A million men (vkook)- one shot.

Única parte.

Fue difícil para mí entender el porqué tenía que estar junto a muchos hombres. No sé cómo llegué aquí, talvez mi madre no me quería, talvez ellos tenían razón, esa mujer a la que llamo "madre" me vendió por dulces, muchos dulces baratos.

Mi nombre es Jungkook, tengo 11 años, no soy un niño cualquiera, supongo que soy un poco diferente a los otros, sí. Siempre he vivido encerrado sin poder ver a más personas, sin amigos, solo.

Esos hombres me hicieron daño, me tocaron en lugares que ni yo conocía. Así que creo que estoy jodido desde que nací.

Day 1.

-¡Jefe! Aqui le traigo a uno nuevesito. Mire, una vieja de por ahí me lo regalo.

El hombre mayor, tomó del brazo al niño y le dio una vuelta para verlo de pies a cabeza.

-Es menor de edad- inquirió el jefe -de seguro pagaran una fortuna por él -sonrió y su empleado hizo lo mismo. Ambos mirando al niño y sonriendo de manera asquerosa y repugnante. -¿Tiene nombre?

-Ah si, la doña me dijó que se llamaba.. cómo era?- el tipo se llevó una mano a la barbilla intentando recordar -cierto! Es Jungkook.

-Bienvenido Jungkook, mi mina de oro.

Los días iban pasando lentamente, cada dia era una tortura para mí, deseaba que esto acabara ya. Intenté suicidarme para acabar con este dolor de una vez por todas. Pero mala idea, ellos "me salvaron la vida". ¿Qué vida? Esto es de todo, menos vida!

Seis años después- "aún no estoy acostumbrado a esto..."

-Jungkook, yo sé que eres el preferido del jefe. Pero este es un tio con harto billete, así que hasle caso en todo y no le espantes como a los demás clientes, oiste?- el pequeño asintió lentamente. -pase por aquí Joven Kim. Los dejo solos, disfrute.

Jungkook se encontraba en la esquina de la cama hecho bolita. Él no quería que nadie más tocase su frágil cuerpo, ya no más.

-Hola precioso- se acercó lentamente hacía el castañito.

-Mh...- el mayor acarició la mejilla rosada del pequeño castaño. Pero este lo evadió, no quería recibir su toque.

-¿Qué sucede?- preguntó confundido Taehyung.

-No me toques, por favor. Soy frágil...- dijó el pequeño niño con lagrimas en los ojos.

El mayor pareció entender el miedo del menor. Y se alejó lentamente.

-¿Cómo te llamas?- preguntó.

-¡No! Por favor... h-haré lo que quieras... pero no le digas nada al jefe. É-el me va castigar y eso m-me duele- dijó Jungkook con un leve sonrojo y las manos temblandole.

-Tranquilo, no le diré a nadie. Solo quiero saber tu nombre... para ayudarte.

Jungkook con un gesto de confusión lo miró. ¿Ayudarlo? ¿A salir? Pero si eso era casi imposible.

El mayor soltó una risita al ver el rostro confundido del menor. -Me dirás como es que te llamas?

-Mi nombre es Jungkook...- dijó con la mirada hacia abajo.

-El mio es Taehyung, y tengo 22 años. Un gusto Jungkook.- el mayor sacó algo de su billetera, que el castaño no sabia ni que era -¿ves esto? Soy detective, y estoy aqui por un caso de prostitución de menores. Así que necesito tu ayuda, para poder sacarte a tí y a más personas que pasan por esto.

-E-en serio me vas ayudar?- preguntó el menor con ese brillo en los ojos que le caracterizaba. Estaba tan feliz de que por fin alguien lo iba a sacar de ese horrible lugar que sin pensarlo se lanzó a los brazos del mayor, y este último lo recibió y lo abrazó con cariño.