13.- Sembrando recuerdos

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Un adiós

Las caminatas nocturnas eran las favoritas de Shi Qing Xuan, el cielo oscuro lleno de miles de estrellas que formaban un camino estelar le despertaba la imaginación desde que era un niño.

Aún les quedaba medio día de camino para alcanzar la capital. Aprovechando la frescura tras haberse ocultado el sol decidieron no detenerse. Shi Qing Xuan caminaba a paso lento. La movilidad de la pierna había mejorado mucho, al punto de poder correr, sin embargo cualquiera podía observar una leve cojera y en ocasiones un dolor agudo achacaba al pobre del ex Oficial y esa noche era una de ellas.

Se llevó la mano a la pierna y aunque ese gesto no aliviaría el dolor, lo hizo mecánicamente, - ¡A Yi! Ven sube al burro para que descanses un poco.

Ming Yi ignoró aquella orden. Escarbaba la tierra con un una rama seca fingiendo estar totalmente absorto, miro de soslayo a su amado Shi Qing Xuan y cuando el joven ex Oficial había avanzado algunos metros hacia su dirección él se adelanto corriendo detrás de un insecto. Shi Qing Xuan avanzó nuevamente, está vez Ming Yi se adelanto para cortar una brizna de pasto. Corrió varias veces, siempre manteniéndose a una distancia prudente del mayor.

- ¡A Yi! Obedece a tu Ge.

Pero el joven fantasma no lo escucho. Ming Yi sabia que una vez que el se montará sobre el asno el animalito trotaría todo el camino junto a Shi Qing Xuan y él ya no quería robar más energía de ese cuerpo delgaducho.

Shi Qing Xuan sintio una leve molestia, - A Yi por favor, no es hora para que andes correteando por ahí. Si no obedeces, este hermano tuyo se molestará, - le dijo con la voz más dulce y suave que alguna vez Ming Yi hubiese escuchado antes.

Ming Yi lo miró directamente a la cara con una expresión llena de travesura y dándole la espalda corrió aún más lejos.

- ¡Ay ya!... Ming Yi ¿qué mal he echó para que seas un niño tan desobediente...?

Sin planearlo las palabras de Shi Qing Xuan habían sonado igual a las que su hermano usaba con él.

- ¡Ay ya! A Xuan ¿qué he echo mal para que seas un joven tan problemático!

- Ge' no fue mi intención, solo agite el abanico y el viento trajo esas nubes de tormenta.

- ¿Por qué precisamente tenían que ser nubes de granizo? Mira a tu alrededor.

Shi Qing Xuan observó el desastre que había ocasionado en la Capital Celestial. Metros y metros de pedruscos congelados, cubriendo las jardineras, las banquetas y los balcones. Las hojas de los árboles habían sido arrancadas por completo y si alguna logro salvarse se encontraban incompletas.

- Este artefacto espiritual es muy complicado de usar.

Shi Qing Xuan levantó el abanico y provocó que una tolvanera individual dejará lleno de lodo y barro helado a su hermano.

- Ge' no fue intencional, - dijo el joven llevando su mano a la boca, con una expresión en el rostro de tierna preocupación.

Algunos Oficiales se habían reunido para ver aquel desastre. Uno de los mayores miró a Shi Qing Xuan con desaprobación mientras que otro más le observó con expresión de burla.

- ¿En verdad ese niño es hermano de sangre de Shi Wu Du?

- No todos corren tan rápido como un tigre. No podemos esperar que todos sean tan capaz como el pequeño Peí.

Los ojos de Shi Wu Du se cerraron en dos líneas, - aquí tienen los méritos necesarios para restaurar todo, - dijo lanzando un fajo al suelo, tomo a Shi Qing Xuan por el hombro y empujó hasta sacarlo de la Capital Celestial

Dame una segunda oportunidad. (Tian guan ci fu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora