Capítulo 6: El idiotario (Parte 1)

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Quizás no sea el momento oportuno de decir que mi aparato digestivo está en problemas, tal vez no debí comer algo que era propenso para mi cuerpo. Aunque ese es un menor problema comparado al que estoy atrapado ahora.

—¡Sal! o si no llamo a la policía.

Temeroso del problema que se agradaría más si no la obedezco, salí.

—Ehh lo siento. —dije tímidamente mirando hacia el suelo rocoso.

Escuché el suspiro de aquella chica, la mire de reojo y ví que en vez de tratarme mal o regañarme, me estaba mirando con una expresión un tanto seductora.

—Hey, no estás nada mal. —relamió sus labios.

Quedé atónito, enserio cuando era un niño le daba asco a las chicas y ahora ¿Les gusto? O es que tengo suerte o se están burlando de mí.

—Ehhh —carraspeó mi garganta.

—Y... Cuál es tu nombre? —preguntó.

—Pues me llamo James, se que es muy común pero...

Interrumpió mis palabras silenciándome con sus dedos.

—Pero tu belleza no es común sabes.

Esto se estaba poniendo incómodo, debía preparar una excusa y salir rápidamente de ese lugar.

—Oh, eh tengo que irme, yo... —active mi pensamiento. Yo tengo que ir a mi departamento, es muy tarde sabes —sonreí fingidamente.

—Pero...

Me safé de ella y me fuí rápidamente en dirección a otro departamento, no debía ir al mío porque de seguro me seguía.

Caminé disimuladamente hasta llegar a un árbol que estaba entre 2 edificios de los departamentos. Giré mi cabeza para ver si ella seguía ahí, pero luego me di cuenta que ya se había ido.

—Ufff —suspiré, de la que me salvé.

Agarré mis cosas (sólo mi mochila) y me dirigí hacia mi departamento. Las luces estaban apagadas así que supuse que el gorilón ya estaba dormido, abrí la puerta y exactamente el estaba dormido en el sofá. No quería interrumpir su sueño, cerré silenciosamente la puerta, caminé de puntillas hasta la habitación y la cerré.

Me cambié de ropa y me acosté, suspiré pensando en todo lo que pasó hoy. Tal vez los demás días, meses, años que estaré aquí no serán tan malos o vergonzosos para mí.

Al día siguiente...

Dormí cómodamente, no era como mi habitación pero era agradable. Salí de ahí para ducharme, noté que el gorilón todavía estaba dormido, me dió el deseo de despertarlo pero cómo el asunto era de él y no mío, me fuí directamente a la ducha ya que no debería llegar tarde a mi primer día en la universidad.

Ya listos mis materiales decidí llamar a mi ¿tutor? o cómo quiera que lo llame.

Marqué su número, bueno el que me dió en aquel retazo de papel.

—Espero que conteste. —coloqué mi teléfono en mi oído.

Esperé por unos segundos hasta que se escuchó una voz algo ronca.

—Si? Con quién hablo?—contestó.

—Soy yo, James—hablé.

—Ahh si James, que pasa, algún inconveniente?—preguntó.

—Eh si bueno eso creo, ¿donde queda la universidad?

—Oh si, me había olvidado —rio. Espérame unos minutos que voy por ti.

Viviendo en lo Prohibido [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora