nada en esta vida es por casualidad, todo es consecuencia de algo, ejemplo si no te hubiera conocido, no habría podido quererte, si no te hubiera querido no habría dolido el perderte, si no te hubiera perdido no habría podido extrañarte, y si nunca...
Creo que me eh unido a la ansiedad colectiva de los alumnos de preparatoria por el término de la jornada; el profesor acaba de recoger el último examen acumulativo de este semestre y todo está en completo silencio, solo se escucha el tic tac del reloj y el pasar páginas del maestro mientras revisa y califica los exámenes, sin embargo el motivo de mi desespero no es ese, no me mate la noche estudiando por nada, y aunque lo pierda, tengo suficientes notas buenas para que no me afecte.
No, el motivo de mi urgencia por abandonar el edificio educativo, no era por mis compañeros, profesores o el resto de lo que tenga que ver con este lugar me irrita en demasía, sino por el mocoso de manos pequeñas, que apostaría ahora mismo está en mi casa o hablando con mi madre o haciendo desorden con Iz, lo más probable es que encuentre mi cuarto hecho un relajo con ellos haciendo cualquier pendejada dentro.
Dejo de pensar en que el par de mocosos me están destrozando las almohadas en cuanto el profesor se levanta de su asiento.
- A quien llame se levanta de su puesto, viene por su examen y se vuelve a sentar en completo orde- Choi ¿se puede saber porque se levanta de su puesto si aún no se acabó la clase?
- Solo faltan 2 minutos pensé qu- - el maestro lo miro con una seriedad digna de un viejo amargo como él y el puberto de mi compañero de clase se volvió a sentar (tú también eres un puberto YoonGi) - perdone profe. - Una de las chicas del salón levanto la mano y ahí si le cambio el humor con toda la facilidad del mundo.
- Si, Young Mi. - a ella si le pela el diente el maldito pederasta.
- ¿Cuándo será la recuperación del examen? - y ni siquiera han dado la nota. Bien aquí es cuando me concentro en buscar algo con que entretenerme pana no seguir escuchando al viejo decrepito hasta que me de mi examen y pueda irme pero o que gran genio Yoon (nótese el sarcasmo) dejaste los audífonos, el teléfono y la tablet en la casa.
"tiene que concertarse en sus estudios Yoonie Hyung".
Alguien, quien sea, dígame el secreto para negarme a esos pucheritos de mejillas ruborizadas que el condenado mocoso cachetón pone cada vez que "me regaña", ¡mi nivel de azúcar y dignidad dependen de ello!, además es injusto, ni mi hermanito me hace berrinches de ese tipo, y ese rubio con complejo de mochi viene y se adueña de cualquier cosa mía con la que se encapriche, curiosee o simplemente todo lo que me vea a mi; se apodero de mi hermano (el cual ahora pasa demasiado tiempo con él), se adueño de mi cama (cada que llego a casa o despierto de una siesta de la tarde el está allí), se apropio de mi ropa (no hay día que no lo vea con una camisa, sudadera o algún suéter mío ¡y se le ven mejor con ellos que yo!), me quito mis dulces (ya no puedo comer nada porque se me queda mirando con ese anhelo de niño pequeño que termina comiendo él, aunque suele compartir con Iz), pero lo peor de todo... ¡SE APODERO DE MI PELUCHE KUMAMON! ¡ESO ES IMPERDONABLE! Y ni siquiera puedo quitárselo porque cada vez que lo intento me mira con su cara de cachorro regañado y viéndose demasiado adorable para mi propio bien abrazando al puto oso como si le fuera la vida en ello.
- Min YoonGi - el viejo decrepito me llamo sacándome de mis pensamientos, yo ni corto ni perezoso tome mi bolso y me levante de mi puesto para tomar la evaluación, salir del salón y no volver a ver a los ineptos de mi clase hasta finalizado el fin de semana, mientras cruzaba el portón de la entrada volteé a ver la hoja y me fije directamente en la esquina superior de esta. 9.5, no esperaba menos de mi.
