Capítulo 24

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— Raro —

Su comportamiento a lo largo de la semana ha sido muy extraño y fuera de lo normal. Quedamos en que nos veríamos, Noah y yo esperamos horas (exactamente cuatro, lo cual me molestó) para luego recibir un mensaje de “Lo siento. Tengo cosas pendientes que hacer”. Supuse que eran cosas del trabajo en su cafetería o como modelo.
Hasta lo deduje completamente. ¿Un mes y medio entero? Imposible.

La llamaba. No respondía. Le mandaba mensaje. En visto. Parecía que la Cooper que conocía se esfumó, desapareció de la fas de la Tierra, que Dios succionó su alma y le puso una nueva, una completamente común al resto de las personas. Muy pocas fui a su casa a llamar a su puerta, nadie respondía. Quizá se dio unas vacaciones, aunque miles de medios empezaron a cuestionarse “¿Y si se suicidó?” “ ¿Y si decidió dejar el mundo del modelaje?”

Lo que más temía era ¿qué pasaría con George? Miles de preguntas me llegaron a la mente como flash. Tanto que comencé a creer que entraría en un estado de demencia u algo por el estilo.

Los días sin ella me abruman, son aburridos, sin chiste y sin sentido. ¿Con quién contaré chiste? ¿Con quién saldré los fines de semana? ¿Con quién comeré mis dulces favoritos? ¿Con quién compartiré música y veré películas ochenteras?

Con nadie. Absolutamente con nadie.

[ • • • ]

Otro día sin ella y estoy entrando directamente con pase y visa a la depresión. “Disfrute sus largos años de tristeza, dolor y aislamiento” escucho cómo dice la azafata. Suelto un suspiro, dejo mi guitarra a un lado, salgo de mi cuarto, voy a la sala y me tiro en el sofá sin importar que mi hermano esté ahí sentado mirando qué hay en la TV.
Hasta me lanza una mirada “Estoy aquí por si sabes” a lo que yo respondo con una que dice “No me importa”. Llega una notificación a mi celular, si es Cooper tendré que hablar seriamente con ella. Al ver el número desconocido me intriga. Abro el mensaje.

— Hola Finn. Soy yo.

¿Quién Yo? Sea quien sea debería ser más específica o específico con sus respuestas.

— ¿Quién?

— Cassie, bobo.

— Ah sí. Lo siento.
Hola.

— Lo mismo digo.
Escuché que eres muy amigo de una tal modelo, ¿no sabes nada de ella?

— No.

— Lamento que estés pasando por esto.
Te comprendo.

— ¿Enserio?

— Si. Tenía pensado en si nos vemos algún día de estos.
¿Qué dices?

— No lo sé.
Quizá, tal vez

— ¿Te parece bien si mañana nos vemos?

— Claro.
No hay problema.

— De acuerdo.
Nos vemos.

— Si. Adiós

Apago mi celular. Miro el techo en esperanza. Seguramente si me doy un respiro, conozca a Cassie y continúo con mi vida superaré esto; sin embargo es imposible por que no puedes olvidar a alguien que amas. “El amor suma no resta”. Estoy muy confundido e indeciso en estos momentos, no sé si lo que hago esté bien.

Hasta puedo escuchar esa pequeña voz en mi interior en el tono de Cooper diciendo “ Será lo mejor para ti”.

Y no sé si sea así.
Todo se ha vuelto y es tan... Raro.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora