↬Capítulo Único↫

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Su cabello se veía más largo, además de que había dejado el azul atrás y ahora un bonito color rubio reinaba en su cabeza.

Incluso le parecía que estaba más alto de lo que recordaba, mucho más guapo también, sin duda los treinta lucían bien en él.

Y sus rasgados ojos, JiMin siempre había amado esos ojos preciosos y profundos en forma de felino.

¿Cuándo había sido la última vez que lo había visto en persona?

Ya ni siquiera lo recordaba, sin embargo, había seguido pendiente de su vida, a través de una pantalla.

–Dime ¿te arrepientes de estar conmigo? ¿De haberme elegido a mi?
–Yo...Bueno yo...
–¡Sólo dímelo YoonGi! ¿Te arrepientes?
–Si, lo hago, lo siento.

A pesar de todos lo años que habían pasado, esa conversación seguía viva en su memoria, recordándole que no había sido suficiente, no había sido lo suficientemente bueno para YoonGi.

JiMin suspiró detrás del mostrador, posando su vista opaca una vez más en las personas de la mesa que estaba frente a la ventana.

Ellos se veían realmente felices.

Una muy bonita familia estaba sentada ahí, disfrutando del sábado por la mañana, el chico era lindo, tenían a un pequeño niño de unos seis años quizá, los tres sonreían mientras conversaban felices, y JiMin sintió su corazón estrujarse al desear estar ahí, compartiendo el pastel especial de su cafetería y los capuchinos, sentado frente al hombre que amaba.

Pero no era él, desde hacía años no era él y muy probablemente nunca había sido él, pero su corazón seguía necio a través de los años, seguía aferrándose a los viejos recuerdos, a los viejos tiempos en donde parecía ser feliz.

La familia se levantó y mientras el mayor de los tres se acercaba al mostrador para pagar la cuenta, JiMin no pudo evitar escuchar la forma tan bonita en como les hablaba.

Cuando aparto la vista y la llevó hasta él, le dedico una mirada de sorpresa y después una ligera sonrisa.

¿Por qué seguía sintiéndose de esa manera?

Las ridículas mariposas que habían estado dormidas comenzaban a despertar, y su usual calma amenazaba con desaparecer.

–Hey, hola, no sabía que trabajabas aquí.
–No, yo, en realidad es mía.
–Oh woow, lo lograste.
–Si, eso creo.
–Genial ¿cuanto es?
–Once mil wons ¿efectivo o tarjeta?
–Tarjeta por favor. ¿Y qué tal te va? Hace años que no sabía nada de ti.

JiMin quiso decirle que él siempre estaba pendiente de su vida, pero mordió su lengua y contestó amable mientras hacía la transacción.

–Bueno, abrí mi propia cafetería. ¿Qué hay de ti?
–Nada muy relevante la verdad, soy arquitecto y por fin pude convertirme en padre.

◌All These Years◌ || YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora