SÓLO HACES FALTA TÚ

Prólogo

Ella se está riendo de algo que la persona con la que está hablando ha dicho. Es como un regalo verla tan feliz y orgullosa de la vida que hemos construido. El amor y el tiempo han marcado la diferencia que conozco. Vino a mí rota y maltratada, y en los meses que ha estado conmigo, nos hemos arreglado mutuamente, al igual que le arreglé su pierna rota. Las circunstancias nos mantuvieron separadas durante años, tiempo suficiente para que me convirtiera en cirujana y para que ella se convirtiera en una esposa maltratada. De una manera extraña, el bastardo que la brutalizó durante años es quien la trajo de vuelta a mi vida. Ahora se ha convertido en mi vida, y el hombre responsable de sus heridas está encerrado para siempre.
Todo esto está en nuestro pasado ahora, situaciones que recordamos, pero elegimos no revivir con demasiada frecuencia. Hay demasiadas cosas maravillosas en las que pensar ahora, y demasiados recuerdos por hacer. Durante los años que estuvimos separadas, reflexioné sobre la pregunta, ¿cómo se repara un corazón roto? La miro ahora y la respuesta es simple: Solo haces falta tú