Poco a poco me he ido acostumbrando cada vez más a Estados Unidos y Nueva York. La verdad esque mudarme aquí ha sido la decisión más sabia de mi vida. Aunque yo no me quiero conformar sólo con haber estado en Nueva York, no, Estados Unidos tiene 49 estados más, todos seguramente igual de maravillosos que este, pero, la propuesta que hace Ally a continuación, tendrá que esperar, supongo.
—Se me ha ocurrido que podríamos hacer como un tour por casi todo Estados Unidos —dice jugueteando con el bordado de su camiseta.
—¡Qué buena idea! —interviene por fín en la conversación Belén.
Sonrío para mis adentros. Es, realmente, lo que más ansio. Con lo que me gusta viajar...
—¿Qué pensáis, Ash y Sammy? —pregunta Ally zarandeando su mano por delante de nuestros ojos.
—A mí me encantaría —digo—, pero no tengo dinero y tampoco móvil.
—A mí también me encantaría —dice únicamente mi mejor amiga.
Hace una semana encontró trabajo como cuidadora de niños, y, en mi opinión, creo que su trabajo le llena, aunque no lo demasiado.
Si os lo preguntais: no, al final Cameron y Samantha no salieron juntos. Cam "se puso enfermo" el día de la cita y desde aquello se han dirigido, más bien, pocas veces la palabra.
No entiendo a Cameron. Pensé que le gustaba Samantha. Vamos, actuaba como si le gustara y eso hizo que algo despertara en Sammy. Yo sé que él no estuvo malo ese día, ni ninguno. Hablé varias veces con él sobre el tema pero me aseguraba una y mil veces que estaba malo, pero, si sólo fue cosa de un día no entiendo porqué en una semana todavía no la ha invitado otra vez. Ella estaba tan emocionada.
Nash y yo no hemos dado ningún paso, de verdad que no, él ya no está con Sarah -como me aseguró- y a ella no la he vuelto a ver desde el día en que volvimos de Queens. Todo tan extraño que parece incierto, ella debería haber saltado, como siempre lo hace, contra mí como sus ataques de celos despiertan siempre.
—Joder... —dice Ally recostándose bruscamente en el sofá de su casa.
—Hoy me compro un iPhone, por fín —digo cambiando de tema—. Me han adelantado parte de mi paga mensual porque saben que un móvil es vital —sonrío mientras lo cuento.
—Qué generosos y cómo te comprenden... adivino, tendrán más o menos nuestros años —dice Belén riéndose.
—Sí, los dueños tienen 25 años y parece que les ha ido de maravilla en su corta vida.
—Pues toca acompañarte ¿no? —pregunta Ally.
Asiento enérgicamente con una cara graciosa que hace reír sólo a Ally y Belén. Suspiro en señal de desconforme con la cara que tiene y ha tenido Sammy durante las dos horas que llevamos con nuestras amigas.
—Pero, ¿se puede saber qué te pasa? —pregunta con mal humor Belén.
—¿Quién? ¿yo? —pregunta Sammy despertando de su trance.
—Sí, sino ¿quién va a ser? —dice irónica Belén.
—No me pasa nada, chicas, exagerais demasiado conmigo —ríe ella nerviosa.
—Yo creo que sé porqué es, pero no te entiendo Sam —hablo esta vez.
—No me pasa nada Ash.
Suspiro al ver que ni siquiera reacciona como normalmente haría ella cuando la llamo Sam.
—Es por Cameron, ¿verdad? Yo voy a hablar con él, porque no entiendo qué es lo que os pasa. Vosotros dos lo teneis tan fácil y otros lo tenemos tan difícil que me cabrea que todavía no estéis juntos —digo y a continuación extiendo la mano hacia Ally en señal de que me preste el móvil. Ella me lo da y busco en la lista de contactos el número de Cam, puesto que no me lo sabía de memoria.
—¿Puedes parar? —dice Sammy poniendo la mano encima del teléfono y bajándolo.
—Para tú de comportarte como haces, Samantha —dice Ally.
—Vamos a ver... Simplemente no quiero que nadie intervenga en esto ¿vale?
—No te quieres dejar ayudar... Nosotras podemos hacerlo más fácil entre vosotros. Podemos ser tus Celestinas —ríe Belén.
—No hay nada que hacer, ya esta. Él no siente lo mismo, qué se le va a hacer —se recuesta Samantha.
—Mira... —quiero empezar un discurso que me he preparado en mi mente pero me interrumpe el sonido de la puerta —Bueno, voy yo.
Abro la puerta y, sorprendentemente son los reyes de Roma. Sí, Cameron y Nash.
—Buenos días, princesas —dice cursilón Nash entregándome una bolsa de gofres con nutella y sirope y un beso en la mejilla. Cameron se ríe por el comentario y hace lo mismo que Nash. Los dos entran en la casa y yo cierro la puerta.
—¿Qué tal, chicos? —oigo desde la cocina preguntar Belén.
Preparo los gofres en distintos platos para cada uno y noto unoa fuertes brazos rodeándome la cintura.
Me quedo en blanco. Realmente se siente muy bien y respiro calmadamente pero pronto me doy cuenta de que estoy en la Tierra y giro solo un poco la cabeza para descubrir a un Nash risueño.
—¿Te ayudo, bebé?
—¿Bebé? —me río por este nuevo apodo, pero sinceramente, me encanta —Pues sí, ahora que ya he terminado ¿no?
—No lo he hecho a posta —ríe aun sin soltarme y me siento en la gloria.
—¿Llevamos esto o qué? —en realidad estoy deseando que me diga que no y me bese pero, eso es en las películas y yo soy demasiado aguafiestas.
—Que vengan ellos, ¿tenemos pinta de criados?
—Hombre por tu parte... —río y él me aprieta fuerte poniendo un puchero.
Me giro y coloco mis brazos alrededor de su nuca. Ay Dios mio, que lo he hecho por inercia, sin pensarlo...
—¿Por qué haces esto tan difícil, Ashley? —pregunta apenado y bajando la cabeza.
—¿Qué? —digo sin entender buscando su mirada.
—Sí. A veces parece que me quieres pero otras parece que no te importo y eso me duele porque yo sí te quiero.
Pareciera que lo hubiese tenido guardado en el fondo de su ser todo este tiempo y ahora se hubiese quitado un gran peso de encima. No sé qué responder, como siempre. En realidad él siempre me ha importado y siempre he pensado que se notaba de mí la que más pero parece que Nash está ciego o algo.
—Yo sí te quiero, siempre lo he hecho, ¿cómo puedes pensar que no?
—Pero... pero no de la manera que yo quiero —se aleja un poco desatando mis brazos de su nuca con la distancia.
—No entiendo, ¿de qué manera, Nash?
—De la manera que quiero.
—Explícate.
—Da igual —dice con ánimos de irse.
—No —le cojo del brazo haciendo que se pare —, nuestro problema es que siempre dejamos las cosas a mediohacer, por lo que ni yo te entiendo a ti ni tu a mi. Asíque hoy quiero entenderte.
Por fín lo he sacado, joder.
Atrapa mi cara sus manos y parece que se lo piensa dos veces. Pero lo hace, hace lo que yo deseaba. Me besa delicadamente pero con ansias. Yo tambien lo hago y vuelvo a rodear su nuca. Me pega a la nevera pero el beso sigue siendo dulce e inocente. De repente para dejándome con ganas de él y sus labios y dice: —De esa manera, Ashley.
Y abandona la cocina dejándome con mis pensamientos negativos...
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More Than A Travel (Nash Grier)
FanfictionCuántas veces soñé cómo sería mi vida al lado de Nash. La vida sería tan perfecta como él. El problema es que sólo estaba soñando.