Y cómo no, allí estaban, donde normalmente yo me sentaba, descansaban esperándome.
-Kate,¿te importaría irte? Sabea que esta mesa está reservada por mi grupo.
-Mira, que sea la últime vez que me llamas guarra.
-Si tu te comprotes a no insultarme más,tienes mi palabra.
-¡Pero serás mentirosa! Tu comenzaste....
-¡Chalada! Yo no dije palabra alguna y tu saltaste contra mí.
-¡Sí claro! Mirad chicos, Emma de nuevo volvió a insultarme en clase sin razón alguna.-le dijo a su grupo-.
-Mira Kate, haz lo que quieras, pero déjame sentarme.
-Por supuesto.
Me senté lentamente ya que estaba siendo amable conmigo.Pero era demasiado bonito para ser real.
Sentí una fría masa sobre mi cabeza.Todos reían y cuando me llevé la mano a la cabeza , ella me había echado helado.
Sin pensármelo dos veces, cogí mi coca cola, y la batí mucho.
-Kate,¿por qué me haces esto?
-Fue gracioso. ..
-Sí debo admitirlo...Oye,¿quieres?.-dije ofreciéndole la lata-.
-¡Claro!
Tan rápido como la abrió, su abrigo de marca se manchó y su pelo de modelo se mojó de un lìquido marrón.
Kate empezó a maldecir mientras me apresuraba al baño a lavarme.Llegaron mis amigas y hablamos del asunto.Ninguna nos llevábamos bien con Kate, era nuestra "enemiga", por así decirlo.
El resto del día transcurrió rápido, y cuando llegué a casa, mama me esperaba con un deliciodo plato de carne y patatas.
Mi madre era una mujer muy sencilla.Era alta, y de pelo rizado y moreno.Ella es amable y simpática, y una de las buenas cosas que tiene es que,te deja sola, cuando realmente lo necesitas.
Después de comer me apresuré a hacer los deberes, y después me duché.
No sabía que hacer.Pero me vino a la cabeza una buena cosa.
Le voy a responder la carta a mi padre.
Comencé a escribir, y las manos me temblaban.
Papá, han pasado 7 años.7 malditos años.7 años, en los cuales ninguno sabíamos nada del otro.En los cuales, nuestra relación era de todo menos padre-hija.
Y ahora pregunto,¿por qué papá? Recuerdo ese día con mucha facilidad.Era viernes , un 17 de octubre, estaba lloviendo y eran las 19:34.
Y en ese instante , mi vida dió un giro de 360 grados.
Qué decirte, papá.Tengo 17 años y pronto tendré 18.Gracias a Dios tengo amigos que me apoyan, y una madre estupenda. Porque de mi padre no sé nada.Papá, te seguiré escribiendo, pero la dirección será anónima.Guardé la carta en un cajón.
Me vestí, y bajé abajo.Cogí el paraguas y me encaminé hacia la biblioteca.Tenía que coger un libro de francés.
La calle era oscura cuando venía de camino a casa.Lloviznaba y apenas se escuchaba las vices de los demás.
Tenía que cruzar un callejón, pero allí ví a un hombre con capucha cabizabajo.Me miró, y sin pensármelo dos veces salí en la dirección opuesta.El hombre me perseguía y mi corazón latía muy fuerte.
Finalmente una mano caliente me tapa la boca para callar mi grito, y otra mano me rodea la cintura.La cabeza del hombre se apoya en mi hombro y me susurra al oído un sh casi sordo.Me giré y ví a Matthew, con los pelos alborotados y mojados.Le abracé muy fuerte.
-Matt me has asustado.-dije casi a punto de llorar-.
-Hey, hey .-dijo tomando mi rostro entre sus manos-.Tranquilízate, estoy aquí.Soy yo, mírame.
Lo llevé a mi casa, y de ahí le dejé un paraguas y se fue a su casa.