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Al llegar a casa todo se encontraba en un silencio que, aunque en otra circunstancia hubiera sido agradable, ahora me estaba preocupando. El no escuchar el escándalo que hacían los mocosos con sus griteríos y juegos nunca es buena señal. Solo me relaje cuando vi la nota de omma que decía que habían salido a comprar indispensables pero no pueden culparme, me preocupo demasiado por el bien estar de las personas que me importan, además de que mi paranoia debió llegar a extremos bastante amplios, mira que sabiendo que tienes casa sola entrar a tu cuarto y escuchar de repente suspiros y risitas debajo de tu cama no es de gente cuerda.
Lo más silencioso que pude para que el risueño intruso no me notara me monte arriba de la gran cama para después asomarme debajo, tomar aire y gritar:
- ASÍ TE QUERÍA AGARRAR PUERCO.
- AHHHHHHH!! - el totazo que se dio contra las tablas de la cama fue épico, estuve a punto de carcajearme si no fuera por los pequeños sollozos que comenzaron a escaparse de los labios del pequeño rubio junto con su hablar entrecortado - Hyung malo.
- Yah, sal de allí y ven hyung bebe mochi. - aun puchereando salió de debajo de la cama ocultando lo que sea que tuviera con el bajo el suéter (MI suéter. Menos mal omma siempre limpia debajo de las camas) y sentándose arriba del colchón se cruzo de brazos y me miro con el seño fruncido.
- no soy un bebe. - dímelo el día que dejes de hacerme berrinches por atención.
- entonces deja de llorar. - dije mientras pasaba el pulgar por su mejilla - los Mochis grandes no lloran. - aun enfurruñado como el solo se arrastro por las sabanas hasta acostarse sobre mi y restregar una de sus mejillas contra mi pecho - ¿qué hacías aquí solo y enzima escondido bajo mi cama? Mmm.
- no estaba escondido. - murmuro con voz quedita - cuando llegue no estaban ni Izuku ni la señora Inko y cuando vi la nota en la cocina supe que iban a tardarse así que decidí esperar a hyung en su cuarto, ni yo sé cómo es que termine debajo de la cama. - no me salgas con mentira Rogers lo sabías.
- haré como que te creo - dije sonriendo - no tengo tareas pendientes así que ¿algo que quiera hacer? - y un adorable bostezo me dio la respuesta, no pude evitar reír un poco - está bien duerme ángel. - no falto mucho para que lo hiciera, como por un milagro del universo yo no tenía sueño comencé a buscar mi celular, me extrañe al no encontrarlo hasta que recordé que el niño se había escondido algo debajo del suéter.
Con cuidado de no despertarlo ale un poco la prende de su abdomen y si, efectiva mente allí estaba mi teléfono, curioso de saber qué es lo que hacia JiMin con él lo encendí y me encontré abierta una aplicación bastante extraña.
"Baby maker"
Arriba había dos cuadriculas, una con una foto de JiMin cuando se coloco mis lentes de contacto grises y otra mía de cuando tuve la ocurrencia de pintarme el pelo de un rubio casi blanco. Abajo una cuadricula más grande que mostraba la imagen computarizada de una pequeña de dos años con la piel pálida, cabello rubio/blanco, unos rasgados ojos felinos con irises de color gris además de unas mejillas lo suficientemente rellenas para hacerla ver adorable.
Tome captura de la pantalla, apague el teléfono y me acosté al lado de mochi sin saber porque de repente tenia la necesidad de tomar una muestra de ADN mía y de Chim para llevarlas a un laboratorio y crearan una réplica exacta de la pequeña albina con nuestros genes.
- eres todo un caso Minnie, ambos lo somos.
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vivan los saltos en el tiempo. y maldito mi teclado que no me deja usar todos los caracteres.
me inspire en un comic kiribaku para la parte del baby maker
