Emilia la madre de Lincoln se encontraba sentada en el sillón de la casa Loud con los brazos cruzados y un rostro nada amigable.
―De... desea algo de to... ― solo vasto la mirada de la mujer para callar al señor Lynn, estaba claro que ella no estaba ahí para sociabilizar.
El resto de las chicas presentes actualmente en la casa, a excepción de Lynn que estaba encerrada en su cuarto y Lucy que se había desaparecido para variar; observaban "discretamente" desde las escaleras el cómo aquella mujer intimidaba con la vista a sus padres, ninguna tenia con exactitud el motivo del problema pero al escuchar a esa mujer gritar que alguna de ellas había golpeado a su hijo, pues en su mente de todas relacionaron esto con cierta hermana deportista y mala perdedora.
Toc Toc Toc
―Yo iré abrir ― se ofreció rápidamente el señor Loud pues quería alejarse aunque sea unos segundos de ese ambientan pesado en su sala.
Al abrir la puerta, grande fue su sorpresa al encontrar a su vecino.
―Perdón por interrumpir señor Lynn pero... ¿por casualidad aquí se encuentra mi esposa? ― pregunto con una sonrisa avergonzada.
Steven sabia claramente que en la casa de la familia Loud estaba su esposa, él la vio entrar y se dispuso a seguirla pero, el temor se lo impidió, conocía como era ella cuando estaba molesta... no era bonito, se paso así unos minutos entre sí seguir a su esposa o no, necesito de la ayuda de su hijo para armarse de valor y tocar la puerta puesto que ya la habían cerrado.
―Si señor Steven, puede pasar ― le invito a pasar, agradecía enormemente al cielo que su vecino era más amigable.
―Gracias ― dijo pasando a la casa ― hijo saluda a nuestro vecino.
―Buenas tardes señor Loud ― saludo con mucha educación Lincoln para luego seguir a su padre.
El patriarca de la familia Loud se había quedado anonadado al ver al hijo del señor Smith, no sabía porque, tal vez ese cabello blanco o el ojo morado que le había dejado su hija, pero muy en el fondo sentía una extraña sensación de alivio al verlo.
El resto de chicas en las escaleras no pudieron ver bien al chico que entro con el señor, apenas notaron su cabellera blanca como la nieve que se les hizo rara.
―Oh así que aquí estabas cariño ― soltó de manera amable su esposo para aligerar el tenso ambiente que sintió al entrar a la sala, mas la mirada molesta de su mujer lo hizo palidecer un poco ― Lincoln quería venir conmigo ― señalo con miedo a su hijo que hizo su aparición al escuchar su nombre.
―Querrás decir que me obligaste ― pensó un poco enfadado el niño de cabellera blanca, aunque viendo lo molesta que estaba su madre comprendió el porqué quería que también él viniera.
Rita se había quedado mirando atentamente al niño, era la primera vez que veía al hijo de sus nuevos vecinos... entonces ¿Porque se sentía extrañamente feliz?
Un suspiro saco a Rita de su ensimismamiento, el suspiro venia de Emilia que se relajo un poco, no obstante, aun tenía esa mirada la cual hacía notar su enfado solo que más controlado.
―Siéntense los dos ― indico la mujer y sin chistar tanto padre e hijo se sentaron a su lado en ese gran sillón.
A los segundos llego el señor Lynn con dos sillas de la cocina, una para su esposa y una para él.
―Seré directa señores Loud ― hablo Emilia una vez vio a la pareja ya sentada ― quiero a su hija Lynn fuera de la escuela.
La casa Loud por primera se había sumergido en un profundo y largo silencio, ni siquiera las mascotas de la casa se atrevían a hacer un solo ruido.
ESTÁS LEYENDO
Ya no soy un Loud
FanfictionCriado desde pequeño por otra familia. Lincoln ya no lleva el apellido Loud pero aun así sigue siendo un Loud de sangre. ¿Podrán sus instintos reconocer a su verdadera familia, en especial a sus hermanas? Eso sin olvidar que los sentimientos son muy...