¿No lo devolverás? ❪𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭❫

#1

— Jimin, ¿mi lapicero? Te lo presté hace tres días y nunca lo devolviste.

Jeongguk observó como el cuerpo de su compañero de clases tembló debido a la pregunta sorpresiva de su persona. 

— ¡Oh! Jeonggukkie, ¿era rojo o azul? O ¿tal vez el que me prestaste la semana pasada?

¿No podías ser más conchudo?

Jeongguk bufó por la respuesta descarada de su compañero.
¿Cómo podría gustarle semejante pedazo de ser humano?

Debe ser que el efecto de los tres años hizo efecto. Realmente pensé que tenía buenos gustos.

— Jimin, dije hace tres días, el de hace ¡tres días!

Exclamó efusivo Jeon, realmente no sabía qué hacer. Su madre había descubierto que finalmente perdió tres de sus lapiceros, sin embargo, la verdad era que Jimin los había perdido hace tres semanas.

— ¿Eso significa que no quieres los de la semana pasada? Mejor para mí.

Pero aún así esté muy enojado por la irresponsabilidad y el comportamiento sinvergüenza de su compañero, no podía negarse a algo que pedía.

El verdadero problema aquí es su ternura, esos gestos de peticiones no lo hacen cualquiera. Él tiene la culpa, él me está manipulando.

Jeongguk aún sumergido en sus pensamientos de culpar a Jimin sobre las acciones que toma en su día a día y lo mal que perjudica a sus lapiceros en esto.
Dejó que su compañero Park Jimin se escapara de su sermón diario.

Pero, Jimin sabía perfectamente que era lo que cerraban los labios de su adorable compañero.

Se colocó en un rápido movimiento detrás de Jeongguk y con un segundo de tiempo, arropó el cuerpo del más alto en sus brazos.

— Jimin, suéltame.

— No lo pienso hacer.

— Jimin, nunca más vuelvo a prestarte mis lapiceros y eso que soy el único que lo hace porque eres un tremendo roba lapice-

El nombrado rodó los ojos, divertido.
Y posicionó sus labios en una de las mejillas del contrario, pero antes de aquella acción, hizo chocar su aliento cerca de la nuca del menor y cuando cumplió cada uno de sus deseos, plantó un pequeño besó en su mejilla.

— ¿Eso te calmó?

Jeongguk sorprendido y avergonzado, alejó a Park por completo de su cuerpo.

— No vuelvas hacer eso, Jimin.

Aquel chico de unos centímetros más bajo, sonrió ante sus palabras y junto a unos pellizcos a su sonrojado compañero, preguntó:

— Hey, Jeongguk. ¿Me prestarías tu corazón?

Jeon miró con incredulidad al dueño de aquella pregunta pero acompañada con una dulce sonrisa que no podía evitar salir.

— Jimin, ¿Cuántas veces has tomado mis cosas sin permiso?

Ambos chicos sonrieron. Realmente aquel gusto de tres años había dado efecto, que incluso sus defectos los hacían ver perfectos pero aún Jimin no aprendía la elección.

No aprendía a devolver los sentimientos prestados de Jeongguk, algo que le había arrebatado hace tiempo sin su permiso o eso es lo que dice Jeongguk.

— Realmente, ¿No lo devolverás?

— ¿Alguna vez te devolví algún lapicero?

Jeongguk negó con gracia.

¿No han tenido alguna vez ese compañero que jamás devuelve las cosas prestadas?
Yo tengo uno y ese es mi novio, Park Jimin.

⊱✿⊰