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- Ow Dylan - miré todo sorprendida cuando entramos a la enorme tienda y rió.

Había muebles para las habitaciones de bebés por todos lados, uno más bello que otros y eso que solo era el primer piso.

- ¿Jamás habías entrado aquí? - negué con la cabeza - ¿Ya has comprado algo de esto?

- No - hice una mueca - no creí tener fuerzas para hacerlo.

- Así que... ¿No has comprado nada para tu bebé? - me miró sorprendido.

- Bueno, cuando te conocí estaba comprando ropa para él... o ella - reí - ¡Dios! Soy un desastre, lo sé.

- No, bueno, solo es un poco extraño, pero sé por qué no lo has hecho. - lo miré y tocó mi nariz - ¿Qué dices si vemos si hay algo que te guste?

- Si - pasé mi brazo por su cintura y lo vi sonreír mientras me aferraba contra él desde mis hombros.

- No quiero nada rosa - susurré cuando pasamos por una sección de princesas - no me gustan - lo escuché reír.

- Adivino, ¿eres más de Toy Story? - lo empujé levemente.

- No quiero temática de películas, quiero madera - lo miré - ¿Es raro?

- No, hay unos muy bonitos - me guió hasta las escaleras y me miró preocupado - ¿Cómo demonios no tienen ascensor aquí?

- Dylan - reí al verlo tan molesto - puedo subir las escaleras.

- Sí, pero la última vez, ¡Casi caes por ellas! - me sonrojé - lo siento, no quise gritarte.

- Tú solo no me sueltes, ¿Si? - lo miré y él asintió lentamente - vamos.

Subimos las escaleras lentamente y cuando estuvimos arriba me detuve un minuto jadeando.

- ¿Estás bien? - me miró preocupado, asentí lentamente - ¿Segura? ¿Quieres sentarte?

- No, es que... eran más de las que creía - reí - vayamos a ver los muebles.

Caminamos entre varios muebles, eran lindos, pero no eran de mi estilo, no llamaban mi atención y al parecer Dylan lo notó porque me alejó de allí hacia unos que parecían más antiguos.

- ¡Wow! - acaricié una de las cunas y sonreí de lado - esta es hermosa.

- Me gusta la mecedora - se sentó y reí - oye, no te burles, siempre me han gustado - tiró de mi mano y me hizo sentar en sus piernas.

- ¡Dylan! - reí.

- Shh, lo despertarás - puso sus manos sobre mi vientre y no pude evitar sonreír mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

Cerré mis ojos y suspiré mientras Dylan nos mecía lentamente.

- Esto se siento jodidamente bien - susurró - ¿Es extraño si lo digo?

- Bueno, ya lo dijiste - reí - y no, aunque "Bien" no llega a describirlo - suspiré - creo que compraré algo.

- Así que te gusta el aspecto antiguo - susurró sobre mi cuello.

- Sí, un poco, las antigüedades son hermosas y aunque sea nueva, esta cuna tiene ese toque antiguo que me gusta - lo miré - gracias.

- ¿Por qué? - me miró confundido cuando me levanté de sus piernas.

- Por haberme traído aquí, por estar conmigo y no dejarme sola en esto. - susurré.

- Gracias por permitírmelo - se levantó también y besó mi frente suavemente - vayamos abajo para decirle qué es lo que compraremos.

Cerca de tu Corazón (DO'B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora