Capítulo Único

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— ¿Que demoniooos?



JongIn apretaba las teclas de su teléfono celular una y otra vez sin éxito. La llamada no podía ser realizada y esa ventana emergente seguía diciéndole error. No entendía que demonios estaba sucediendo con su teléfono, pero lo que menos entendía y lo más furioso que lo tenía era que su novio, Chanyeol, no lo había llamado ni una sola vez desde la mañana.

Claro, cada cual tenía cosas que hacer, el mayor tenía veintiún años y tenía que asistir a la universidad y luego a su trabajo. Pero siempre buscaban el tiempo para enviar algún mensaje o una pequeña llamada. Siempre había sido de ese modo desde que recuerda.

Así fue como se conocieron, de hecho. Hace dos años. Una llamada equivocada por parte de Chanyeol buscando a un tal Jihoon. JongIn después de explicarle más de cuatro veces que no se trataba de una broma, que realmente ese número era suyo y no de Jihoon, Chanyeol le creyó y se disculpó. Sin embargo, las llamadas no cesaron y el mayor se dispuso a llamarlo todos los días sin excepciones. Mensajes, llamadas y videollamadas a todas horas, hicieron que el amor sin duda floreciera entre ellos.

Lo difícil de toda su relación fue el hecho de que estaban a casi una hora y media de distancia en avión y era doloroso para ambos tener un amor tan lejos sin poder demostrarle lo mucho que se querían, porque aunque ellos decían que las palabras eran verdaderas y fuertes, querían demostrarlo con hechos. Abrazos, besos y momentos bonitos que pudieran recordar por el resto de sus vidas.



— ¡No entiendo que le pasa a esta cosa! — JongIn le gritó a su teléfono mientras le golpeaba la pantalla.


— Déjalo tranquilo, ya funcionará. — Comentó su hermano menor, Sungwoon.


— ¡No funciona. No funciona, no lo hace! — JongIn lanzó el celular sobre la cama y llevó sus rodillas contra su pecho, rodeándolas con sus manos y escondiendo su rostro. — ¡Aaaagh, me enoja!


— Pareces un niño de cinco años. — Sungwoon rodó los ojos y tomó el celular de su hermano mayor — Tiene que ser la mala señal, ha estado lloviendo mucho. — Dejó el celular cerca de su hermano.


— Ha estado lloviendo ahora, en la noche. Pero en la mañana no y Chanyeol no me ha llamado. En Corea hay buen clima. Lo sé, lo vi en internet. — JongIn lloriqueó como un niño pequeño, a veces no se comportaba como un joven de veinte y le daba totalmente igual.


— Si, pero aquí en Japón la señal ha estado débil, JongIn. ¡Ya deja de alterarte, por favor!



JongIn quería hacerle caso, pero le desesperaba de una forma inexplicable, estar incomunicado con Chanyeol. Su hermano menor no tenía idea, su novia estaba a treinta minutos de distancia. En cambio, JongIn no tenía dinero ni podía teletransportarse a Corea tronando sus dedos o algo parecido. Él tenía que conformarse con ver el dulce rostro de Chanyeol a través de una pantalla y ser agradecido por eso.

Brincó en su cama cuando la pantalla de su celular prendió, pero se dio cuenta que era por falta de batería. Lo tomó y conectó al lado de su cama. Pasó sus manos por su cabello lila y acomodó su pijama. Cayó de espaldas en la cama y lloriqueó, moviendo los pies de lado a lado. ¿Por qué no podía conectarse con Chanyeol aunque sea un minuto? A este punto, solo quería saber si el mayor estaba bien.

Su hermano se despidió y se dirigió a su habitación cerrando la puerta de la suya. Miró el techo que era adornado con estrellas que pegó hace un año y ya perdían su brillo. Exactamente cuándo Chanyeol se las envió por correo diciendo que era perfecto para ambos. Mirar las estrellas y pensar en el contrario. Había sido una fantástica idea del mayor, pero ahora quería golpearlo con cada una de ellas.

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