Su mente divagaba entre los pensamientos caóticos y la sensación de su corazón de esa promesa que sentía lejana, al tiempo que su mano se empuñaba contra el aparato que había sido el causante de todo... si sólo hubiese sido más fuerte, tal vez habría podido protegerla; mas no importaba cuántas veces mirara el pequeño artefacto entre sus dedos, nada haría volver el tiempo atrás para haberse preparado, nada haría que su amada se sintiera menos asustada; y sin embargo estaba ahí, a su lado, mirándola dormir; su espalda delgada y expuesta a él, misma que en esos momentos era causante de calidez y ternura al verla, rozó la yema de su dedo en su hombro, lento y suave tratando de no despertarla... simplemente la amaba... y ese día se lo había demostrado en todos los lenguajes posibles, desde su voz ronca profesándole su amor, hasta sus pieles friccionando entre sí, buscando el cielo entre sus cuerpos despojados de ropas; del mismo modo en que estaban ahora...
Mas no podía sentirse tranquilo, ¿cómo podría?; si la mujer que dormía a su lado agotada, aún no era capaz de recordar la primera vez que lucharon juntos, ni todas las veces que se protegieron el uno al otro; cuando ella había salvado su vida, cuando él le entregó su ser... cuando él la había tocado inexperto en aquel viejo castillo flotante; y cada una de las veces en que la amó en esas dos cortas semanas, esas que poco a poco lo hicieron sentir por primera vez en un hogar, al punto de ni siquiera saber cómo había hecho para vivir tantos años antes sin ella, cuando ahora que sentía perderla, su vida perdía todo sentido; porque el solo hecho de verla sufrir... lo mataba por dentro...
Buscando pedazos de lo que ella había sido, cual si armara un rompecabezas, mas no sabía si la armaba a ella o buscaba armarse él; sediento en un mar de saladas aguas que si tomara lo matarían; y una vez más se aferra a su amada, en busca de consuelo, quebrado, amándola y temiendo amarla; jurando con dolor acumulándose en lágrimas en la comisura de sus ojos, luchando por que no se derramen y dejen en evidencia lo desarmado que estaba... la sed de calma en medio de su tempestad...
¿Con qué derecho le pediría a ella que lo cobijara?; él debía ser el fuerte, el que la contuviese, pero oír su voz temblorosa a través del móvil, había desmoronado el muro fuerte que se habían impuesto, acelerando su motocicleta en cada recuerdo de sus dos semanas de casados en aquella cabaña que los albergó en su seno sereno y sosegado.
Ella tratando de ser fuerte, pero ante sus ojos, su paz exterior no podía mentirle, la lectura de su diario se lo dejaba claro y aunque luchara contra sí mismo... perdió... "Te lo prometo, Asuna"... aquella promesa se seguía repitiendo cual mantra en su cabeza... "Confía en mí" musitó volviendo a apretar el aparato...
-Kirito kun... ¿estás bien? - soltó el agarre del augma, dejándolo caer entre las mantas revueltas, perdiéndolo de vista; la noche empezaba a caer cuando el susurro tímido y dulce de su voz lo hizo voltear a mirarla una vez más... pero ahora se encontraba con sus ojos del color del cielo en esos instantes, atentos a él... dibujando un pequeño atisbo de sonrisa...
-Sí... perdóname, no quise despertarte...- ella elevó su espalda, cubriéndose el pecho con las sábanas... dejavu... pensó sin llegar a verbalizar, cristalizando una vez más sus ojos color de la plata, al tiempo que las mejillas de su amada se coloreaban mirándolo fijamente, su torso desnudo ante la mirada miel fija provocó que su piel se erizara, acercándose a ella, con la sola intención de probar una vez más su boca que se mostraba entreabierta y expectante, dejando que la caricia calmara su corazón, regresando a encontrar frente a él a su destello; porque por más que no recordara nada, dentro de ella seguía viviendo su aguerrida vicecomandante, aquella con la que aprendió el arte de amar a una mujer, quien se entregó y le obsequió el placer más dulce, más tentador... -Te amo - el murmullo profundo con el que habló, provocó en ella un suave temblor, en tanto la acercaba protector en un abrazo contra su cuerpo, era tan pequeña a su lado, los años no habían pasado sin hacer su trabajo sobre ellos; sonrió otra vez, culpable por ser sólo él quien recordara todo... para ella, esta era nuevamente su primera vez... -Lo lamento... - era un ademán de disculpa, mas lo hacía feliz sentir que había sido el primero... una segunda vez...
