Capitulo 010. Desevil en la Madriguera.

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Después de dejar a los niños, junto a Ruddy y Fawkes en los terrenos del castillo, partió hacia la Madriguera, salvo que esta vez se fue en escoba, debido a que notó a Tallulah muy cansada para el vuelo, y se resistió mucho a seguir la orden dada. Aunque en vez de llevarla ella, se ofreció a llevarle Gideon, quien era un hermoso dragón de mercurio, sus escamas eran tan relucientes, parecía que, con la luna, relucía un poco más, pareciendo una estrella en movimiento.

—Hemos llegado —dice Destiny llena de alivio—. ¿Quieres pasar? —le preguntó la chica esperando a que se ponga su ropa.

—No quiero incomodar —responde Gideon avergonzado, esta no espero más y salía con él, entre los árboles, hasta que notó que se había dejado algo muy importante en casa, el vestido.

Sacudia su cabello en desconcierto, pensando en dar media vuelta e ir por el, pero al mismo tiempo, necesitaba estar con las personas que llama hogar, su corazón estaba palpitando en su pecho con fuerza.

—¿Sucede algo, señorita Des? —le preguntó Gideon.

—Me he olvidado el vestido —responde bajando su mano al rostro—, pero... no sé, si regreso, creo que explotare de tantas emociones malas que llevo a dentro —le comentaba, poniendo su mano ahora en el abdomen.

—Pero si has hecho un montón de cosas buenas —replicó Gideon con cierto desconcierto, mirando el cabello rojizo de la chica, caer por la gabardina—, salvaste a esos niños de la calle, salvaste a mi familia de mi horrorosa madre y a esa chica, que estaba sufriendo a manos de ese malvado hombre —enlistaba, la chica miraba la Madriguera suavemente prendida—. ¿Cómo te puedes sentir así?

—Así como lo dices, suena bastante bien, pero... —se le cortaba la voz, mirando a su mano—, aun así, por mi culpa Moody murió, tuve que asesinar, voy a meter a esos pobres niños en una guerra, que yo misma me metí —una lagrima escapaba de sus ojos, intento desaparecerla, pero Gideon se colocaba enfrente suyo—, tus hermanas son muy intensas con esas cosas de la lealtad, tengo miedo de que mueran por mi culpa... y no sé que estoy haciendo —comentaba mientras las lágrimas prorrumpían desde sus ojos, intentaba hacerlas desaparecer.

El chico se inquietaba al verla llorar, por lo que sus instintos intentaron rodear su frágil cuerpo, solo había colocado sus manos en la pequeña cintura de la chica, pero antes de poder abrazarla, hubo un estruendo, cerca de donde estaban, y alguien llamaba a la chica.

—Maldición —gruñó tallándose el rostro, para desaparecer las lágrimas—. ¿Parece que estuve llorando? —llamó su atención, viendo los alrededores, eran Lupin y Fred.

—¿Destiny? —notó al pelirrojo acercase—. ¡Des! —dice el chico sorprendido, fue corriendo hasta donde estaba, pero redujo su velocidad, viendo al hombre que tenía detrás de ella, se veía bastante mayor, pero era tan alto.

—Espera, Fred —le detuvo Lupin quien apuntaba su varita a Destiny, esta alzó la manos con desconcierto, por un momento se sintió amenazada, y el viento de los alrededores se agitaba—. ¿Cuál fue la primera técnica que aprendiste conmigo?

—Un remolino de fuego sobre el agua —respondió dando un golpe sobre su palma.

Lupin no espero más, y avanzaba a abrazar a la chica, con mucha fuerza, esta se quejó, porque no habían sanado sus heridas por completo.

—Lo siento, creímos que estabas muerta —soltó Lupin, viendo que estaba en un peor estado, su cuerpo estaba lleno de vendas—, ¿Qué te paso? ¿Por qué nunca respondiste las llamadas de Hermione? —le cuestionaba este zarandeándola suavemente.

—Estaba todavía en batalla —mintió avergonzada, mirando hacia otro lado, pero antes de explicar su mentira, otra persona le abrazaba, y esa era Fred, que por un momento lo sintió temblar.

Destiny y las Reliquias de la Muerte [DEH#7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora