pequeño sentimiento (1/3)

72 4 1
                                    

Miro el techo de mi habitación sin saber qué hacer. Con una solo duda en mi mente:

¿Por qué?

Recuerdo el día de hoy, y el anterior, y el anterior a ese y así continuamente tratando de saber en qué momento comenzó todo.
Todo empezó con una mirada, una pequeña y simple mirada.

Ni siquiera fue una mirada como tal, solo fue un pequeño vistazo. Recuerdo ese día, te armaste de valor para hablar con Amy y pedirle una cita la cual acepto con pequeñas risas por tu extraña forma de hablar que era causada por los nervios. Ese día te había dicho que hablaras con ella, para que al fin dejaras tu temor. Y cuando te mire hablando con ella sentí algo muy extraño en mi pecho.

Y ahí comenzó todo.

Días después nos pediste tu ayuda para tu cita, nosotros aceptamos claro. Te ayudamos a conseguir el lugar, un restaurante, dijiste que era algo simple. Te veías tan feliz, tan sonriente.

Luego llego el día de tu cita, nos pediste que estuviéramos cerca por si algo malo pasaba, te veías nervioso e impaciente, ella aun no llegaba pero estabas que querías explotar.

-te apuesto que va a vomitar.- había dicho Kevin al verte de tal forma.

- no seas grosero, está nervioso – le había dicho en defensa. El levanto los hombros con fingida inocencia y siguió hablando con el Rouch sin prestarle la más mínima atención a nada.

Recuerdo que veías a todos los lados tratando de calmarte... y me miraste, y lo que pude hacer para calmarte y darte mi apoyo fue darte una pequeña sonrisa, luego suspiraste y me la devolviste; recuerdo que en ese momento sentí algo en mi pecho, algo caliente y tierno al verte. Luego ella llego y tu atención se llevo, la miraste, con tanta admiración y ternura que no cabía duda que ella era la chica que mas querías.
Disfrutaste tu cita, claro, lo que pudiste a causa de los nervios. Recuerdo que te veía, te vi con ella y sentí algo en mi pecho, pero no era como antes, era algo que me oprimía y me disgustaba.

-eh... chicos, m-me tengo que ir... no me siento muy bien – les había dicho a Kevin y rouch

- claro, está bien. Nosotros nos encargamos que el príncipe no pierda a su cenicienta – dijo Kevin en forma de broma. Salí del lugar tratando de calmarme y queriendo saber que fue lo que paso.
Toque mi pecho justo en donde estaba mi corazón pensando:

Que me pasa....

A partir de ese día sentía algo raro cuando estaba junto a ti, me sentía nerviosa y ansiosa. Era algo extraño.

Luego cada día no podía evitar sentir un cosquilleo en mi estomago y nervios cada vez que estabas cerca, a veces lo notabas y otras lo dejabas pasar, era muy molesto no poder hablar contigo claramente por culpa de los nervios.

Kevin si se había dado cuenta y siempre me molestaba con eso. Tu solo reías y lo dejabas pasar, y el Rouch... bueno, era él.

Recuerdo el día que estábamos almorzando en la cafetería, Kevin, el Rouch, tú y yo. Ese día estaba tan perdida en mi mente tratando de entender el porqué de mis actitudes.

-ehh, Shope? – me preguntaste

-mh? – dije aun sin prestar atención. Mirando a nada en específico

- ¿estás bien?

-eh? – había dicho ya saliendo de mi ensoñación – oh ah... si, ¿Por qué preguntas?

- es que parecía que estuvieras en la luna – dijo Kevin de forma graciosa

- sí y ni siquiera has tocado tu comida – dijiste en un tono extrañado. Te acercaste a mí para hablar más en privado, Kevin y Rouch estaban más concentrados en jugar con su comida – ¿segura que está todo bien?

supernoobs one-shortsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora