Lo que le había dicho YoonGi a Jungkook el día anterior, cuando utilizaron la carta «pregunta al Amo del Calabozo», era que el cofre residía en las los dulces restos de Annaberg. Jungkook había buscado información sobre algo relacionado con Annaberg y dulces restos en las Islas Vírgenes; y había hallado la clave. Annaberg había sido una plantación grande en la que trabajaron esclavos, hombres, mujeres y niños, incluso cuando estaban enfermos. Un lugar de esclavitud, de trabajo extremo, que enriquecía a la isla gracias a su producción de caña de azúcar.
Delante de nosotros se encontraba un castillo completamente en ruinas, todo estaba en silencio puesto que recién empezaba el juego —Vamos. —Jungkook tomó mi mano y tiró de mí.
No habían hablado casi nada durante el trayecto. Se me habían pasado los efectos del ron después de beber y llenar el estómago con comida; pero no le apetecía dialogar mucho.
El joven de los piercings se sorprendió al verlos llegar tan pronto y, de un salto, se bajó del cofre.
—Habéis llegado con antelación —nos comunicó.
Asentimos y abrimos el cofre sin mediar palabra.
Escogí el que más me gustaba y, al abrirlo, me encontré con su tercera y definitiva llave, que nos clasificaba para la final de la noche siguiente, además de la carta criatura de los Orcos, cincuenta puntos más en suma de personajes y una carta Oráculo.
—Lo conseguimos —dije colgándome la llave y sonriendo a Jungkook. Por fin faltaría solo la prueba final y la ceremonia en pocos días el juego acabara, no quería ver a Jungkook nunca más de seguro pediría cambio de distrito uno más lejos de él.
Jungkook me abrazó y me alzó del suelo, pero no le correspondí, me sorprendí sintiéndome un poco incómodo como se supone que debería de sentirme después de su rechazo. Dejé que me sostuviera, sin embargo, no rodeé el cuello con mis brazos ni lo besé, que era lo que Jungkook deseaba. No estaban bien.
Jungkook me observó con orgullo, aunque sabía que tenían una conversación pendiente. No podía creer que él no sentía nada por mí; pero necesitaba hacerle creer que no me afectaba mientras estuvieramos metidos en esta sórdida misión. Después,lel reclamaría todo lo que tuviera para dar.
—Tenéis que ir a la ruina de Ron. El Amo, los Orcos y la Reina de las Arañas os esperan ahí. Seguid las banderas del torneo. —Señaló las insignias clavadas en la hierba verde que dibujaban un camino que desaparecía detrás de un nuevo vestigio.
—Maldita sea, ¿qué tiene esta gente con el Ron? —pregunté cabreado, aún estaba de mal humor.
—No lo sé —murmuró Jungkook con el rostro sombrío—. Pero el Caribe y el ron están íntimamente unidos. En las plantaciones de azúcar grandes como esta, utilizaban los restos de las cañas de azúcar y aprovechaban el goteo del jugo y la melaza para dejarlo en una cisterna de fermentación. Después de hervirlo y utilizar el vapor que salía de ello, elaboraban el ron.
—Gracias por la información, señor —puse los ojos en blanco.
—De nada, esclavo. Han cerrado las visitas desde ayer —observó Jungkook oteando los alrededores—. Los Villanos han tenido que pagar mucho por esto… Está toda la zona reservada solo para el torneo. Entramos en lo que quedaba de la antigua destilería de ron. Y, de nuevo, nos quedamos sorprendidos por lo que habían construido allí adentro. DS no escatimaba en gastos. Lo bueno, lo mejor y lo más espectacular lo dejaban para sus participantes.
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MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀
Diversoscontenido +18, historia finalizada. Compartir y apoyar mucho, si veo que les gusta creare las demás partes. No se olviden de dejar las estrellitas y comentarios. Esta historia puede tener similitudes con muchos libros, puesto que junté lo que más me...