cinco🔪

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Si bien ella no había dormido toda la noche por su atormentada mente, Luke tampoco pudo, no dejo de pensar en lo rara que era aquella chica que se encontró en el baño, frunció el ceño todo el tiempo, él no la conocía, pero sentía que sí, todo su cuerpo grita a que la conocía, aunque eso era poco probable, pero el jamás en su vida la había visto o eso creyó.

Se levantó fresco como nueva mañana, recordó la graciosa escena del baño y sonrió, de nuevo, al momento recuperó su postura sobria a pesar de que nadie podía verlo en su habitación se sintió delatado, se paro con pereza, a las nueve tendría su cita con el psicólogo, así que tendría que bañarse, todos tienen órdenes de hacerlo a la misma hora.

La playera gris de pijama se le apretaba muy bien por los músculos notables, no, no era un hombre muy musculoso, tenía una complexión normal pero el ejercicio si había hecho de las suyas, Luke era condenadamente hermoso, y lo sabía, pero en su interior el se sentía una persona común ni feo ni guapo, solo un ser humano normal.

- ¿has vuelto a escuchar las voces de nuevo?- en doctor calvo le preguntó mientras anotaba en un archivo, él nego repentinamente mientras veía el mismo punto de siempre, su preciado anillo.

- no - contemplaba el anillo de su mano derecha como si fuera más importante que su salud mental, y talvez si valía más, pues lo portaba desde aquel día. le recordaba a su tormentoso pasado y por masoquismo quiso conservarlo, era como su condena.

- genial Luke, es un proceso- el asintió sin interes- simplemente me emociona tu caso- le explico el hombre con entusiasmo, un entusiasmo que él no comprendía, patético no tenía por qué emocionarse.

-no sé cómo le puede emocionar la vida de un loco, yo no veo proceso alguno pero si usted lo ve entonces supongo está bien- le dijo con desdén, ¿cómo podía creer eso?, simplemente pensó que le llevaba la corriente aquel hombre y que no le interesaba en lo absoluto.

- No estás loco Luke, me alegra porque llegaste aquí con todo aquel lío en tu cabeza y con voces que te orillaron incluso a querer quitarte la vida, si tú no ves mejoras entonces algo estoy haciendo mal - hemmings ni siquiera lo miró, por un tiempo hubo total silencio, hasta que la molesta voz del psicólogo se hizo presente de nuevo - Jack está bien no te atormentes con él.

-¡NO SABES NI UNA MIERDA DE JACK ! - grito con un creciente enojo dispuesto a darle una paliza a ese hombre que se había atrevido a meter a jack en esto se levantó amenazante, la hora para fortuna del muchacho y del hombre había terminado haciéndose notar por el molesto sonido de la campana, él tomó su chamarra gris y se dirigió a la puerta, al abrirla la chica de heterocromía estaba apunto de tocar, para ser tan buen observador no se fijó en ese detalle, la chica de anoche tenía un ojo distinto a el otro, uno de color del cielo en una primavera sin nubes, y el otro como las noches de invierno.

la cita de ella empezaba ahora, ella lo miró pero él ni caso le hizo, o eso pareció, paso a su lado chocando el hombro con ella en un movimiento brusco, Luke se perdió del mapa dando la vuelta, lo que no recordó es que quitó el anillo de su dedo y con el fuerte golpe que le dio a la chica cayó de su mano.

Nyx encontró un anillo muy extraño en el piso, lo tomo y entró al consultorio del señor Thomas.

- vaya Nyx es un gusto conocerte - le sonrió aquel hombre - bueno para ayudarte debes hablarme los hechos.

- no lo recuerdo- volvió a subir sus piernas a la silla, es un hábito que tiene cada que se siente sola, en ese momento ella estaba completamente sola y su mamá no iba a estar para ella.

- ¿No recuerdas nada?- ella negó conteniendo las lágrimas- puedes llorar si gustas.

Luke maldijo busco en todas partes de su habitación después de la terapia grupal la cual le tocó con un montón de imbéciles, hoy no asistiría a clases ¿ Para que? Si el ya había estado años enteros ahí hasta más de los necesarios.

busco en todo sitio su anillo, incluso en el baño pero no encontró nada, recordó que se lo quito con Thomas, le dio un leve golpe a la pared y fue hacia el consultorio, ya había pasado casi cinco horas desde su terapia, ya estaba cerca la hora de la comida.

- Thomas, ¿no está aquí mi anillo?- Thomas desvío la vista de los papeles para mirar a un Luke con un aspecto desesperado, sabía cuánto quería a ese anillo.

- no, aquí no hay nada, pero puedes revisar si quieres- el asintió y reviso no tan a fondo como quería pero sí lo hizo.

No encontró nada, Camino desesperado por el pasillo, pero tenía órdenes de ir a la cafetería, entró con la vista abajo tomo la charola y espero la asquerosa comida de la señora que lo miro con una sonrisa maternal, joder nadie podía superar a su madre por eso no le caía bien esa señora, la miró mal y caminó hacia su lugar habitual, nadie le hablaba pero no es por qué no quisieran, todos quería hablar con Luke, pero él era el que no quería contacto con los demás parecía que tenía repelente de humanos.

Volvio hacia su asiento habitual, pero una mesa antes estaba la chica nueva, la cual no sonreía y le llamó la atención, bueno es muy tétrico que sonrían aquí, todos tienen algún problema.

pero aquí lo que trataban era de salir adelante, para eso era este lugar, y igual lo hacían para mejor convivencia, pero él no, y al parecer ella tampoco.

Lo que más le llamó la atención era su mano, en ella tenía algo que lo hizo enojar, se dirigió a ella y la tomó de la mano de una manera brusca, no quería hacer una escena ahí, así que la sacaría, pero ella se negó y lo miró con pavor y eso lo hizo sentir mal, nadie lo había mirado así, si lo miraban como un atipatico pero no más. ella lo hacía sentir un monstruo no tuvo otra que soltarla.

- podrías salir, por favor tengo algo que decirte- ella negó, aun con la mirada de terror que cargaba, estaba punto de gritar, se le notaba pero él la miró con súplica, como lo hacía alguien que conocía, aunque esa mirada era azul así que acepto sin más, caminaron a las puertas del comedor - tienes algo que me pertenece- le dijo brusco.

Lo miro extraña, ella no entendía lo que él decía, creo que nunca lo entendió, pues jamás le había tomado nada.

- ¿no sé de qué hablas?- él sonrió sin gracia, viéndola como una mentirosa.

- haber niñita, seré claro, no vuelvas a tocar nada mío- la miró con curiosidad, uno de sus ojos era claro como los suyos , el otro era casi negro, tan negro que no se podía ver la pupila.

ella lo miró, estaba tan cerca de ella que su respiración se exaltó,algo de el le recordaba a Roger, aunque físicamente eran tan distintos, él le tomo la mano y ella cayó, cayó recordando el tacto de aquel otro chico, cayo por que por muy tonto que fuera creyó que era él,que era Roger, cayó tan fácil.

Acarició con su pulgar los dedos de la chica ella seguía en un trance de su mirada que ni cuenta se dio que el anillo ya no estaba en su dedo, sería un buen ladrón si se lo propusiera aunque el tenía mucho dinero, no le hacía falta.

- y mucho menos toques esto, estás advertida - le susurró y con eso él se alejó dejándola parada en el pasillo haciéndola sentir como una idiota y es que a ciencia cierta, ella lo era, por pensar que aquel chico de pésimos modales era al quien ella prometió amar.

NYX© (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora