Sentado en la acera de mi casa, admirando el atardecer, observando todo a mi alrededor, sacudiendo el pie al ritmo de una de esas canciones cursis que tanto me gustan.
El cielo me otorgaba un atardecer en todo su esplendor, cálidos colores habían en él y las nubes se teñían de un rosa pálido.
Luego con la vista en el paviento frente a mi casa, el cual mostraba orgulloso su frondaje, ¿Cuántos años? ¿Cuántas historias? ¿Cuántos atardeceres habrá visto?
Me detuve a pensar, en la cantidad de vidas que habrá combijado ese viejo árbol. Me encontré contemplandolo, con la idea de algún día charlar con él...
—Eric Arahik. P
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In auras verba
PoetryMis aguas no tienen fondo, allí en lo profundo están mis demonios. ¿Y dime, te ahogarías conmigo? Conjunto de poemas y prosas poeticas completamente mías.