El diario de... ¿Quien?

Capitulo 5.-

Después de todo el drama en la rueda de la fortuna ya iba camino a mi casa deje a Ana en su casa creo que este año si la sorprendí y creo que la ayude a superar su fobia a las alturas, mate dos pájaros de un tiro. Fue una gran noche y estando con Ana todo se siente tan bien,
Llegue a casa después de una larga caminata, me fui directo a mi habitación y de un salto llegue a mi cama cerré los ojos, ya me disponía a dormir cuando recordé el diario, el bendito diario que contenía oro puro, lo tenía que recuperar, pero sería hasta el lunes ahora mismo creo que los fideos de Pati Cho me cayeron de peso.
La alarma de mi teléfono comenzó a sonar ya eran las 7.00 am del lunes me levanté de la cama y me di un baño rápido, salí y me vestí, mi madre preparaba el desayuno me senté en la mesa y recordé tenía que llegar antes que todos para poder entrar a la dirección.

—Mamá ... Creo que desayunaré en la escuela.

—Damián, pero ya está todo listo, aparte aún es temprano, si alcanzas a desayunar.

—Sí, pero quede con Ana, tengo que pasar por ella a su casa.— me regaño con la mirada.

—Está bien— dio un gran suspiro— vete anda, la saludas por mí— tome mis cosas y salí corriendo de casa, iba directo a la calle cuando vi mi bicicleta arrumbada a un costado de la casa con raíces de los arbustos ya enredados, la tome le quite lo más que pude de las hierbas y me fui a toda velocidad hasta la escuela, tenía por lo menos 10 minutos de ventaja antes de que comenzaran a llegar todos los alumnos.
Llegue, deje la bicicleta tirada junto al estacionamiento de motocicletas y entre rápido, me fui directo a la dirección, abrí la puerta de golpe encontrándome con una escena digna de película, el director ya había llegado, pero no estaba solo estaba con Lucia, si Lucia quien se ponía rápidamente la blusa que supongo el director le había quitado. El director tenía algunos meses que había llegado a nuestra escuela era nuevo, el primer día que llego todos creímos que sería algún profesor nuevo, ya que era demasiado joven como para llevar las riendas de una escuela y resulta que el señor jovenazo tiene poder y dinero para ser lo le venga en gana.

— ¡Qué diablos!... no sabe llamar a la puerta—lo miré sorprendido mientras trataba de aguantar la risa todo lo que podía, ahora podía entender por qué el profesor no quiso terminar de leer lo que había de Lucia en el diario, creo que a esto se refería lo ahí escrito.

—Yo solo venía por...— comencé a reír y Lucia salió rápidamente de la dirección —un diario.

— ¿Un... diario?— parecía que él quería meter la cabeza bajo tierra, podía ver las gotas de sudor bajando por su frente.

—Si el que le trajo el profesor ayer.

— No... sé de qué hablas —él estaba verdaderamente nervioso.

—Perfecto, entonces no hay problema si les informo a todos que usted el director de esta institución tiene una relación con una alumna.

—¡Basta! Está en el basurero, tómalo y lárgate.— miré el basurero y estaba vacío

—Deje de bromear, solo entréguemelo—le extendí mi mano.

—Ahí está maldito...— se acercó y vio que no estaba —ahí estaba ayer que salí de aquí — efectivamente mi pedazo de oro puro estaba perdido, ¡maldición!— tal vez ya lo tiraron al contenedor de basura.

—Hasta luego, señor, tengo que buscarlo — abrí la puerta  y me detuve —un concejo... vallan a un motel, a tu casa o en su auto... qué asco.

— ¡¿No dirás nada verdad?! — me grito, lo ignoré y salí de su oficina, caminaba por el pasillo hasta llegar al patio y note que aún no había nadie, pero se escuchaban voces que provenían de los pasillos que llevan a los salones de clase así que me acerque y vi que todos leían unas hojas que estaban pegadas por todas las paredes de la escuela, algunos reían y otros estaban molestos.

— ¿Qué está pasando? —me pare junto a una chica que leía incrédula lo que había en las paredes.

—No lo sé, pero creo que es lo más épico que ha pasado en la escuela ¿No?

Me acerqué a las paredes un poco para alcanzar a leer de quien se trataba esta vez.

01 de enero

Xoxo

Querido diario como podría explicar lo que acabo de ver... siento que aún no lo creo... Yo pensaba que él era una de las personas más serias e inteligentes que he podido conocer. Todo comenzó ayer que asistí a una despedida de soltera, yo estaba ayudando a servir botana y eso... total, comenzaron a gritar las chicas que había llegado el entretenimiento para la fiesta o más bien dicho el Striper, todas se divertían lo sabía por qué había un alboroto afuera así que eche un vistazo por la ventana quería saber por qué todas estaban tan emocionadas y ahí estaba ¡Jaime! Bailando como nunca en la vida, desnudándose, no sabía que ese chico escondiera tantos atributos bajo sus anteojos, termino el show y el dejo su tarjeta de presentación que decía así.
Gigoló y sexo servidor a sus órdenes, hago cualquier tipo de trabajo que usted pueda gozar.
Ana es cercana a él , creo que trataré de ser más su amiga y ver si Jaime me da un Free Service

—Ahora quien diablos tiene el diario...— mire a Ana a lo lejos y como algunos de sus compañeros la veían mal, salió corriendo hacia los baños y fui tras ella — ¡Ana espera!— le grite antes de que cerrará la puerta del baño pero fue en vano, me quedé afuera, podía escucharla llorar dentro sentí un hueco en el corazón inmediatamente, me senté en el suelo esperándola hasta que salió

—Damián... ¿Qué haces aquí?— sus ojos estaban rojos e hinchados— las clases ya comenzaron y...

—¿Estás bien? — la interrumpí, sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo, puse mi mano sobre su hombro tratando de darle apoyo, no sabía qué hacer, es la primera vez que me encuentro en esta situación

—Todos me odian Damián, — bajo la mirada — tengo que encontrarlo antes de que cause más problemas.

—Cuenta conmigo para lo que sea Ana, no te dejaré sola— en parte me sentía culpable de todo esto, si se lo hubiera regresado el día que ella me contó sobre el diario, nada de esto estuviera pasando, mi teléfono comenzó a vibrar al igual que el de Ana, saque el mío y era una publicación en el blog de la escuela una foto tomada del diario, lo había subido un usuario anónimo.

28 marzo

Hace algún tiempo, observé algo que me dejó profundamente impactado. No puedo dejar de pensar en ello, y siento que no puedo seguir guardándolo. ¿Todos conocen al entrenador Omar del equipo de natación y a Nancy? Un día durante clases tuve que regresar a los vestidores por qué había olvidado mi inhalador... Lo que vi fue algo que hasta hoy no puedo sacar de mi cabeza, por qué no hice nada en aquel momento, me siento culpable y responsable de lo que pasó después.
Nancy se quitó la vida por qué el entrenador abusaba de ella, lo vi y no hice nada, simplemente me fui y la dejé ahí con ese pervertido.

Al leer el mensaje nos miramos fijamente, ese diario no contenía simples chismes, había más que eso.

—Se convoca a una junta estudiantil— los altavoces de toda la preparatoria resonaron—los quiero a todos en el auditorio en treinta minutos, es obligatoria.