-No es tú culpa... - retiró un mechón rebelde de su rostro con tanta delicadeza y ternura, que ante la acción ella guardó silencio, dejando a su amado arreglar su cabello suelto con sus dedos, mientras no perdía detalle de sus movimientos pausados, concentrados en su objetivo; para las manos del espadachín, la sedosidad contrastando con el intenso color del fuego era un espectáculo embriagante; pero cual si fuera un secreto, lo guardaba para sí como tesoro; sin llegar a entender, que no era necesario mediar palabras cuando sus miradas se cruzaban, mientras el sol daba sus últimos destellos desde la ventana - Nada es tú culpa... te amo Kirito Kun, esto que siento no va a cambiar - como si pudiese leerlo cual libro abierto, fue su turno de hundir sus dedos en el espeso cabello tan negro como la noche que había caído, bajando ambas palmas a su rostro, obligándolo a cerrar los ojos, mientras acariciaba sus parpados; para terminar saboreando el roce dulce de las yemas como porcelana sobre sus labios... - ¿Quieres que encienda la luz? - su pedido era para ver lo que sus gestos le indicaban... lo que sus respiraciones los hacían sentir... en su intimidad, ella quería mirarlo a través de aquellas pupilas que nunca le habían mentido, lo sentía herido y necesitaba que él supiese que, aunque ella no estuviera mejor, si estaban juntos, nada podría romper el lazo que los unía...
-No... no... no te alejes de mí... - intentó sonar seguro, mas su voz quebrada lo traicionó - Asuna...
-Aquí estoy, no me iré, no importa cuántos recuerdos me quiten, lo que siento, vive dentro de mi corazón - se refugió en su pecho, envuelta en una caricia entre sus brazos firmes y guardianes, con el nudo en el pecho buscando el aliento que le faltó para terminar su declaración - Juntos...
-Siempre juntos... confía en mí- conectaron sus miradas en medio de la oscuridad; ella le regalaba una confianza renovada en cada sonrisa, aun cuando con sus mejillas y nariz enrojecidas por el llanto, que sin importar la falta de luz, eran evidentes para él - Gracias
- ¿Gracias? - una pequeña carcajada la hizo inflar sus mejillas con falso enojo - Moo Kirito kun, no te burles
- Perdón, perdón... es sólo que es increíble que todavía me preguntes porqué te doy las gracias... - mirándolo sin comprender, pero sintiendo la calidez de su compañía -gracias por dejarme ser el primero una segunda vez - sostuvo sus manos contra su pecho al oírlo, su mente no recordaba, pero su cuerpo reaccionó familiar a sus caricias, conociéndolas como propias, que aunque hubiesen sido entregadas a su avatar en ese mundo virtual, cual fueran redes eléctricas, debieron llegar hasta cada sentido de su piel, haciéndola sentir amada en cada sentido y expresión, tal cual lo habían vivido en esas últimas horas...
-Redes eléctricas, así llegaste a mí, no importa si lo recuerdo o no, mi corazón lo sabe- ante la mención que ella le decía del mismo modo que ese primer día en que unían sus vidas, lo hizo sonreír, realmente se sentía capaz de amarla...
Tomó su mentón en caricias mudas, besó su frente, nariz, para finalmente asaltar su boca y esfumar entre besos la tranquilidad cómplice que los había estado acompañando, encendiendo las llamas de dos corazones que buscaban un solo fin en esta vida... amarse... volviéndose uno en alma y cuerpo, entregándose al fuego que desde ese día se volvería su aliado; y tal como esa primera vez en la habitación de Selmburg, el anillo que guardaba celoso en su mochila, cobraba el sentido de esa primera vez que le pidió ser su esposa, sabiendo que no podría vivir sin el calor que aquella valiente mujer le entregaba...
"Confía en mí", entre besos, "con mi vida", dentro del ser amado...
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.Feliz cumpleaños bella gemelita de mi alma SakuraZala sabes que te quiero montones y quería venir más temprano pero ufff las cosas no siempre son como uno las quiere!
Este es un pequeñísimo one shot casi drabble que escribí para ti, creo que reconocerás inmediatamente a cuál se parece jajajaja
Feliz feliz cumpleaños te quiero mucho!! 🥰
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Quebrado
RomanceCuando quieres proteger lo que amas, pero no te sientes capaz, siempre está quien te impulse a seguir... #Felizcumple @SakuraZala gemelita con todo mi cariño