Las parejas normales tienen discusiones. En mayor o menor medida, pero las tienen, y a veces se arreglan y a veces no. Ellos también las tenían porque, al fin y al cabo, eran una pareja normal, pero también tenían otra clase de incidentes. No nos asustemos, porque no estamos hablando de incidentes de esos que conllevan llantos, dramas baratos y rupturas. No, en realidad los suyos solo solían llevar al pobre Lan Zhan a un estado de gay panic absoluto. ¿Por qué?
Pues porque Wei Ying estaba borracho.
Decir que se esperaba una llamada de su novio a las dos de la madrugada en pleno agosto sería una mentira como un templo sintoísta de grande. Como sabía que Wei WuXian estaba de fiesta esa noche —según creía haber entendido, era una pequeña en casa de Nie HuaiSang, supuestamente eran unos pocos amigos— había dejado su teléfono con sonido por si pasaba o necesitaba cualquier cosa, que no sería la primera vez. Usualmente nunca ocurría nada, por eso nada más escuchar el clásico ring ring se levantó de un salto y corrió a contestar. Por detrás en la llamada, al otro lado de la línea, se escuchaban música, improperios y risas.
-¿Wei Ying? ¿Estás bien?
-Sí, sí, amor, no te preocupes, estoy de maravilla. Un poco pedo, puede.
-¡¿Un poco?! ¡Te vas a beber el mundo a este ritmo!
Sí, ese era Jiang Cheng. Lan WangJi no sabía si eso le resultaba tranquilizador o no.
-Qué te calles. Mira, Lan Zhan, Lan WangJi, Lan Er-gege -por como hablaba, el otro estudiante tenía razón. No iba un poco borracho, iba muy borracho. Aunque al de Exactas también se le notaba perjudicado, se le oía muriéndose de risa por detrás. Definitivamente eso no era tranquilizador, pero a su hermano le gustaría saber que su no-novio se estaba divirtiendo, se lo comentaría por la mañana-, tengo una cosa que pedirte.
-¿Quieres que vaya a buscarte?
-No, no, no. Si me lo estoy pasando de lujo.
-Mejor te lo vas a pasar.
-¡Qué te follen, HuaiSang! Dejadme hablar con mi novio. -Las carcajadas de borracho le quitaban peso a los insultos, pero el pobre Lan Zhan cada vez estaba más confuso-. A ver cómo te digo esto... necesito que abramos la relación quince minutos, no creo que dure más. Es que he perdido una apuesta y me toca hacerle una mamada a mi hermano.
-¡Tú a mí no te me acercas ni con un palo!
-¡Las quejas a otro, que a mí también me da asco!
Desde ese punto, la llamada se volvió una incoherente algarabía de gritos, algunos de terror y otros de apoyo a lo que quiera que estuviese pasando. El de letras no tenía ni idea de lo que sucedía al otro lado, y no estaba muy seguro de querer saberlo, así que decidió colgar. Si había algo importante de lo que hablar, lo harían por la mañana.
-¿WangJi, va todo bien?
Preocupado por el ruido, su hermano había acabado por despertarse. El más joven negó con la cabeza, todavía procesando todo lo que acababa de oír.
-Creo que sí. Buenas noches.
A la mañana siguiente, Wei Ying le confesó que un oral no —menos mal— pero que contra la voluntad de ambos, había tenido que liarse con Jiang Cheng. Apuestas, apuestas de borrachos. Ni se lo tuvo en cuenta ni volvieron a hablar del tema. Total, en el pecado llevaba la penitencia. Y el trauma.
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Kissing [WangXian] [Mo Dao Zu Shi fanfic]
أدب الهواةA veces los abrazos se quedan cortos. Los besos también suelen, por eso a Wei WuXian le gustaba tantísimo pasar a palabras mayores, pero los besos es verdad que suelen ser capaces de dar una mejor definición del estado de una relación. ¿Eran amigos...