frex) Creo que si, él no me recuerda. Siempre pasaba en el campo de batalla con sus hombres.
-(Olzo) Sería raro que recuerde a alguien que ah visto un par de veces en toda su vida.
-(Frex) Pienso lo mismo, siempre a sido tan despistado.
-(Freiya) Hombres..~- Musita.
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Al dia siguiente.
Me levanté de la cama y salí de la habitación recorriendo un pasillo de madera con un diseño sencillo pero agradable. Y el olor de la tierra mojada que se percibe después de la lluvia.
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Antor, el espadachin errante
AbenteuerContinuación de los capítulos. Antor, un ex miembro y comandante de las tropas del reino de Heiken gobernado por Hert. Un rey lleno de codicia y tiranía que explota al pueblo día a día para obtener sus grandes lujos en el castillo mientras los puebl...