Su cabello negro era un nido de pétalos rosados de cerezo. Tae no había visto una cosa tan linda desde un día de invierno en su infancia cuando nevó, y de la nada alumbró un frío sol por unos segundos, convirtiendo los copos que flotaban en el aire en pequeños diamantes multicolores. Fue una escena preciosa, y aún así, no se le comparaba a aquella bella durmiente en su regazo.
Deslizó sus delgados dedos por entre las oscuras hebras, intentando peinarla, y algunas de las florecillas cayeron al pasto. Ella no despertó, simplemente, movió la nariz como la de un curioso cervatillo, cuando otro pétalo cayó directo sobre su labio.
Tae sintió unas pisadas en el pasto, y por alguna razón supo inmediatamente que alguien se acercaba a ellas.
Suspiró tranquila al ver que sólo se trataba de Yoonji. La última vez, había sido la insoportable de Wendy queriendo hablar con Jinnie muy urgentemente acerca de la siguiente salida pedagógica y los dineros a recaudar por clase. Le llevó también, como si fuera poco, un postre hecho por ella y no había cosa que Tae odiara más que la gente lame botas como ella.
Yoonji le diría "tú eres igual".
No, Tae no hacía un esfuerzo tan ridículo y Jinnie le prestaba mucha más atención, sin postre ni regalos hechos a mano que luego terminaban juntando polvo.
Yoonji se sentó junto a Tae, y miró abajo a Jinnie dormida.
-¿No se supone que tiene una reunión a esta hora con las del centro de estudiantes?
-Me dijo que no quería ir y que no la despertara. Está cansada
-El director va a regañarla
-Lo mismo le dije. Ya sabes, se manda sola, terca como mula
-No hablen de mí como si no estuviera aquí
Habló la aludida, aún con los ojos cerrados como si durmiera. Yoonji empezó a reírse, y Tae se sorprendió. No quería parecer que hablaba de ella mientras Jinnie no sabía. En todo caso, la muchacha pelinegra jamás se complicaba demasiado por cosas de ese tipo. -Dejen dormir, y avisen cuando suene el timbre- finalizó, se puso de lado y acomodó la cabeza una vez más sobre las piernas de Tae, y continuó su siesta.
Yoonji suspiró junto a Tae y comenzó a usar el teléfono, seguramente texteando a alguien, a esa persona que, supuestamente, jamás la aburría. Cosa novedosa en Yoonji, quien parecía encontrar todo tan insulso, y allí estaba, sonriéndole como boba a la pantalla.
Tae no era muy distinta, así que no juzgaría a Yoonie. Dios, hacía apenas unos minutos estaba mirando al objeto de su devoción como si no quedara nada más en el mundo, no podía negar que al menos Yoonji era un poco más disimulada.
Pero es que Jinnie daba vuelta su mundo de las formas más bonitas, pero también le causaba dolorosas caídas que preferiría borrar de sus recuerdos.
~
Todo había comenzado hacía unos tres años, creía recordar. En realidad, Tae y Jinnie habían sido compañeras de clases desde la escuela elemental, pero no se habían acercado sino hasta el primer año de secundaria, uniéndose en forma fortuita.
La vida en un colegio de mujeres era un campo de batalla, que Tae creía que habría sido mucho más fácil de sortear en un establecimiento mixto. Sus amigas de otras escuelas, le contaban apesaradas que los chicos de sus colegios terminaban peleando por un juego de pelota, pero al menos, no pasaban cosas como que una chica le cortara el pelo a otra o le escondiera un pájaro muerto en el casillero. Cuando Tae les explicaba su situación, nadie quería estar en su lugar.
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Pretty Brown Eyes {FEM! TaeJin/JinTae}
FanfictionJinnie estaba en lo profundo del closet, y Tae había podido notarlo irremediablemente. Pese a las adversidades, creía que de todas maneras, podría funcionar. Jinnie tenía carácter ante todo, no había dificultad que fuera obstáculo, o más bien, esa e...